Melki
Álvarez
Melquíades Javier Álvarez Caraballo
10.08.1988
Sevilla
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
2008 Pekín (China) | Natación | Masculina | 100 braza | Puesto 37 |
2008 Pekín (China) | Natación | Masculina | 200 braza | Puesto 27 |
Biografía de Melquíades Javier Álvarez Caraballo
Melki, hijo de Francisco Javier y María del Carmen y con un hermano menor, Andrés, está considerado uno de los mejores bracistas españoles de todos los tiempos –conserva los récords nacionales de 100 (1:00.45) y 200 metros (2:09.69), logrados en los Juegos Mediterráneos de Pescara 2009, al igual que el de 200 metros en piscina de 25 metros (2:02.67, también de 2009)–, si bien una enfermedad neurológica le apartó de los que deberían haber sido los Juegos Olímpicos en los que explotase sus dotes natatorias –Londres 2012–, luego de haber debutado cuatro años antes en Pekín.
Talento natural con escaso disfrute en el entrenamiento, como él confiesa, nació el 10 de agosto de 1988 en Sevilla, aunque se crio en Alcalá de Guadaíra, donde comenzó a nadar a los 7 años como medio para canalizar su carácter competitivo. Las primeras brazadas de calidad las dio representando al Natación Alcalá, el primero de sus tres clubes.
Con 14 años el compromiso con el objetivo de ser grande en la natación se hizo férreo y, para progresar convenientemente, se trasladó a Málaga al objeto de entrenar en su centro acuático, donde efectivamente cinceló una progresión meteórica a partir de 2005, año de su ingreso en el equipo nacional. Esa temporada debutó en el Campeonato de Europa Júnior, disputado en el mes de julio en Budapest (Hungría), y en 2006 retornó al mismo acontecimiento –en Palma de Mallorca–, obteniendo la medalla de oro en 4×100 estilos.
Internacional absoluto en 2007, formalizó su debut en el Campeonato de Europa en piscina de 50 metros en 2008, logrando en Eindhoven (Holanda) el 8.º puesto en 4×100 estilos, el 14.º tanto en 100 como en 200 braza y, contra pronóstico, la marca mínima exigida para presentarse en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Su debut en el Centro Nacional Acuático de la capital china se produjo el 9 de agosto, el día antes de cumplir 20 años, en los 100 metros braza. El alcalareño nadó en la serie 6 y logró la 7.ª plaza (de 8), justo por detrás de su compatriota Borja Iradier, con un tiempo de 1:01.89, el 37.º de los 64 inscritos, por tanto eliminado, pues avanzaban a semifinales los 16 mejores registros. Tres días después, en su distancia predilecta, los 200 braza, acabó 3.º en su serie, la tercera, con 2:12.59, aunque otras series posteriores más rápidas le relegaron a la 27.ª plaza global (entre 52 nadadores), por lo que tampoco pasó a “semis”. En ambas pruebas el oro fue para el japonés Kosuke Kitajima.
A su regreso de los Juegos, fichó por el CN Sant Andreu y se trasladó a Barcelona para comenzar el que habría de ser su gran ciclo olímpico, a las órdenes de Jordi Jou. Y a los hechos nos remitimos. En abril de 2009 batió la plusmarca nacional de 200 braza, la más antigua del momento, con 2:11.18. Días después rebajó el récord europeo en piscina corta (2:03.46) y en noviembre lo dejó en 2:02.67, dentro de la Copa del Mundo de Berlín, quedando a solo 69 centésimas de la plusmarca mundial. Por medio, en los Juegos Mediterráneos de Pescara se apuntó tres medallas de oro –100 y 200 braza y 4×100 estilos– y se estrenó en el Campeonato del Mundo, en Roma, siendo 12.º en 4×100 estilos y 33.º en 100 braza. Para terminar el año, debutó en el Europeo de piscina de 25 metros, en Estambul (Turquía), donde llegó a la final de 200 braza (9.º) y acabó 20.º en 100 braza.
El año siguiente (2010) fue incluso mejor para el sevillano al conseguir el 27 de noviembre de 2010 la máxima cota de su carrera deportiva, la medalla de plata en 200 braza en su segundo y último Campeonato de Europa de piscina corta, en Eindhoven (Holanda) –repitió la 20.ª posición en 100 braza–, valorando la importancia de este metal por el hecho de que en toda la historia de la natación solo cinco andaluces han logrado subir al podio de un gran campeonato absoluto (mundial y/o europeo): Rafa Muñoz, Jaime Serrano, Duane da Rocha, María Peláez y el propio Melquíades Álvarez.
La campaña de 2011 tuvo luces y grandes sombras para el sevillano. En verano firmó su mejor prestación universal individual, siendo 14.º en 200 braza en el Mundial en piscina de 50 metros de Shanghái (China), pero también conoció una cara amarga en forma de enfermedad, significando este hecho el comienzo del declive del gran nadador. En septiembre de ese año empezó a padecer dolores intensos en el brazo izquierdo que se fueron agravando hasta la insensibilidad. Tratado en el hospital barcelonés de Bellvitge, le diagnosticaron síndrome Parsonage-Turner, una rara enfermedad neurológica, por lo que toda esperanza de ir a los Juegos de Londres 2012, estando en el mejor momento de su carrera deportiva y en la cúspide internacional, quedó tristemente cercenada.
Dado de alta en marzo de 2013, tras más de un año en el dique seco, firmó en junio –en el Gran Premio Ciudad de Barcelona– la marca mínima en 200 braza (2:11.85) para participar en el Mundial de Barcelona, si bien la selección española estaba ya cerrada y la federación optó por no hacer excepciones y no lo repescó, lo que le causó una profunda decepción. Consecuencia de ello abandonó el Sant Andreu y se planteó la disyuntiva trascendental de la retirada o instalarse en Jacksonville (Florida) para entrenar junto al medallista olímpico en braza Sergi López, en la Bolles School, como única alternativa –desechando ofertas de fichaje por otros clubes españoles– de mejorar sus marcas y volver a sentirse competitivo.
La aventura americana resultó a la larga imposible por falta de financiación y Álvarez terminó regresando a Andalucía, aunque optó por continuar en activo. Fichó por el Club Natación Mairena, de Sevilla, se instaló en Calahonda (Málaga) y empezó en la capital la formación académica de TAFAD (curso 2014/15). Pero lo más importante del regreso a los orígenes fue que Melki volvió a disfrutar de la natación, en el Centro Acuático de Málaga.
Los frutos de su nuevo equilibrio llegaron en 2014, al volver a ocupar la primera plaza del ranking nacional de 200 braza (2:12.24) y retornar a los grandes campeonatos, concretamente al Europeo de piscina larga, celebrado en Berlín, con unas más que dignas prestaciones: 15.º en 200 braza y 32.º en 100 braza.
Estos resultados le animaron a intentar el asalto a una plaza para los Juegos de Río de Janeiro 2016, objetivo con el que enfocó una temporada de 2015 en la que, sin ser internacional, fue de nuevo el más rápido del año en 200 braza, aunque con una marca (2:13.95) muy alejada del sueño olímpico, circunstancia que le condujo en 2016 a una retirada de facto de las piscinas.
Cabe reseñar que en 2015 logró sus dos últimas medallas de oro nacionales venciendo en 100 y 200 braza en el Campeonato de España Open de Primavera que se disputó del 28 al 31 de marzo en la piscina del Centro Acuático de Málaga, donde entrenaba. De esta forma, cerró un palmarés doméstico adornado por 23 títulos absolutos: 12 en el Open (100 braza en 2009, 2010, 2011 y 2015, y 200 braza en 2006, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2014 y 2015), 7 en el Campeonato de España de Invierno (100 braza en 2010, 2011 y 2015; 200 braza en 2010, 2011 y 2015; y 4×50 estilos en 2010) y 4 en el Campeonato de España de Verano (100 braza en 2010; 200 braza en 2007 y 2010; y 4×100 estilos en 2010).
En la actualidad, el sevillano continúa residiendo en Málaga junto a su pareja, Fabiola, y es entrenador en el Real Club Mediterráneo, donde se vuelca en la enseñanza de las categorías inferiores del club y, sobre todo, en deportistas con discapacidad.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 30 de noviembre de 2020