Alfredo
Spínola
Alfredo Javier Spínola Montoro
26.09.1958
Granada
Juegos Paralímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1992 Albertville (Francia) | Esquí alpino | Masculina | Descenso LW2 | Puesto 24 |
1992 Albertville (Francia) | Esquí alpino | Masculina | Gigante LW2 | Puesto 17 |
1992 Albertville (Francia) | Esquí alpino | Masculina | Eslalon LW2 | No terminó |
1994 Lillehammer (Noruega) | Esquí alpino | Masculina | Supergigante LW2 | Puesto 28 |
1994 Lillehammer (Noruega) | Esquí alpino | Masculina | Gigante LW2 | Descalificado |
1994 Lillehammer (Noruega) | Esquí alpino | Masculina | Eslalon LW2 | Descalificado |
Biografía de Alfredo Javier Spínola Montoro
Uno de los cinco andaluces que puede vanagloriarse de haber estado en unos Juegos Paralímpicos de Invierno es Alfredo Spínola, granadino nacido en la capital el 26 de septiembre de 1958 en el seno de una familia que amaba el maravilloso medio natural de Sierra Nevada y que disfrutaba de él sobre los esquís. Era el caso de sus padres, Pepe Spínola y María Montoro, que tanto recibieron del macizo y tanto le dieron en los años 40 y 50 del siglo pasado, o su tío Demetrio, pionero del esquí granadino, socio fundador de la Sociedad Sierra Nevada y artesano de las tablas de madera que falleció en 1966 al estrellarse contra los Peñones de San Francisco cuando practicaba otra de sus aficiones, volar en avioneta.
Con solo ocho meses de vida, Alfredo marchó con sus tres hermanos mayores –luego nacería el quinto y último hijo del matrimonio– y padres a Málaga debido al traslado laboral paterno, que era subteniente del Ejército, de forma que fue en la capital de la Costa del Sol, lejos de la nieve y el frío, donde nuestro protagonista creció y estudió –hizo la Enseñanza General Básica y el bachillerato en los Salesianos– hasta que con 15 años la familia Spínola Montoro regresó al terruño. En Granada, Alfredo empezó a trabajar esporádicamente hasta que al cumplir los veinte años ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía, donde desarrollaría su vocación durante diez años.
La interrupción de su profesión vino determinada por un acontecimiento que provocaría un giro en la línea de su vida como fue el accidente de moto sufrido en marzo de 1987, a consecuencia del cual sufrió la amputación de la pierna derecha a nivel del fémur. Tras una rápida rehabilitación y una perspectiva vital diferente ante sí, como él afirma, no perdió el tiempo y tomó la decisión de continuar la tradición familiar en deportes de nieve convirtiéndose en esquiador de competición.
Así, con un recorrido previo en la nieve que podríamos calificar de intermitente, en noviembre del mismo año 1987 empezó a entrenar en Sierra Nevada al lado de “veteranos” del esquí adaptado como Pepe Bombillar y Javier Pascual y a habituarse al deslizamiento sobre una sola pierna y dos estabilos, de forma que, encuadrado en la categoría LW2 de discapacidad física y apenas un año y un mes después del accidente, debutó en competición en los II Campeonatos de España de Esquí para Minusválidos, celebrados precisamente en la sierra granadina el fin de semana del 23-24 de abril de 1988.
Tras el estreno en casa, Alfredo Spínola acudió anualmente a la cita con los campeonatos nacionales hasta la temporada 1996-1997, destacando que en 1990, en Andorra, se colgó la primera de muchas medallas (plata en eslalon). Tras un paréntesis de tres inviernos, el granadino volvió a ponerse el buzo de competición en 2001 y 2002 y, luego de un nuevo parón de cinco años, hizo lo propio en 2008, en La Molina (Gerona), para apoyar y acompañar a su amigo el malagueño Salvador Navas, que debutaba en los nacionales.
Definitivamente, nuestro biografiado se despidió del campeonato estatal en 2009, cerrando un ciclo de 21 años en el alto nivel de forma muy simbólica, ya que el escenario volvió a ser “su” Sierra Nevada y, cómo no, el podio, que pisaba por 30.ª vez para recoger la medalla de plata en eslalon categoría de pie. En su cuenta particular global, relucen 5 medallas de oro (1991, 1993 y 2002 en eslalon; 1993 y 2002 en combinada), 18 de plata (1992, 1993, 1994, 1995 y 2001 en supergigante; 1992, 1993, 1994, 1995 y 2002 en gigante; 1990, 1992, 1994, 1995, 2008 y 2009 en eslalon; 1994 y 1995 en combinada) y 7 de bronce (1997 en descenso; 1991 y 1997 en supergigante; 1996, 1997 y 2001 en gigante; 1997 en eslalon).
De forma paralela a su desempeño en el principal acontecimiento del calendario español y gracias a los méritos acumulados en este, Spínola recibió la primera llamada del equipo nacional en 1988 para competir en el Campeonato de Francia Open –repitió en 1990 y 1991. Luego, a raíz de los Campeonatos de España de 1991, que acogió Sierra Nevada y en los cuales el andaluz obtuvo su primera corona estatal, compitió por España en eventos mayores, como diversas ediciones de la Copa Internacional de los Pirineos –en Formigueres 1993 ganó el eslalon y fue segundo en gigante LW2–, el Campeonato del Mundo de 1996 disputado en Lech (Austria) –su despedida del equipo nacional– y, sobre todo, dos ediciones de los Juegos Paralímpicos de Invierno.
En Albertville 1992, Alfredo se convirtió oficialmente en deportista paralímpico en la mañana del 11 de marzo cuando partió en la prueba de descenso LW2 que tuvo lugar en la estación de Tignes y que concluyó en 24.ª posición, con un tiempo de 1:32.81, por los 1:12.81 del campeón, el americano Greg Mannino. Cuatro días más tarde, el granadino no pudo concluir el eslalon y el día 17 cerró su primera participación en los Juegos clasificándose 17.º en el gigante –su suma de tiempos en las dos mangas fue de 3:16.77–, prueba que ganó al alemán Alexander Spitz (2:19.00).
Dos años más tarde, en Lillehammer (Noruega), nuestro protagonista volvió a competir en tres pruebas, si bien la especial dificultad de las bajadas técnicas, eslalon y gigante, en las que únicamente terminaron la mitad y un tercio de los concursantes, respectivamente, actuó en contra del andaluz, que fue uno de los muchos eliminados. Sí logró concluir la prueba inicial, el supergigante, ganado por Mannino (1:17.76) y donde ocupó el 28.º puesto (1:47.02).
En la actualidad, Alfredo Spínola reside junto a su mujer, Shirley, y la hija de ambos, Aniela, en Pulianas, localidad del cinturón de Granada, y sigue disfrutando de la nieve con los amigos como hacía de joven.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 22 de octubre de 2020