Ángel
Alamillo
Ángel Alamillo Hermosell
23.03.1955
Sevilla
Juegos Paralímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1976 Toronto (Canadá) | Baloncesto_en silla | Masculina | Baloncesto en silla | Puesto 9 |
1980 Arnhem (Holanda) | Baloncesto_en silla | Masculina | Baloncesto en silla | Puesto 11 |
Biografía de Ángel Alamillo Hermosell
Ángel Alamillo, discapacitado físico de clase 1, fue uno de los primeros integrantes no parapléjicos del Club Deportivo Virgen del Rocío, fundado en el homónimo hospital universitario sevillano en 1969 gracias al onubense Antonio Jiménez Cano, quien impulsó su constitución desde el departamento de Rehabilitación con la intención de completar, mediante el deporte, la asistencia a personas afectadas de paraplejia, espina bífida y amputaciones. Naciendo en esta cantera de grandes deportistas, nuestro protagonista llegó a la selección española de baloncesto en silla de ruedas y logró disputar dos Juegos Paralímpicos, otros tantos europeos y un mundial.
Nacido el 23 de marzo de 1955 en Sevilla, las secuelas que le dejó la poliomielitis que padeció a los diez días de nacer –fundamentalmente pérdida de la movilidad en la cadera y extremidades inferiores– y su deseo de superarlas le llevaron a la práctica deportiva, concretamente a la natación –disciplina en la que llegó a competir en su adolescencia en distancias largas (1.500 y 3.000 metros)–, a la par que trabajaba de viernes a domingo como taquillero en la venta de entradas por Sevilla.
Sin embargo, el medio acuático no llegó a proporcionar al hispalense las satisfacciones que buscaba y, animado por Juanito Alcocer Campano, quien formaba parte del equipo, saltó de la piscina a la cancha de baloncesto para entrenar en el Virgen del Rocío. Corría el año 1973 cuando Ángel, con la reciente mayoría de edad, ingresaba en el club hospitalario y encajaba en el deporte que lo engancharía durante años, aunque sin renunciar a otras experiencias como la participación, por diversión, en el II Campeonato de España de Atletismo para Minusválidos organizado en junio de 1973 en Santander. Allí, Ángel conformó un singular relevo 4×100, junto a Montenegro, Emiliano Barrera y Antonio Pérez Nogales, que se alzó con la medalla de oro en la modalidad en silla.
Los cambios en la vida de nuestro biografiado habían comenzado y continuarían en 1974 ya que empezó a trabajar como celador del propio Virgen del Rocío una vez aprobadas las oposiciones. Paralelamente, se consolidaba en el equipo de baloncesto, reforzado con la incorporación de dos paisanos –José Antonio Montenegro y Manuel Moreno, de mayor movilidad–, y era convocado por primera vez para la selección española, con la que participó en el III Campeonato de Europa, celebrado en la ciudad bretona de Ploemeur (Francia) del 20 de mayo al 6 de junio de 1974 y donde España se clasificó 5.ª.
En 1975, llegó el primer éxito competitivo de club en forma de triunfo en el Torneo Nacional de la Seguridad Social (V Campeonato de España), que precisamente ese año desapareció para dar paso a la Liga Nacional a partir de la temporada 1975-1976. Los sevillanos, que habían sido subcampeones en 1974, vencieron en la final al ANIC de Barcelona por 49 a 44.
Ese mismo año, nuestro biografiado logró una nueva hazaña con el combinado nacional en los Juegos Internacionales de Stoke Mandeville al proclamarse campeones del torneo B, demostrando un aplastante dominio ante Yugoslavia (91-36), Japón (74-20), Dinamarca (65-27), Sudáfrica (61-30) e Italia (56-31), lo cual les otorgó el ascenso a la Primera División por naciones y la clasificación para los Juegos Paralímpicos de 1976, del 3 al 11 de agosto, en la ciudad canadiense de Toronto.
Hasta allí se desplazaron los andaluces Alamillo, Montenegro y Moreno, amén de Eloy Guerrero, José Clúa, Domingo Jiménez, Manuel Solaz, José Sabaté, Ramos, Federico Llorens, Jesús Vallejo y Tomás Santana. El torneo masculino constó de 21 equipos, divididos en cuatro grupos durante la primera fase, de la que los dos primeros de cada fracción pasaban a cuartos de final. España perdió con Argentina (46-73) y Alemania Federal (41-59), empató con Reino Unido (38-38) y ganó a Dinamarca (68-29), lo que le otorgó el 4.º puesto del grupo C, por detrás de argentinos, británicos y alemanes, por tanto, eliminada. El torneo lo ganó Estados Unidos, que derrotó en la final a Israel.
Tras la primera experiencia paralímpica, la vuelta a la competición nacional no pudo ir mejor para el baloncestista sevillano, ya que el equipo Virgen del Rocío lograba en 1977 su primer título de liga –en 1976 había sido subcampeón–, tras el cual recibieron un homenaje de la Federación Sevillana de Baloncesto y jugaron (19 de junio) un amistoso contra un combinado nacional en las instalaciones del hospital.
En este ciclo paralímpico, el club hispalense volvería a ganar la liga en 1978 y sería subcampeón en 1979 y 1980, en tanto que en la novedosa Copa del Rey ganaría la edición inaugural de 1978 –venció en Madrid al ANIC barcelonés– y sería subcampeón en 1980 en Sabadell, derrotado por el ya pujante Ademi de Málaga.
No obstante, el mayor éxito del conjunto andaluz lo vivió Alamillo en mayo de 1979 cuando se alzó con el subcampeonato del torneo continental que congregó a ocho clubes europeos campeones nacionales, representantes de Holanda, Inglaterra, Italia, Alemania, Suecia, Bélgica y, obviamente, España –no confundir con la Copa de Europa de clubes. Los sevillanos superaron en la fase previa a los belgas (anfitriones), ingleses y holandeses y, en semifinales, a los italianos, y en la final volvieron a toparse con los locales, que esta vez ganaron por siete puntos de ventaja.
De nuevo con la selección española, Ángel participó por segunda vez en el Campeonato de Europa en 1977, en Raalte (Holanda), donde el cuadro nacional logró el 7.º puesto, y también repitió ese año en los Juegos Internacionales de Stoke Mandeville, que España, ya ante las primeras potencias, terminó en 6.ª posición.
Ausente del Europeo y de Stoke Mandeville en 1978, Ángel retornó al combinado español con motivo de su participación en la III Copa de Oro (Campeonato del Mundo), que tuvo lugar en 1979 en Tampa, estado de Florida (Estados Unidos), y que España concluyó en 7.ª plaza, lo que implicaba, además, volver a los Juegos Paralímpicos.
En Arnhem 1980 solo Ángel Alamillo se mantuvo del equipo de Toronto; el resto era novato: Manuel Cáceres, Joaquín Fernández, Antonio Henares, Francisco Pérez, Salvador Zurita, Gaspar Anaya (que hizo las veces de jugador-entrenador), Jesús Guerrero, Juan Berrio y Antonio Salazar, siendo estos dos últimos los únicos no andaluces. No obstante, Alamillo no tenía contemplado volver a participar en unos Juegos. Aquel verano ya había programado con su mujer, Blanca, y un matrimonio amigo unas vacaciones en Dinamarca que nunca realizó porque aceptó en el último instante la llamada de la selección para viajar a las que se serían sus segundas y últimas Paralimpiadas.
El torneo de 1980 fue, sin duda, maratoniano y complejo. En la primera fase, España ganó a Australia (73-56) e Italia (74-56) y perdió ante Estados Unidos (45-79) y Japón (65-70), lo que la situó en la tercera plaza de su grupo, por detrás de americanos y japoneses, y la condujo a integrarse durante la segunda ronda en uno de los dos grupos de consolación, para dilucidar los puestos del 9.º al 17.º. En esta fase, España acabó segunda del grupo G, tras Bélgica, habiendo perdido ante el combinado belga (55-64) y ganado a Italia (80-64), Brasil (92-44) y Egipto (133-31). Por ello, pudo disputar las plazas 9.º a 12.ª con los dos primeros del otro grupo, siendo finalmente 11.ª, tras caer ante Alemania Federal (53-65) y ganar en el último partido a Reino Unido (66-54).
Después de estos Juegos, Ángel se retiró de la selección. Desavenencias con la federación y el diagnóstico de que padecía espondilitis anquilosante –una artritis crónica que afecta a huesos y articulaciones en la base de la columna– le instaron a decir adiós con 41 internacionalidades. Con el tiempo, esta enfermedad le hizo cambiar la muleta por la silla y le provocó la baja por gran invalidez.
No obstante, aún pudo mostrar su capacidad algunos años más en el ámbito de club, contribuyendo a los últimos éxitos del Virgen del Rocío. Así, ganó la Copa del Rey en 1982, 1985, 1987 y 1988 y fue segundo en 1981, 1983 y 1989, mientras en la Liga Nacional se impuso en 1988 y fue subcampeón en 1981, 1982, 1983 y 1989.
Terminada su época de jugador, Ángel Alamillo estuvo en la selección española como segundo entrenador en algunos campeonatos, pero, fundamentalmente, entrenó al Club Deportivo Buhaira, que ayudó a fundar en 1992 junto a Manuel Puente, dueño de la empresa ortopédica que daba nombre a la entidad. De 1992 a 1995 dirigió a su equipo femenino, el primero de su tipo en Andalucía y que llegaría, bajo su batuta, a ser subcampeón de la Copa de la Reina en 1994 y 1995. Más tarde, Ángel entrenó al cuadro masculino, en el que aún llegó a jugar algunos partidos en la temporada 1996-1997, en la Segunda División, antes del cierre del club a finales de ese año.
Jubilado y retirado de la práctica deportiva, Ángel Alamillo siguió viviendo en Sevilla hasta el 25 de junio de 2018, cuando sufrió un infarto letal.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 15 de octubre de 2020