«Esta medalla tiene un sabor muy dulce. Para mí es un regalo estar aquí. Hace año y medio no podía montar en bici -por Covid persistente- y si ayer me hubiesen dicho si firmaba el tiempo que he hecho tanto en la clasificatoria como en final lo hubiese firmado», han sido las palabras del cordobés Alfonso Cabello tras conquistar esta tarde la medalla de bronce en la final del kilómetro contrarreloj C4-5 de los Juegos Paralímpicos, celebrada en el Velódromo Nacional de Saint-Quentin-en-Yvelines.
El ciclista de La Rambla ha subrayado que «los tres corredores hemos estado en un pañuelo. A veces se inclina la balanza para un lado y a veces para otro, pero insisto que estoy muy contento de este bronce. Durante cuatro Juegos consecutivos subirme al podio de un kilómetro contrarreloj creo que es de valorar y así lo hago».
Cabello ha recalcado que ha estado «muy cerca del récord del mundo que hice en Tokio. Ojalá hubiese hecho aquí esa marca, hubiese ganado, pero eso son conjeturas. Hay que estar aquí, hacerlo aquí. Son mis cuartos juegos. Empecé siendo campeón paralímpico con apenas 17 años. Me siguen diciendo el niño y ya tengo 30, pero mentalmente me sigo manteniéndome joven y con experiencia. Ojalá estemos en Los Ángeles y podamos darle la vuelta al asunto y subir a la más alto».
En cuanto al sistema de clasificación, el andaluz ha apostillado que «no es justo, ni para los C4 ni para los C5 que se aplique un factor matemático que la Unión Ciclista internacional (UCI) o el Comité Paralímpico Internacional (IPC) se inventan porque es desconocido para todos los países hasta pocas semanas antes de competir. Y creo que no es justo para la competición, para los corredores y para el espectador. Se debería hacer otro formato distinto y que no se permitiesen este tipo de injusticias».
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