Manuel
Jara
Manuel Jara Pozo
02.09.1955
Sevilla
Juegos Paralímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1976 Toronto (Canadá) | Natación | Masculina | 100 braza D | Puesto 8 |
1976 Toronto (Canadá) | Natación | Masculina | 100 espalda D | Puesto 6 |
1976 Toronto (Canadá) | Natación | Masculina | 100 libre D | Puesto 11 |
1976 Toronto (Canadá) | Natación | Masculina | 200 estilos D | Puesto 7 |
1984 Nueva York (EE.UU.) / Stoke Mandeville (GBR) | Baloncesto_en silla | Masculina | Baloncesto en silla | Puesto 10 |
Biografía de Manuel Jara Pozo
Los que le conocieron deslizándose sobre las aguas de las piscinas afirman que era un nadador excelente, capaz de grandes cosas gracias a su fuerza y pese a la discapacidad física –amputación de una pierna y deformidad en la cadera– que tuvo desde el momento de nacer. Otros dicen que se le daba muy bien el baloncesto debido, entre otros factores, a su alargado tronco, desde el que podía sentir mucho más cerca que otros la canasta contraria. Facultades todas ellas que le permitieron acudir dos veces a las Paralimpiadas y, singularmente, en cada una de estas disciplinas deportivas.
Nacido el 2 de septiembre de 1955 en Sevilla e hijo de Gloria y Daniel, Manuel Jara creció en el barrio obrero de Los Pajaritos –donde siempre vivió– en el seno de una familia humilde en la que, desde pequeño, tuvo que aportar como uno más para sacar adelante el día a día. Sus obligaciones en casa, empero, no le impidieron a temprana edad desarrollarse en el medio deportivo y, concretamente, en la natación, donde dio sus primeras brazadas bajo la afiliación a la Asociación Nacional de Inválidos Civiles (ANIC) y en el marco de la entonces descubierta piscina del Club Natación Sevilla, en la calle Trastamara.
En tal escenario debutó en competición participando en 1970 en la primera edición de los Campeonatos de España de natación para discapacitados, que se desarrollaron dentro de los Juegos Deportivos de Otoño de la ciudad hispalense. Más adelante, pasó sus entrenamientos a la piscina del centro Virgen de los Reyes, donde fue adquiriendo el suficiente nivel como para llegar a la primera escena estatal y lograr en 1976, siendo miembro del equipo de Sevilla, la medalla de bronce en el relevo 4×50 estilos –junto a José Manuel Plaza, Paco Flores y Adolfo Fernández– en los III Juegos Nacionales de Deportes para Minusválidos celebrados en Madrid. Fue la primera de muchas preseas posteriores y un resultado que le permitió ser convocado para un triangular internacional celebrado en Zaragoza entre España, Francia y Alemania ese mismo año y, a continuación, viajar nada menos que a los Juegos Paralímpicos de Toronto.
En la capital anglófona de Canadá, Manolo Jara fue uno de los ocho deportistas que inauguraron la historia paralímpica del deporte andaluz. ¡Primera participación!, que en su caso se saldó con tres diplomas en la clase D, de las cuatro pruebas que disputó. En 100 braza, acabó en la 8.ª posición (entre 15 participantes) después de haber ocupado esa plaza tanto en las series (con un tiempo de 1:52.74) como en la final (1:57.02). Ganó el holandés K. W. Hanse, con 1:31.11.
En 100 espalda, pasó a la final con el octavo mejor tiempo de las eliminatorias (1:26.75) y en la final subió hasta el 6.º puesto (1:27.44) –el título se lo llevó el francés Villatte, con 1:19.07–, mientras que en 100 libre, con una inscripción de 22 nadadores, fue 11.º en las series (1:19.55) y se quedó fuera de la final, donde se impuso el alemán federal P. Wismath (1:04.11). Por último, en la prueba de 200 estilos –denominada oficialmente 4×50 estilos individual–, Jara acabó 7.º en series (3:26.49) y en la final (3:33.87), lejos del campeón, el holandés Hanse (2:55.91).
A partir de 1977, nuestro protagonista entró en el grupo de nadadores de Laura Sánchez, con base en distintas piscinas de la ciudad (Club Natación Sevilla, Tiro de Línea, Padres Blancos, etc.) y, al lado de los también paralímpicos José Manuel Plaza y Marifi Monterrubio, prosiguió su triunfal marcha por los campeonatos de España a golpe de medallas: Bilbao 1977 (campeón en 100 espalda y 4×100 libre, plata en 4×50 estilos y 100 braza, y bronce en 100 libre), Pamplona 1978 (plata en 100 braza y bronce en 4×100 libre), Castellón 1979 (plata en 200 libre y bronce en 100 braza, 4×50 estilos y 4×100 libre), Salamanca 1980 (bronce en 100 braza) y Sabadell 1982 (plata en 4×100 libre y bronce en 4×100 estilos).
Manolo, buen deportista, pudo compaginar su dedicación a la natación con solventes pinitos en atletismo, concretamente en las pruebas de lanzamiento de peso y jabalina y salto de altura –afirmaba haber sido campeón de España en alguna ocasión–, y, sobre todo, con una trayectoria en toda regla en baloncesto en silla, como jugador del CD Virgen del Rocío y de la selección española.
Jara fue uno de los jugadores precursores del club hispalense y miembro de aquellas plantillas de los años 70 que dominaban el panorama doméstico ocupando las primeras posiciones en las diferentes competiciones. Así, en el Torneo Nacional de la Seguridad Social, el equipo hospitalario, con Manolo en sus filas portando el dorsal 14, fue subcampeón en 1974 y campeón en 1975, mientras que en la Liga Nacional –instaurada en 1976 como continuación del anterior torneo– entonó el alirón en 1977 y 1978, y quedó en segunda posición en 1976, 1979, 1980, 1981, 1982 y 1983. Por último, en la Copa del Rey (creada en 1978), los sevillanos –con Jara– se impusieron en 1978, 1982 y 1985, y perdieron la final en 1980, 1981 y 1983.
Jugador alto y resolutivo bajo la pintura, el seleccionador nacional José Barbero llegó a reclamarlo para seis grandes campeonatos –de todos los tipos–, en los que el sevillano sumó 31 internacionalidades. Debutó en los Juegos Internacionales de Stoke Mandeville de 1977 (6.º), acontecimiento que volvió a disputar al año siguiente (4.º en 1978), y también conoció el Campeonato de Europa (5.º en Kerpape 1978), la Copa de Oro o campeonato del mundo (7.º en Tampa 1979), los primeros Juegos Europeos de París 1983 (medalla de bronce) y los Juegos Paralímpicos: los de Stoke Mandeville 1984, que resultaron su última competición internacional.
El de Los Pajaritos pisó la Villa Paralímpica junto a Pedro Alonso, Tadeo Armengol, Cesáreo Ruiz, Antonio Gómez y los también andaluces Henares, Joaquín Fernández, Cristóbal Gallardo, José Luis Benítez, Manuel Cáceres, Paco Pérez y Luis Albelda. Dieciocho equipos compusieron el torneo, cuya primera fase se saldó para los españoles con una victoria (74-62 a Alemania Federal) y dos derrotas, ante Israel (76-58) y México (79-90). Ello les condujo al 4.º puesto de su grupo e ineludiblemente a disputar los puestos de consolación, ya que el acceso a cuartos de final estaba reservado a los dos primeros equipos de cada una de las cuatro fracciones. Por tales puestos, los españoles se impusieron a los yugoslavos (82-60) y, por la novena posición, cayeron frente a los italianos (56-77), de forma que ocuparon la 10.ª plaza final.
Superada la treintena, Manolo Jara se desvinculó totalmente del deporte a raíz de que fuese agraciado por un importante premio de la Lotería Nacional, el cual le permitió dedicarse al negocio de la compra-venta de viviendas y a disfrutar de la vida como él la entendía desde una posición acomodada, siempre viviendo en su ciudad natal en cuyas calles, de vez en cuando, volvió a encontrarse con los compañeros de aquella esplendorosa etapa deportiva de juventud.
Manuel Jara Pozo falleció el 23 de febrero de 2016 en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, víctima de un infarto, a la edad de 60 años.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 18 de octubre de 2020