Sixto
Jiménez
Sixto Jiménez Galán
23.06.1962
Huelva
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1996 Atlanta (EE.UU.) | Vóley-playa | Masculina | Vóley-playa | Puesto 5 |
Biografía de Sixto Jiménez Galán
Considerado por los entendidos como el mejor receptor del voleibol andaluz, segundo de los tres hijos que tuvieron sus padres, Sixto y Francisca, nuestro biografiado nació el 23 de junio de 1962 en Huelva, ciudad en la que a la edad de 8 años tomó contacto con este deporte y empezó el aprendizaje específico del mismo en el Colegio Público Manuel Siurot, siguiendo la pedagogía del entrenador Pepe Tierra.
Más tarde, el inquieto jugador iría puliendo la técnica y las condiciones para el voleibol a las órdenes sucesivamente de Juan Rogelio Pardavila en el equipo cadete del Estudios Politécnicos Madre de Dios –el colegio del Padre Laraña–, de Paquita Conde en el CV Gil Martín –ya en juveniles– y, de nuevo, de Pepe Tierra en el Club Atlético Veracruz, en el que nuestro protagonista debutó como jugador profesional en la campaña 1980-1981, logrando el ascenso a la Primera División nacional.
En la segunda temporada con el club onubense, en la máxima categoría española, Sixto disfrutó con sus compañeros de un año brillante ya que el Veracruz, con 13 victorias y 7 derrotas en 20 partidos, concluyó en la 4.ª plaza del campeonato de liga, por detrás del Son Amar (campeón), Real Madrid y Turavia. Amén de la alegría por el logro, a nuestro biografiado aquella campaña le sirvió para mostrarse ante los grandes y facilitar su ingreso en el curso 1982-1983 precisamente en las filas del campeón de liga, el Club Voleibol Palma de Mallorca.
Con el Son Amar de Palma, equipo que revolucionó el voleibol español en la década de los ochenta, actuó a lo largo de 9 temporadas –hasta la 1990-1991– en las que su palmarés se engrosó con 5 ligas de División de Honor (1984, 1986, 1987, 1988 y 1989) y otras tantas copas del Rey (1984, 1986, 1987, 1988 y 1990). En competiciones europeas, participó en la 2.ª plaza en la Recopa de Europa de 1984 –perdió la final ante el club italiano Kappa de Turín, en Innsbruck (Austria)– y la 3.ª posición en la Copa de Europa de 1990.
Jugador carismático en el club balear, no lo fue menos en la selección española, con la que mantuvo un “matrimonio” de más de una década desde que la Real Federación Española de Voleibol se fijase en su calidad en la pista cuando era joven y lo incorporase a las concentraciones de promesas. El primer resultado significativo de Sixto Jiménez con la camiseta nacional se registró en 1979, cuando aupó a España a la 6.ª plaza en el Campeonato de Europa júnior celebrado en Portugal. Dos años después (1981), con la misma selección júnior, acabó 10.º en el Campeonato del Mundo de Colorado Springs (Estados Unidos), pero también debutó con la absoluta en una gran competición como fue el Europeo, con apenas 19 años.
Desde ese momento, el onubense firmó 150 partidos con el primer equipo nacional –con el combinado júnior había jugado en 40 ocasiones–, poniendo su recepción y defensa al servicio de España en 3 campeonatos de Europa –Bulgaria 1981, Holanda 1985 y Bélgica 1987–, 2 Juegos Mediterráneos –Casablanca 1983 (6.º) y Latakia 1987 (medalla de oro)– y diversas ediciones de la Copa de Primavera, la Spring Cup, siendo campeón en Palma de Mallorca 1984, subcampeón en Lausana 1987 y medalla de bronce en Atenas 1982.
De esta forma y con todo merecimiento, Sixto quedó incluido en el equipo de trabajo que en 1988 comenzó la preparación de los Juegos de la XXV Olimpiada de Barcelona 1992, si bien el onubense no llegaría a estar en la magna competición con la selección española de voleibol pues antes, a los 29 años, tomó un camino distinto como fue decidirse a jugar al vóley-playa, aunque, como ha quedado indicado, ni nació ni se hizo en la playa sino como jugador en la pista.
Aquel descubrimiento de la especialidad sobre arena, realizado a través de la televisión, se unió a la circunstancia de que el vóley-playa estaría por primera vez en el programa olímpico en los Juegos de Atlanta 1996. Por tanto, sin tiempo que perder –ya estaba en plena madurez deportiva– el andaluz empezó en 1991 con los entrenamientos y pronto empezó a destacar en la novedosa e incipiente disciplina, imponiéndose ese año en la primera edición del Campeonato de España y debutando en pruebas internacionales –Abierto de Cap d’Agde (Francia), el 28 de julio–, con Benjamín Vicedo como pareja. En 1992, ganó la plata en el Nacional y se impuso en el Circuito Winston al lado de Vicedo de nuevo, pero en 1993 cambió de pareja al aliarse con Miguel Ángel Prieto. Junto al madrileño, fue de nuevo subcampeón nacional en 1993, medalla de bronce en el Campeonato de España de 1994 y 9.º en el Abierto de Río de Janeiro de 1993.
Durante la temporada de 1995 el andaluz dio el salto cualitativo definitivo cuando unió sus fuerzas a las del mejor jugador nacional, Javier Bosma, con el objetivo meridiano de obtener la clasificación para los cercanos Juegos Olímpicos. De esta forma, Sixto y Javier, Javier y Sixto comenzaron un interminable carrusel de torneos internacionales que ese primer año les llevó a 17 competiciones distintas tipo open desde abril a diciembre, destacando la medalla de plata en Tenerife, la de bronce en Espinho (Portugal) y las quintas posiciones en Marbella y Ciudad del Cabo (Sudáfrica), lo que les otorgó el 9.º puesto en el ranking mundial y, en consecuencia, la plaza en los Juegos de Atlanta.
Con la clasificación en el bolsillo, la dupla española no dejó de hacer y deshacer maletas durante 1996 pues preparó el debut olímpico disputando las Series Mundiales –nueva denominación del Circuito Mundial– en sus etapas en Marbella, Joao Pessoa (Brasil), Alanya (Turquía), Hermosa (EEUU), Marsella y Berlín –destacó la 5.ª posición en Hermosa y el triunfo en el Master Villa de Madrid, fuera de este circuito–, antes de viajar a la capital de Georgia para vivir el estreno del beach volleyball en los Juegos Olímpicos.
Allí, en las instalaciones de Jonesboro, en el condado de Clayton, Sixto Jiménez, junto al gerundense Javier Bosma Mínguez, logró un inesperado diploma olímpico al meterse en cuartos de final, luego de ganar en primera ronda a los indonesios Mohamed Nurmufid y Markoji, en segunda ronda a los canadienses John Child y Mark Heese y en tercera ronda a los brasileños Franco Neto y Roberto Lopes. En la fase que conducía a las medallas, el 26 de julio, los americanos Mike Whitmarsh y Mike Dodd derrotaron a los españoles (0-1) y en el partido de repesca, por la tarde, hicieron lo propio los canadienses Child y Heese, quienes habían logrado reactivarse en la competición tras la derrota ante Jiménez y Bosma y terminaron ganando la medalla de bronce. La mejor de las 23 parejas en liza fue la dupla formada por los americanos Karch Kiraly y Kent Steffes.
Con la satisfacción de haber llevado a cabo una actuación notable, aunque con el amargo regusto de haberse quedado muy cerca de las medallas, Sixto Jiménez, a sus 34 años, continuó dos campañas más en activo, 1997 y 1998, en las que volvió a ganar el Campeonato de España –con Sead Omeragic– y el Master Villa de Madrid en el primer año y consiguió la medalla de plata en el Nacional de 1998.
Inmediatamente a su retirada, emprendió una nueva carrera sobre la arena como fue la de entrenador. Al principio, dirigió las categorías inferiores del equipo nacional, recibiendo satisfacciones en forma de triunfos de sus entrenados en el Campeonato de España juvenil, el Campeonato de Europa sub-23 de 1999 y el Campeonato del Mundo sub-21 de 2002. Asimismo, llevó la preparación de su ex compañero Javier Bosma y de su nuevo complemento, Pablo Herrera, así como de las parejas Egger/Heyer, de Suiza, y Toni Cotrino/John García.
Definitivamente en 2007, tras ocho años como jefe técnico del Centro Especializado de Tecnificación Deportiva de Vóley-Playa en la playa de Los Cristianos (Tenerife), fue nombrado seleccionador español absoluto de vóley-playa, cargo que desempeñó hasta 2018 y que le ha permitido estar al frente de la delegación española en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
Funcionario en el Ayuntamiento de Arona (Tenerife), reside en el municipio de Adeje y tiene dos hijos, Óscar y Paula, fruto de su matrimonio con Mónica, ya fallecida.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 17 de diciembre de 2020