Wonny
Geuer
Margarita Ivonne Geuer Draeger
03.05.1966
Sevilla
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1992 Barcelona (España) | Baloncesto | Femenina | Baloncesto | Puesto 5 |
Biografía de Margarita Ivonne Geuer Draeger
Margarita Geuer, Wonny Geuer para todo el mundo del baloncesto, nació el 3 de mayo de 1966 en Sevilla, ciudad a la que sus padres, Guillermo y Margarita, ambos alemanes, se habían trasladado –al barrio de El Porvenir– junto a sus dos hijas mayores, Claudia y Sabine, una vez aceptaron una oferta de trabajo. Ninguna de las hermanas salió deportista, pero Wonny sí, pues su espíritu y carácter encontró en la capital hispalense el entorno propicio para ello.
Nuestra protagonista llevó a cabo su formación académica de base en el Colegio Alemán y, posteriormente, completó bachillerato en el Instituto Fernando de Herrera, si bien los designios de su trayectoria deportiva la llevaron joven fuera de Sevilla y el COU tuvo que terminarlo en Madrid. Dicha trayectoria empezó a los 13 años cuando a un amigo de una de sus hermanas mayores le llamó la atención la estatura que, a esa edad, ya tenía Wonny. Nada menos que 1,79 metros. Ese amigo no era otro que Francisco Álvarez, entrenador del club de baloncesto del Colegio Las Irlandesas del barrio sevillano de Bami, club al que por entonces patrocinaba la firma de yogures Yoplait.
El interés de Álvarez por contar para su equipo con Margarita fue correspondido por esta, quien en la temporada 1980-1981 actuó para ese club contribuyendo a la obtención del Campeonato de España infantil, celebrado en La Coruña y en el que la sevillana fue la máxima reboteadora. Sin embargo, la circunstancia de no estar estudiando en el centro educativo al que el equipo estaba adscrito –solapada esa temporada– se convirtió en un inconveniente al año siguiente y las monjas le anunciaron que no podría continuar jugando salvo que se matriculara en el colegio.
La decisión de Geuer y de todas sus compañeras fue marcharse a otro club en la temporada 1981-1982, concretamente al Amigos-Natación, entrenado por Juan Cuesta, hasta entonces ayudante de Francisco Álvarez en Las Irlandesas. En la nueva entidad, Margarita continuó mostrando su poder y calidad bajos los aros, influyendo en la obtención del subcampeonato de España juvenil (1982) y siendo llamada para la selección española sub-18, con la que debutó internacionalmente en el Campeonato de Europa celebrado ese año en Bulgaria –puesto 6.º.
Para la temporada 1982-1983, Wonny, con 16 años, decidió entrenar a más alto nivel y fichó por el Club Medicina-Oximper, integrado en la Segunda División nacional, con un balance más que satisfactorio pues contribuyó a la 2.ª posición del club en la fase de ascenso celebrada en León –ella fue nombrada mejor jugadora del torneo. Además, volvió a vestir la camiseta nacional, actuando con la selección júnior de José María “Chema” Buceta, y fue llamada por María Planas para el equipo absoluto, aunque motivos de estudios, familiares y agotamiento físico impidieron que pudiese responder a dicha convocatoria. Habría más ocasiones.
Así las cosas, llegó el punto de inflexión en la vida de la andaluza cuando en 1983 aceptó la oferta recibida por parte del puntero Real Canoe y marchó a Madrid para jugar durante tres temporadas (1983-1984, 1984-1985 y 1985-1986) en la máxima categoría. Esta estancia en la capital de España le haría establecer los primeros vínculos vitales con la ciudad –aquellos que luego le han llevado a quedarse– y enmarcaría el ascenso de la sevillana a la elite del baloncesto femenino español tanto en el ámbito de club como en el ámbito de selección.
Con el Canoe ganó la liga de Primera División en las tres temporadas –amén del Campeonato de España júnior en 1984– y llegó en dos ocasiones a la final de la Copa del Reina (1984 y 1986), aunque sin poder lograr el título en ninguna de ellas. Con el equipo nacional absoluto, debutó el 6 de junio de 1985 en un amistoso de preparación para el Campeonato de Europa que ese año se disputó en Messina (Italia) y donde Wonny, junto a sus compañeras, consiguió la 10.ª plaza. Dos años después, en 1987, la andaluza repitió presencia en el Eurobasket mejorando la actuación al alcanzar la 6.ª posición ante el público español, pues el certamen tuvo lugar en El Puerto de Santa María y Cádiz.
Para entonces, Margarita Geuer ya había completado la primera de las dos campañas (1986-1987 y 1987-1988) que perteneció al Xuncas de Lugo, un equipo recién ascendido a la máxima división y que se reforzó en 1986 con vistas a aspirar a todo en su debut en la elite del baloncesto femenino nacional. Así, a las órdenes de Víctor Varela, el club gallego y Wonny alcanzaron tres subcampeonatos, el de la liga 1986-1987 y los de la Copa de la Reina en 1987 y 1988.
Para cerrar esta etapa, en la primavera de 1988 jugó con la selección absoluta la fase clasificatoria del Europeo’89 y, en verano, el Preolímpico en Singapur, con el objetivo de obtener el billete para los Juegos Seúl 1988. Ninguna de las dos pretensiones se consiguió, aunque la decepción deportiva vino compensada por la alegría personal de contraer matrimonio con el también jugador de baloncesto –del Real Madrid– Guillermo Hernangómez Heredero, en julio de ese año, en Sevilla.
Llegamos así en esta síntesis biografía de Margarita Geuer al comienzo del trascendental ciclo olímpico de Barcelona 1992.
Instalada definitivamente en Madrid con su marido, recibió la propuesta de incluirse en el Plan ADO, una oferta que hizo germinar el sueño olímpico en la mente y el corazón de la andaluza, pero que acarreaba no pocos sacrificios pues la Federación Española de Baloncesto había ideado, para la preparación del equipo femenino que había de representar a España en los Juegos de Barcelona, una fórmula consistente en la creación de un club-selección, con el nombre de BEX Banco Exterior, que participaría en la liga española –aunque sin contabilizar sus resultados– y en todos los compromisos internacionales de clubes –como en el Campeonato del Mundo de clubes de 1991, celebrado en Brasil, donde obtuvo la medalla de bronce– y obviamente de selecciones.
En suma, cuatro años de grandes privaciones, de concentración permanente, de muchos entrenamientos, muchos viajes y muchas competiciones. Un proyecto al que nuestra protagonista da el sí y al que ella, como pívot titular, otorgará solidez y talento, pues para entonces sus 1,86 metros de estatura –incluso siendo algo escasos– sabían causar estragos en las zonas rivales.
Así, con la selección, inmersa en este sistema de preparación y bajo la dirección de Chema Buceta, consiguió la medalla de oro en los Juegos Mediterráneos de 1991 –en Atenas y Salónica (Grecia)–, la medalla de plata en la Universiada de Verano de 1991 –en Sheffield (Reino Unido)– y la clasificación para el Campeonato de Europa de 1993, luego de que España hubiera estado ausente de los certámenes de Bulgaría 1989 e Israel 1991. Y, obviamente, también disfrutó de la elección definitiva para participar en Barcelona 1992 junto a Carlota Castrejana, Carolina Mújica, Piluca Alonso, Marina Ferragut, Blanca Ares, Mónica Pulgar, Patricia Hernández, Ana Belén Álvaro, Almudena Vara, Mónica Mesa y Eli “Betty” Cebrián.
Con 8 equipos en liza, España, dentro del grupo B de la primera fase, cayó ante China (63-66) y Estados Unidos (59-114) y venció a Checoslovaquia (59-58). Alejada de la lucha por las medallas y por el 5.º puesto, el combinado nacional triunfó ante Italia (92-80) –con la mejor actuación de Geuer (14 puntos)– y de nuevo frente a las checas por idéntico resultado (59-58), con 11 puntos de la andaluza, para alcanzar un brillante diploma olímpico.
Tras estos Juegos, Margarita puso un broche de oro impresionante a su carrera deportiva. La temporada 1992-1993 fichó por el Básquet Dorna Godella de Valencia, con el que lo ganó casi todo: el Campeonato del Mundo de Clubes –en Brasil–, la Copa de Europa –tras vencer al Como italiano en Liria (Valencia)– y la Liga Femenina, quedándose a las puertas de la Copa del Reina –perdió la final ante el ya desvinculado de la selección BEX. Además, con el equipo nacional absoluto, dirigido por el maestro Manolo Coloma, consiguió la primera medalla de oro del baloncesto femenino español en un Campeonato de Europa, que en 1993 se celebró en Perugia (Italia), después de ganar en semifinales a Eslovaquia (73-55) y en la final a Francia (63-53).
Un memorable triunfo en una memorable final que significó el último partido de Margarita Geuer, ya que ese 13 de junio de 1993 puso punto y final a su carrera como jugadora en activo, con 158 internacionalidades y solo 26 años, debido al evidente cansancio mental y físico acumulado, sobre todo en la preparación de Barcelona 1992.
Retirada del deporte y gracias a su licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales –por la Universidad Complutense de Madrid– y a las oposiciones realizadas, accedió al mercado laboral en el departamento económico del Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada (Madrid), en el que continúa actualmente. Asimismo, en 1994 fue madre por primera vez, naciendo su primogénito Guillermo “Willy”, a los que sucedieron Juan Alberto “Juancho” (1995) y Andrea (2000). Todos ellos han seguido la afición y pasión de sus padres por el baloncesto, habiéndose formado en la cantera del Estudiantes y habiendo llegado los dos varones a jugar en la Liga ACB y actualmente en la NBA.
Reseñando que en 1986 recibió el Premio Andalucía de los Deportes, transcribimos para terminar la dedicatoria que Margarita escribió en su ficha del equipo español antes de los Juegos de Barcelona: «A mi marido por aguantar con paciencia este proyecto de cuatro años y apoyarme en todo momento. Por él estoy aquí. Gracias».
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 9 de noviembre de 2020