Eduardo
Jiménez
Eduardo Jiménez Meana
03.07.1947
Melilla
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1984 Los Ángeles (EE.UU.) | Tiro olímpico_Precisión | Masculina | Pistola velocidad | Puesto 29 |
Biografía de Eduardo Jiménez Meana
Primer tirador andaluz olímpico en arma corta, se estableció en Granada a los 7 años por el traslado profesional de su padre –militar–, si bien por su nacimiento en la entonces malagueña ciudad de Melilla, el 3 de julio de 1947, siempre tuvo la condición de andaluz. Eduardo fue el mayor de los seis hijos –luego vendrían Pedro, Alfonso, Francisco, María Dolores y María José– que tuvieron sus padres, Alfonso y María. Establecido en Granada y comenzando la adolescencia, siguió los pasos de su padre e ingresó en 1963 en la Academia de Suboficiales y Oficiales del Ejército español.
Aunque desde pequeño se había mostrado como un habilidoso futbolista –llegó a jugar en varios equipos granadinos como el Churriana, Atarfe, Albolote, Betis Gracia y Don Bosco, recibiendo las enseñanzas de técnicos como Manuel Montijano, Luis Raya o Paco Villegas–, entró en el tiro por el particular interés en mejorar sus aptitudes profesionales como militar, si bien de inmediato se despertó en Eduardo la inquietud deportiva que le llevó muy pronto a entrenar, practicar y competir.
Siempre en la especialidad de precisión con arma corta y sobre todo en la prueba de pistola velocidad –aunque también compitió en pistola libre, pistola estándar, pistola fuego central y pistola aire–, a partir de 1965 estableció su compromiso personal con los entrenamientos afiliándose a la Federación Granadina de Tiro Olímpico, a la que representó en competiciones de carácter local y regional hasta que en 1971, con 22 años, participó en su primer Campeonato de España.
Deportista con tesón, constante y muy interesado en la investigación de las técnicas de tiro, sus facultades y disposición para este deporte arrojaron un primer resultado significativo en 1976, cuando accedió al tercer escalón del podio en el Campeonato de España para recoger la medalla de bronce en pistola velocidad. Una presea que reeditó en 1977 y 1978, año este último en el que también debutó en el Campeonato del Mundo absoluto, celebrado en Seúl (Corea del Sur).
En los años siguientes, destacan en su trayectoria una nueva presencia en el Mundial –Caracas 1982–, la asistencia al Campeonato de Europa de 1983, en Bucarest (Rumanía), la medalla de plata en el Campeonato de España y la de bronce en la Copa de Rey, estos dos últimos resultados en 1984 y en pistola velocidad. Todo ello adobado con participaciones en torneos internacionales de México, Francia, Suiza, Alemania, Portugal, Italia o Finlandia, lo que le valió la selección para el equipo olímpico español que acudió a los Juegos de la XXIII Olimpiada de Los Ángeles 1984.
En la sede olímpica de Chino, el tirador granadino compitió el 2 de agosto, cómo no, en pistola velocidad, y firmó una tarjeta de 579 puntos, a 16 del ganador, el japonés Takeo Kamachi, lo que le llevó a la 29.ª plaza final entre 55 competidores.
Tras los Juegos, Eduardo reforzó su compromiso con el tiro deportivo –evidentemente compatibilizándolo con su profesión de militar– pero lo hizo a partir de 1985 en una doble faceta, ya que a la vertiente de deportista sumó la de entrenador o jefe del equipo español de precisión, cargo que desempeñó hasta 1989. En un rol u otro, su presencia en encuentros nacionales e internacionales fue permanente, destacando la participación como deportista en los Juegos Mediterráneos de 1987, en Latakia (Siria). No obstante, en 1988, una distonía muscular en el flexor común profundo del dedo índice de la mano derecha le obligó a dejar de tirar con esa mano y, siendo diestro, tuvo que adaptarse al tiro con la mano izquierda. Pese a todo, estuvo presente en los Juegos de la XXIV Olimpiada de Seúl 1988 como jefe de equipo.
Nuestro protagonista se mantuvo en activo dos nuevos ciclos olímpicos hasta su retirada en 1996. Un período de ocho años en los que no volvió a competir en los Juegos, aunque sí recibió satisfacciones como la de participar en el Campeonato del Mundo de 1989, en Sarajevo (Yugoslavia) –en esta ocasión en la disciplina de aire comprimido–, y de alzarse con la medalla de plata en pistola velocidad en la Copa del Rey de 1991.
Una vez materializado el abandono efectivo de las galerías de tiro, el melillense continuó estrechamente vinculado a su deporte en los papeles de entrenador, docente y dirigente. En el primero de ellos y debido a sus conocimientos y habilidades didácticas y metodológicas, Eduardo fue desde 1993 a 2003 director del programa de tecnificación nacional de la Real Federación Española de Tiro Olímpico y del Consejo Superior de Deportes. Como docente, gracias a su máxima titulación deportiva como entrenador, ha impartido numerosos cursos en todo el territorio español e internacionales en ciudades de Bolivia, Chile, Venezuela y El Salvador. Por último, como gestor, fue elegido presidente de la Federación Andaluza de Tiro Olímpico en 1997, habiendo permanecido en el cargo hasta 2014, y durante una temporada dirigió el Centro Especializado de Alto Rendimiento de Tiro Olímpico Juan Carlos I, en Las Gabias (Granada).
Capitán de Infantería en la reserva, cabe reseñar, como complemento al recorrido competitivo federado anteriormente indicado, que ha participado con brillantes resultados en 23 ediciones del Campeonato de España del Ejército de Tierra, en otras tantas del Campeonato de España de las Fuerzas Armadas y en 10 campeonatos del mundo del Consejo Internacional del Deporte Militar.
Por último, destacar el profundo valor que Eduardo Jiménez Meana otorga al Movimiento Olímpico y a la participación de los deportistas en los Juegos, sentimiento que le llevó a fundar la Asociación de Atletas Olímpicos y Paralímpicos Andaluces.
Casado con Estrella, Eduardo es padre de dos hijas, Susana Estrella y Rebeca. En la actualidad reside en el municipio de Cúllar Vega con su actual pareja, Mari Carmen, y dedica su tiempo de ocio a escribir un libro sobre técnica deportiva.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 11 de diciembre de 2020