David
García
David García del Valle
13.06.1981
Almería
Juegos Paralímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
2000 Sídney (Australia) | Judo | Masculina | -66 kg | Medalla de plata |
2004 Atenas (Grecia) | Judo | Masculina | -66 kg | Medalla de plata |
2008 Pekín (China) | Judo | Masculina | -66 kg | Puesto 9 |
2012 Londres (Reino Unido) | Judo | Masculina | -66 kg | Puesto 5 |
Biografía de David García del Valle
Haber participado en cuatro Juegos es, sin duda, una cifra privilegiada para cualquier deportista sea de la disciplina que sea, pero si hablamos de judo, deporte que desgasta sobremanera y azota con múltiples lesiones a sus practicantes, el número adquiere un especial valor. Dos paralímpicos andaluces han alcanzado este número, el malagueño Rafael Moreno y nuestro actual protagonista, el almeriense David García del Valle, todo un nombre propio del deporte adaptado en Andalucía por méritos propios, entre los que destacan dos medallas de plata en las Paralimpiadas, tres títulos europeos y dos metales mundialistas.
David nació el 13 de junio de 1981 en Almería capital, siendo hijo único. Al padecer una deficiencia visual congénita, sus padres Luis Miguel y María Judith le introdujeron en la práctica del judo cuando aún no había cumplido los tres años de edad pensando que sería el modo idóneo para su integración con otros niños de su edad. Por tanto, empezó en el deporte antes incluso que los estudios, los cuales realizó primero en el Colegio Los Franciscanos y luego en el Instituto Al-Ándalus, si bien su verdadero “maestro” fue Antonio Roales, quien desde los comienzos guio sus pasos en el tatami del Gimnasio Central.
Bien podemos afirmar que, tras tantos años de aprendizaje y perfeccionamiento, la progresión de David le condujo de lleno al alto nivel en 1996 al proclamarse esa temporada por primera vez campeón de España con 15 años de edad. Un año después, además, acudió con el equipo nacional a su primer Campeonato de Europa, el de Città di Castello (Italia), y se apoderó de una medalla de bronce individual –y otra por equipos, si bien en esta competición colectiva no llegó a actuar y se quedó como suplente debido a su juventud– con la que inauguraba su palmarés internacional.
Siempre en el peso semiligero, los siguientes pasos no hicieron sino confirmar la calidad de este luchador de carácter: en 1998 debutó en el Campeonato del Mundo en Madrid, volviendo a conseguir un bronce, y en 1999 explotó en el Europeo de Mittersill (Austria), donde se coronó campeón continental en la categoría de -66 kilos y colaboró, esta vez sí, al triunfo del equipo español masculino. Por si fuera poco, ganó el torneo de clasificación paralímpica celebrado en 1999 en Déols (Francia) y, por tanto, en 2000, con 19 añitos, tuvo la oportunidad de estrenarse en el acontecimiento deportivo con el que todos sueñan: los Juegos Paralímpicos.
En Sídney, el almeriense compitió en el peso semiligero (-66 kilos), que reunió a 12 yudocas. David quedó exento de los octavos de final y debutó en cuartos ganando por ippon al alemán Sebastian Junk. En semifinales, el mismo desenlace ante el ruso Oleg Chabachov le metió de lleno en una final meritoria a todas luces habida cuenta la juventud de David. En el combate crucial, el japonés Satoshi Fujimoto ganó por waza-ari y el andaluz se trajo de Australia una medalla de plata.
En el camino hacia la siguiente Paralimpiada, Atenas 2004, no cesaron los éxitos de García del Valle, que renovó su cetro europeo en Ufá (Rusia) en 2001, mismo año en el que se llevó la Copa del Mundo celebrada en Río de Janeiro (Brasil). Luego se perdió el Campeonato del Mundo de Roma 2002 por lesión y en 2003 sí estuvo en los Juegos Mundiales de la IBSA de Quebec (Canadá), donde se alzó con medalla de plata. A su vez, en estos años hubo cambios importantes en su vida personal, pues se trasladó a vivir a Aguadulce e ingresó en el Ayuntamiento de Almería como administrativo de la empresa municipal de limpieza, Urbaser.
Más maduro, por tanto, se presentó a sus segundos Juegos, en la capital helena. Trece yudocas compitieron en su división y David no dio tregua a sus rivales, batiendo en octavos al local Efstathios Soutios por ippon, en cuartos al coreano Jong Dae Lee por waza-ari y en semifinales a Ching Cheng Lee, representante de China Taipéi, también por waza-ari. Sin embargo, en la gran final volvió a toparse con el japonés Fujimoto, que le ganó por yuko. Segunda medalla de plata para el yudoca andaluz en otras tantas participaciones.
Un tercer título europeo, en Vlaardingen (Holanda) en 2005, abrió con buenas perspectivas el siguiente ciclo, en el que repitió la 5.ª plaza tanto en el Campeonato del Mundo de 2006, en Brommat (Francia), como en los Juegos Mundiales de la IBSA de 2007, en Sao Paulo (Brasil).
De forma que se presentó en Pekín 2008 como uno de los claros aspirantes al oro, si bien una más que nunca inoportuna lesión de rodilla trastocó sus ambiciones y perdió a las primeras de cambio: cayó por ippon en octavos de final ante el iraní Reza Golmohammadi Andarian. No obstante, David accedió a la repesca al llegar el asiático a semifinales, aunque el andaluz cayó igualmente ante el ucraniano Sergii Karpeniuk por abandono al sufrir la rotura de un ligamento cruzado. Por el oro, se impuso el argelino Sid Ali Lamri, que derrotó al hasta entonces intratable Fujimoto.
De este duro revés nuestro protagonista tardó en recuperarse, como reflejan sus prestaciones en las siguientes grandes competiciones: 9.º en el Europeo de Debrecen 2009, 7.º en el Mundial de Antalya 2010 y 9.º en los Juegos Mundiales de la IBSA celebrados en 2011 en la misma ciudad turca. No obstante, el espíritu luchador del almeriense no le permitió rendirse y a finales de ese año 2011 volvió a sus resultados de antaño y conquistó su quinta medalla continental, esta vez un bronce en Crawley (Reino Unido). Una presea que le abrió las puertas de sus cuartos Juegos.
En Londres 2012, el almeriense volvió a dar la cara, quedándose fuera del podio pero logrando un meritorio diploma. Nueve yudocas participaron en -66 kilos y siete empezaron directamente en cuartos de final, entre ellos García del Valle, que se impuso en dicha fase al venezolano Marcos Falcón por yuko. Después, perdió en semifinales ante el ucraniano Davyd Khorava –luego campeón– por waza-ari y, por el bronce, tampoco pudo con Sid Ali Lamri, defensor de la corona, que le derrotó por waza-ari. Por tanto, 5.ª posición para nuestro biografiado en su despedida de los Juegos.
En la recta final de su singladura deportiva, David volvió a ser internacional en 2013 –concurrió en diciembre al Campeonato de Europa, en Eger (Hungría), pero quedó fuera de los ocho primeros puestos– y siguió compitiendo hasta principios de 2014, cuando, tras ganar la medalla de plata en el Campeonato de España en 73 kg, ya fuera de su peso de siempre, decidió retirarse de la competición, en la que en todos estos años sumó 18 títulos de campeón de España, además de haber participado en cinco fases finales del Nacional absoluto, junto a yudocas sin discapacidad. Otro hito importante de su carrera fue el ingreso en 2009 en la Real Orden del Mérito Deportivo en la categoría de medalla de bronce.
Sin alejarse del tatami, en los últimos años se ha dedicado a la formación y enseñanza del judo a los jóvenes. Ha sido colaborador docente de José Gallego en Actividad Física Adaptada en la Universidad de Almería; ha completado su formación sacándose los títulos de Maestro Entrenador Nacional y de Defensa personal y Técnico deportivo; y desde 2014 imparte su experiencia en el Club Koudougakusya de Vícar, al que recientemente se ha unido otro club en Viator.
Otro aspecto de su vida ha sido que a finales de 2015 concurrió a las elecciones al Senado por la provincia de Almería dentro de la coalición Unidad Popular, formada por Izquierda Unida y varias plataformas vecinales, si bien tras esta experiencia efímera decidió zanjar su faceta política.
En la actualidad, David continúa viviendo en Aguadulce y, tras dejar su trabajo en el ayuntamiento almeriense, dedica todo su tiempo y atención al club. Así, en 2019 regresó al tatami para participar en la Copa de España máster convencional y se hizo con el oro en 73 kilos, mientras sus discípulos –y discípulas, gracias al fomento del judo femenino– también son asiduos del podio.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 26 de octubre de 2020