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Manuel Orantes Corral

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Manuel Orantes Corral
Olímpico

Manolo
Orantes

Granada

Manuel Orantes Corral

05.02.1949

Granada

1
Juegos Olímpicos Deporte Categoría Prueba
Resultado
1968 Ciudad de México (México) Tenis Masculina Individuales
Medalla de plata
1968 Ciudad de México (México) Tenis Masculina Dobles
Puesto 5


Biografía de Manuel Orantes Corral

Apodado el Zurdo de Oro, Manolo Orantes ha sido uno de los tenistas españoles más geniales y destacados de todos los tiempos y, sin duda, el mejor en la década de los 70, siendo un magnífico sucesor de Manuel Santana. Muchos dijeron de él –y algunos pudimos ver– que era capaz de hacer lo más grande en las pistas y también lo peor. Entre lo primero, para la historia quedan sus victorias en el Abierto de Estados Unidos de 1975, ante el local Jimmy Connors, y la Copa de Maestros de 1976, lo más granado de sus 33 triunfos individuales en el circuito profesional.

Nacido el 6 de febrero de 1949 en Granada en el seno de una familia humilde –formada por sus padres, Eusebio y Clotilde, y sus dos hermanos mayores–, las circunstancias económicas motivaron que, siendo un niño, se trasladase a tierras catalanas para vivir con sus abuelos en la localidad barcelonesa de Hospitalet de Llobregat. Una vez allí, idénticas circunstancias le condujeron a ingresar como recogepelotas en el Club de Tenis La Salud, en el verano de 1956. “Unos vecinos del barrio del Carmel me dijeron que el club buscaba a chicos para recogepelotas y yo necesitaba el dinero. Allí, los socios nos regalaban raquetas medio rotas y montábamos unas pistas improvisadas en un descampado, pintando rayas sobre la arena”, relataba en una entrevista en El Mundo Deportivo.

De esta forma artesanal y autodidacta, el futuro campeón empezó a gestarse hasta que con 10 años (1959) empezó a formarse como jugador de pleno derecho en el club, recomendado por los socios Manuel Rincón y Mora, y de la mano del preparador barcelonés José Rojas.

Posteriormente, continuó progresando en el Real Club de Tenis Barcelona, donde, como muchos jugadores de tenis, fue recogepelotas en diversas ediciones de un Trofeo Conde de Godó que, más tarde, ganaría. En la señera entidad tenística, el talento del granadino se expresó en todos sus sentidos y Manolo presentó sus credenciales para el asalto a los principales torneos del ámbito amateur.

Así, en 1966, se proclamó vencedor individual sub-18 de la Orange Bowl, en Miami Beach –el oficioso mundial júnior– y en 1967 se alzó con el título júnior en Wimbledon, a pesar de que no era la hierba la mejor superficie para su forma de jugar, sino la tierra batida. Sobre este piso, su poderoso brazo izquierdo le situaría entre los mejores del incipiente circuito profesional en el que ya se encontraban los grandes Ilie Nastase, Jimmy Connors y Guillermo Vilas y se mantenían Rod Laver, Jan Kodes y Arthur Ashe, entre otros.

Ese mismo año del triunfo en la versión júnior del grand slam londinense, Manolo Orantes se adjudicó su primer Campeonato de España, en Murcia, tanto en individuales como en dobles –junto a José Luis Arilla–, algo que sería habitual en él pues el granadino repitió título en solitario en 1970, 1971, 1974, 1975 y 1979.

Asimismo, debutó con 18 años en el equipo español de la Copa Davis en el que se encontraban Santana, Arilla y Gisbert. Los cuatro rozaron la Ensaladera ese año de 1967 al llegar a la final, si bien, como había sucedido dos años antes, España cayó derrotada ante Australia sobre hierba –en Brisbane– de forma clara (4-1) frente a los “monstruos” tenísticos Emerson y Newcombe, pero, ¡qué noches y madrugadas más inolvidables ante la televisión!

En 1968, en Vichy (Francia), Manolo ganó la Copa Galea –una especie de Copa Davis europea para jugadores menores de veintiún años– junto a José Guerrero, Luis Bruguera y Antonio Muñoz, con José Rojas de capitán, triunfo este y los anteriormente indicados que terminaron de confirmar lo que todo el mundo comentaba: él era el seguro sucesor del gran maestro Manolo Santana. Curiosamente, junto al tenista madrileño viajó en octubre de 1968 a México para participar en los Juegos Olímpicos, en los que el tenis retornaba al programa deportivo de las Olimpiadas –lo fue de 1896 a 1924–, aunque con carácter exhibitivo, esto es, las medallas no contaban para el medallero general. “Medallas que no quiso entregar el presidente del Comité Olímpico Internacional, Avery Brundage, el último romántico del Olimpismo, al considerar que los tenistas no eran deportistas amateurs, sino profesionales”.

Debido a este cariz, en México 1968 el tenis contó con una singular competición acogiendo dos eventos distintos: un evento de exhibición –celebrado en el Estadio Rafael Osuna de Ciudad de México– y un evento de demostración –en el Club de Campo de Guadalajara–, en ambos casos con dos torneos individuales (masculino y femenino), dos de dobles (masculinos y femeninos) y un doble mixto. Al no ser coincidentes en el tiempo, hubo jugadores que compitieron en ambos eventos.

No fue el caso de Orantes, quien se inscribió únicamente en el evento de demostración en Guadalajara, realizando un recorrido exitoso que le llevó a la medalla de plata en singles. Debutó el 14 de octubre y superó al japonés Toshiro Sakai (6-3, 10-8 y 6-0) en primera ronda o 1/16 de final. Luego, en octavos superó al italiano Nicola Pietrangelli (3-6, 6-1, 6-3, 7-5), en cuartos al mexicano Joaquín Loyo (2-6, 6-2, 6-4, 6-1) y en semifinales al americano Herb Fitzgibbon (6-4, 6-4, 6-3) para llegar a la final del 20 de octubre ante el también español Manuel Santana. Esta vez, el discípulo no pudo superar al maestro, quien ganó en cinco sets (6-2, 3-6, 6-3, 3-6 y 4-6).

Por su parte, en el torneo de dobles, Orantes hizo pareja con el italiano Pietrangelli. El dúo latino ganó el primer partido (16 de octubre), el de octavos de final, ante los japoneses Jun Kamiwasumi y Toshiro Sakai (6-1, 6-2 y 6-3), pero dos días después perdieron en cuartos ante los mexicanos Rafael Osuna y Vicente Zarazúa (2-6, 4-6 y 6-8), a la postre campeones luego de vencer en la final a los españoles Santana y Juan Gisbert.

En la temporada siguiente a la experiencia olímpica, Manolo Orantes comenzó una fructífera y larga carrera en el circuito profesional que le llevaría a ser, en su momento, el jugador en activo con más títulos del mundo. El primero de ellos acaeció en una de las casas que le vio formarse como tenista, el Real Club de Tenis de Barcelona, ya que se impuso en la edición de 1969 del Trofeo Conde de Godó, esta vez ya sí superando en la final a Manolo Santana. En Barcelona, ganaría además en 1971 y 1976 –batió a los americanos Bob Lutz y Eddie Dibbs, respectivamente– y sería subcampeón en 1972, 1973, 1974 y 1977, perdiendo las finales contra el checo Jan Kodes, el rumano Ilie Nastase –dos– y el sueco Björn Borg.

En 1971, aún con ficha amateur –aunque compitiendo plenamente en torneos profesionales, atípico hecho propio de una época de grandes cambios en el tenis–, participó por España en los Juegos Mediterráneos de Esmirna, en Turquía, donde se colgó la medalla de oro tanto en individuales como en dobles, junto a su amigo Juan Gisbert.

Sin embargo, los acontecimientos que bruñen el palmarés del genial jugador andaluz se produjeron en los grandes torneos, comenzando por los Internacionales de Francia o Roland Garros. En París, llegó a la final individual de 1974 y perdió en cinco sets (6-2, 7-6, 0-6, 1-6 y 1-6) frente al advenedizo y jovencísimo sueco de 18 años Björn Borg, quien le superó en un duelo de total resistencia. Asimismo, en 1978 volvió a rozar el triunfo en la capital francesa al llegar a la final de dobles al lado de otro gran tenista granadino, José Higueras, pero los americanos Gene Mayer y Hank Pfister se mostraron intratables (3-6, 2-6 y 2-6).

Pero vamos por los grandes triunfos. Primero, ganó el 7 de septiembre de 1975, con su raqueta de madera Slazenger Challenge n.º 1, el Abierto de Estados Unidos (US Open) en Forest Hills (Nueva York), ante el ídolo local Jimmy Connors, por 6-4, 6-3 y 6-3, tras haber eliminado al rumano Ilie Nastase en cuartos de final y al argentino Guillermo Vilas en una épica semifinal –la víspera– que duró hasta media noche y en la que remontó en el cuarto set un 0-5 adverso para imponerse en cinco sets: 4-6, 1-6, 6-2, 7-5 y 6-4.

Ese mismo año, con Juan Gisbert, se impuso en dobles en la Copa de Maestros (Masters) celebrada en Estocolmo y en 1976 hizo lo propio en individuales, en Houston (EEUU), después de batir en una sensacional final al polaco Wojtek Fibak por 5-7, 6-2, 0-6, 7-6 y 6-1. Orantes, debido a su formidable nivel –accedió al 2.º puesto del ranking mundial el 23 de agosto de 1973–, se clasificó para jugar la Copa de Maestros individual ininterrumpidamente de 1972 a 1977.

Amén del Abierto de EEUU y el Masters, el tenista andaluz obtuvo 31 títulos profesionales individuales, fundamentalmente en 1975 (8) y 1976 (7). A saber: Barcelona (1969, 1971 y 1976), Caracas (1972), Roma (1972), Bruselas (1972), Hamburgo (1972 y 1975), Bastad (1972 y 1975), Valencia (1973 y 1976), Niza (1973), Louisville (1973), Indianápolis (1973, 1975 y 1977), El Cairo (1975), Montecarlo (1975), Bournemouth (1975 y 1982), Toronto (1975), Múnich (1976 y 1979), Kitzbuehel (1976), Teherán (1976), Madrid (1976), Boston (1977 y 1978), Tokio (1977) y Palermo (1981). El último entorchado fue el de Bournemouth (Reino Unido) el 19 de abril de 1982.

Asimismo, fue finalista en 34 torneos, amén del citado en Roland Garros: Montecarlo (1970), Buenos Aires (1970), Caracas (1971), Johannesburgo (1972), South Orange (1972), Barcelona (1972, 1973, 1974 y 1977), Montreal (1973 y 1974), Roma (1973 y 1975), Bastad (1973), Kitzbuehel (1973), Cincinnati (1973), Gstaad (1974), Buenos Aires (1974), Valencia (1975 y 1979), Madrid (1975 y 1979), Tokio (1975), Calcuta (1975), Bournemouth (1976), Hamburgo (1976 y 1977), Düsseldorf (1976), Myrtle Beach (1976), Londres (1976), Estocolmo (1976), North Conway (1977), Manila (1977), Dorado Beach (1979) y Niza (1980 y 1983). Su última final resultó la de Niza en 1983, perdida ante el sueco Henrik Sundstrom.

En el apartado de dobles, a lo largo de su carrera ganó 21 torneos. Trece con Juan Gisbert: Nueva York (1971), Salisbury (1971), Bruselas (1972), Eastbourne (1972), Barcelona (1972 y 1973), Bournemouth (1975), Hamburgo (1975), Indianápolis (1975), Teherán (1975), Calcuta (1975), Valencia (1976) y Múnich (1976). Uno con Andrés Gimeno: Salisbury (1972). Uno con Ion Tiriac: Louisville (1973). Uno con Antonio Muñoz: Múnich (1974). Uno con Pepe Higueras: Gstaad (1974). Tres con Guillermo Vilas: Montreal (1974), Teherán (1974) y Buenos Aires (1974). Y uno con Raúl Ramírez: Viña del Mar (1982).

También llegó a 20 finales de dobles, sin el éxito del triunfo final en Kansas City (1972), Hampton (1972), Caracas (1972), Madrid (1972, 1975 y 1977), Hamburgo (1973), Eastbourne (1973), Indianápolis (1973), Barcelona (1973 y 1974), Montecarlo (1974), Tucson (1974), Tokio (1975), Bastad (1975), Teherán (1976), Montreal (1976), Bournemouth (1976) y Buenos Aires (1982).

Para terminar el repaso a esta excepcional trayectoria tenística, hay que subrayar que, como miembro del equipo español y amén de las reseñadas participaciones en los Juegos, disputó 38 eliminatorias de la Copa Davis desde 1967 a 1980, con 60 victorias y 27 derrotas, y ganó en dos ocasiones la Copa del Mundo por Equipos en compañía de su paisano Higueras, en 1978 (primera edición) y en 1983, ambas veces imponiéndose a Australia por 2-1.

Manolo Orantes puso punto final a su carrera como tenista profesional en julio de 1984, luego de caer en primera ronda del Torneo de Kitzbuehel, en Austria. Tras su retirada de las pistas, siguió vinculado al mundo del tenis como entrenador –director de la escuela del CT La Salud– y capitán del equipo español de Copa Davis desde 1985 a 1992, no sin serios problemas en los últimos años.

Miembro de la Real Orden del Mérito Deportivo, en la categoría de medalla de oro, a posteriori creó en Barcelona su propia escuela de tenis, la Manuel Orantes Future Pros, donde durante varios años ofreció sus experiencias y conocimientos como gestor y entrenador –junto con Pedro Mora, Francisco Martínez, Fernando Luna y Miguel Mor– a jóvenes promesas del tenis nacional e internacional. Asimismo, caballeroso y entusiasta del tenis, ha sabido entusiasmar por toda la geografía española a través de conferencias y cursos a padres y jóvenes deportistas que han querido ser tenistas, haciendo gala de una admirable capacidad para comunicar y convocar.

El 15 de abril de 2012 ingresó en el Salón de la Fama del Tenis en reconocimiento a su gran carrera deportiva. Otras distinciones que posee son los Premios Nacionales del Deporte de 1967 y 1976 y el Premio Andalucía de los Deportes de 1987. Actualmente, sigue viviendo en Barcelona junto a su esposa Rosa –tienen dos hijos, Manolo y Pol– y mantiene su ligazón con el tenis, mucho menor que antes, desde su cargo de director técnico de la Escuela de Tenis Bonasport.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 7 de diciembre de 2020