Felipe
Reyes
Felipe Reyes Cabanás
16.03.1980
Córdoba
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
2004 Atenas (Grecia) | Baloncesto | Masculina | Baloncesto | Puesto 7 |
2008 Pekín (China) | Baloncesto | Masculina | Baloncesto | Medalla de plata |
2012 Londres (Reino Unido) | Baloncesto | Masculina | Baloncesto | Medalla de plata |
2016 Río de Janeiro (Brasil) | Baloncesto | Masculina | Baloncesto | Medalla de bronce |
Biografía de Felipe Reyes Cabanás
Si Theresa Zabell posee el expediente deportivo más suntuoso del deporte femenino andaluz de todos los tiempos, su homólogo masculino es sin duda Felipe Reyes. Integrante de la generación de oro del baloncesto español, el pívot cordobés ha ganado todo lo posible en el ámbito de club y casi todo en las competiciones por naciones. Solo el oro olímpico se escapa de un palmarés rotundo, en el que brillan con luz propia tres medallas en las Olimpiadas, acontecimiento en el que es el andaluz más laureado de la historia, superando a la propia Zabell y a Rafa Lozano.
Nacido el 16 de marzo de 1980 en Córdoba, a los pocos meses de vida marchó junto a su tres hermanos mayores –Alfonso, Rafael y Miguel Ángel– y padres –Alfonso y Lola– a vivir a Madrid debido al nuevo destino militar de su progenitor. En la capital, ingresó con 10 años en la prolífica cantera baloncestística del Colegio Ramiro de Maeztu y, merced a sus cualidades, pronto promocionó a las categorías inferiores del CB Estudiantes, en las cuales progresó convenientemente bajo la atenta mirada del técnico José Vicente “Pepu” Hernández y teniendo como ídolo a Michael Jordan y como referente y espejo donde mirarse cada día a su hermano Alfonso, con el que comparte el carácter y la casta de quienes no se achican ante nada ni ante nadie.
En tales condiciones, nuestro protagonista, con 17/18 años, jugó durante la campaña 1997-1998 en el Estudiantes júnior con tal nivel de juego que, a su término, fue llamado por el seleccionador nacional júnior, Carlos Sáinz de Aja, para debutar en el Campeonato de Europa de la categoría de 1998, en Varna (Bulgaria), donde España se hizo con la medalla de oro y el primero de sus tres títulos en este torneo.
Al año siguiente (temporada 1998-1999), Felipe subió al conjunto estudiantil de la Liga EBA y llevó a cabo un notable curso –fue nominado Gigante EBA por la revista Gigantes del Basket– y, como premio, fue llamado y jugó en cuatro encuentros con el primer equipo en la ACB, siendo el debut el 4 de octubre de 1998 en Vitoria, en partido de la 6.ª jornada de liga frente el Taugrés (94-80), la primera vez que Alfonso y Felipe compartían pista. Esa campaña el Estudiantes fue subcampeón de la Copa Korac, pero, amén del estreno entre los grandes, el gran recuerdo de Felipe del año 1999 será una de las grandes proezas del baloncesto español: el título de campeón del mundo júnior logrado en Lisboa (Portugal) por los chicos de Sáinz de Aja, luego de vencer en la final a Estados Unidos por 94-87. Desde ese 25 de julio, los Júniors de Oro son Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Raúl López, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, Germán Gabriel, Francisco Cabeza, Julio Alberto González, Souleymane Drame, Antonio Bueno, Félix Herráiz y Felipe Reyes.
Plenamente integrado en la plantilla ACB del Estudiantes desde la temporada 1999-2000 –ese año fue designado por Gigantes del Basket como el jugador de mayor progresión–, con los estudiantiles jugaría hasta la campaña 2003-2004, cinco años en los que, dirigido por Pepu Hernández, logró la Copa del Rey de 2000 y el subcampeonato de liga en 2004 –el Barcelona derrotó al Estudiantes (3-2) en la serie final. A título particular, Felipe, de 204 centímetros de altura y 110 kilos de peso, se convirtió en un pívot bajo consistente, importante y providencial, con hambre de rebote y fiereza en la pista, aunque bromista y afectuoso fuera de ella. Sus promedios en la liga regular de 2003 son clarificadores: 30 minutos, 16 puntos y 10 rebotes, sin perderse uno solo de los 37 partidos y siendo el máximo reboteador de la competición y Gigante Nacional por Gigantes del Basket, como mejor jugador nativo español.
Asimismo, en estos años, cerró la etapa en las selecciones inferiores –48 veces internacional júnior y 16 promesa– con una nueva medalla, bronce en el Campeonato de Europa sub-20 de 2000, en Ohrid (Macedonia), con Carlos García como seleccionador, y entró de lleno en las convocatorias de la selección absoluta de la mano de Javier Imbroda, estrenándose el 17 de agosto de 2001 en Los Barrios (Cádiz) dentro de la ronda de partidos amistosos preparatorios para el Eurobasket, concretamente en un España-Israel (81-72).
Retomando la vida de club de Felipe, el verano de 2004 resultó especialmente estimulante para el menor de los Reyes Cabanás pues a su debut en los Juegos Olímpicos unió la operación millonaria de traspaso que Estudiantes y Real Madrid acordaron, por la que el cordobés quedaba vinculado a la entidad blanca durante cinco campañas. Felipe repetía el camino que previamente había tomado su hermano Alfonso, aunque en su caso la permanencia en el club de la Castellana ha sido prolongada ya que acumula 17 temporadas, desde la 2004-2005 a la 2020-2021. Una enormidad en términos deportivos en la que el pívot ha sabido ganarse el respeto de los rivales, el cariño de la afición y la confianza de los técnicos –Bozidar Maljkovic, Joan Plaza, Ettore Messina, Emanuele Morin y Pablo Laso– para tener su espacio y tiempo en la cancha, pese a la permanente competencia y presión que existe en el Real Madrid, habiendo reunido un palmarés de ensueño. Atentos al mismo.
Con la sección de baloncesto madridista ha sido 7 veces campeón de la Liga ACB (2005, 2007, 2013, 2015, 2016, 2018 y 2019), 6 veces ganador de la Copa del Rey (2012, 2014, 2015, 2016, 2017 y 2020), 6 veces campeón de la Supercopa (2012, 2013, 2014, 2018, 2019 y 2020), 1 vez campeón de la Copa Intercontinental de la FIBA (2015), 1 vez campeón de la Copa ULEB (2007) y, fundamentalmente, campeón de la Euroliga en las campañas 2014-2015 y 2017-2018. Además, ha sido subcampeón de liga en tres ocasiones (2012, 2014 y 2017), subcampeón de copa en seis (2005, 2007, 2010, 2011, 2018 y 2019), subcampeón de la Supercopa en dos (2004-2005 y 2009-2010) y subcampeón de la Euroliga en otras dos (2013 y 2014). Por tanto, ganador de todo lo posible.
Individualmente, nuestro biografiado ha estado tres veces incluido en el quinteto ideal de la liga (2007, 2009 y 2015), siendo las dos últimas elegido como jugador más valioso (MVP) del campeonato. Asimismo, se le otorgó el galardón de mejor jugador en las finales ligueras de 2007 y 2013. En febrero de 2019 jugó su partido número 779 en la máxima categoría del baloncesto español, superando así el récord de Joan Creus (quien había jugado 585 partidos en la Liga ACB y 193 en la antigua Liga Nacional de baloncesto, para un total 778). Es asimismo el jugador con más partidos en la Copa del Rey y en la Supercopa de España.
En el ámbito continental, en 2015, con 35 años, fue incluido en el quinteto ideal de la Euroliga. En esta competición figura en las tablas históricas (desde su constitución en 2000) como el jugador con más partidos (353), el 2.º reboteador (1.793) y el 7.º anotador (3.022), datos que hablan meridianamente de la fiabilidad y fortaleza, sin apenas lesiones, del jugador cordobés.
Similar ha sido su comportamiento defendiendo la camiseta nacional absoluta. Con 236 internacionalidades en su haber, solo le superan en número de partidos Juan Carlos Navarro (253) y Epi (239) y es que Felipe ha sido actor principal en todos y cada uno de los campeonatos disputados desde 2001 a 2016, con la excepción del Europeo de 2013, al que renunció al igual que el de 2017. En resumen, dando en la pista lo que los seleccionadores Moncho López, Mario Pesquera, Pepu Hernández, Aíto García Reneses, Sergio Scariolo y Juan Antonio Orenga le solicitaron, ha estado presente en todos los grandes éxitos de la selección española de baloncesto, excluida la plata olímpica de Los Ángeles 1984.
Medalla de bronce en el Campeonato de Europa de su debut, Turquía 2001, a este acontecimiento bienal volvió a concurrir en Suecia 2003 (plata), Serbia y Montenegro 2005 (4.º) y España 2007, donde el conjunto español cayó en la final de Madrid contra Rusia tras un final agónico y un resultado mínimo (59-60). La deseada medalla de oro se resistía, pero esta generación de la que formaba parte Felipe Reyes saldó la deuda histórica venciendo por partida triple, en Polonia 2009, Lituania 2011 y Francia-Croacia-Alemania-Letonia 2015. Tres medallas de oro continentales que redondeaban una época irrepetible y que comenzó en el Mundobasket.
Nuestro biografiado ya había asistido al Campeonato del Mundo de Indianápolis 2002, aquel en el que España cerró el torneo venciendo en casa a los Estados Unidos para adjudicarse la 5.ª posición. Cuatro años después, en Saitama (Japón), con Pepu Hernández en el banquillo, la selección española llegó a su máximo esplendor al obtener, luego de vencer a Grecia por un contundente 70-47 en la final, la medalla de oro y un título impensable. Una hazaña que todo el país disfrutó, identificándose como nunca con el baloncesto y sus protagonistas, que no fueron otros que José Manuel Calderón, Rudy Fernández, Jorge Garbajosa, Pau y Marc Gasol, Carlos Jiménez, Álex Mumbrú, Juan Carlos Navarro, Sergio Rodríguez y los andaluces Carlos Cabezas, Berni Rodríguez y Felipe Reyes.
Posteriormente, Felipe disputó otros dos mundiales, para un total de cuatro, aunque con menor brillantez coral: Turquía 2010 (6.º) y España 2014 (5.º).
¿Y los Juegos? El insustituible rol de Reyes en el puesto de cuatro le llevó a ser elegido por Mario Pesquera para viajar a los Juegos de Atenas 2004, junto a Calderón, Jaume Comas, Rodrigo de la Fuente, Roberto Dueñas, Rudy Fernández, Garbajosa, Pau Gasol, Iker Iturbe, Carlos Jiménez, Navarro y Óscar Yebra. España concluyó invicta la ronda preliminar tras ganar sus cinco partidos en el grupo A: China (83-58), Argentina (87-76), Italia (71-63), Serbia y Montenegro (76-68) y Nueva Zelanda (88-84). Sin embargo, en cuartos de final, Estados Unidos cercenó (94-102) la esperanzas de medalla y condujo a los españoles a jugarse la 7.ª plaza ante China (92-76). Curiosamente, Argentina e Italia, dos de las víctimas en la fase inicial, se acabaron jugando el título olímpico. Felipe participó en los siete encuentros anotando 50 puntos (7,1 de media) y capturando 37 rebotes (5,3).
Sin embargo, lo mejor estaba por llegar. Tanto en Pekín 2008 como en Londres 2012 la selección española de baloncesto quedó a las puertas del oro, llegando a la final y siendo derrotada en ambas por Estados Unidos. No pudo completar la triple corona que hubiera supuesto ser campeona olímpica, mundial y europea. Pero, ¡qué magníficas medallas de plata!
En China, Felipe estuvo acompañado por el malagueño Berni Rodríguez, así como por Calderón, Rudy Fernández, Garbajosa, Pau Gasol, Jiménez y Navarro –supervivientes de Atenas–, y los debutantes Marc Gasol, Raúl López, Álex Mumbrú y Ricky Rubio. Esta vez España fue 2.ª en el Grupo B de primera fase tras haber caído ante Estados Unidos (82-119) y ganado a Grecia (81-66), China (85-75), Alemania (72-59) y Angola (98-50). Luego, eliminó en cuartos a Croacia (72-59) y en semifinales a Lituania (91-86), y se jugó el título con los norteamericanos, cediendo en un colosal choque por 107-118. Reyes jugó los ocho partidos con un balance de 77 puntos (9,6 de media) –29 de ellos a los yanquis– y 41 rebotes (5,1).
Cuatro años después, nuestro cordobés y todos sus compañeros viajaron a Londres con ganas de revancha, como todo el país. Se anhelaba una nueva final ante los estadounidenses y un desenlace distinto en la capital inglesa.
En la primera fase, España acabó 3.ª del grupo B –victorias ante China (97-81), Australia (82-70) y Reino Unido (79-78) y derrotas en los dos últimos partidos frente a Rusia (74-77) y Brasil (82-88)– y accedió a las rondas eliminatorias, en las que su comportamiento fue intachable. El 8 de agosto se impuso a Francia (66-59) en cuartos de final y, dos días después, a Rusia (67-59) en semifinales.
El esperado encuentro por la medalla de oro ante Estados Unidos por fin se ofició el 12 de agosto, en el Basketball Arena londinense, aunque desgraciadamente la victoria volvió a corresponder a los americanos (100-107). Pese a ello, la actuación española fue memorable –el mejor partido de baloncesto de la historia olímpica, afirman muchos– y una segunda medalla de plata colgaba del cuello de los españoles. El equipo estuvo compuesto por Reyes –27 puntos y 28 rebotes en los ocho partidos–, Calderón, Rudy, los hermanos Gasol, Navarro y los debutantes Víctor Claver, Serge Ibaka, Sergio Llull, Sergio Rodríguez, Víctor Sada y Fernando San Emeterio.
Definitivamente, la trayectoria olímpica de Felipe Reyes se cerró en los Juegos de Río de Janeiro 2016 para los que el seleccionador nacional, Scariolo, convocó además a Calderón, Claver, Rudy, Pau Gasol, Llull, Navarro, Sergio Rodríguez, Rubio y los primerizos Guillermo Hernángómez, Álex Abrines y Nikola Mirotic. Siempre en el marco del Arena Carioca 1, España completó una fase preliminar de menos a más, perdiendo los dos primeros encuentros –ante Croacia (70-72) y Brasil (65-66)– y recuperándose frente a Nigeria (96-87), Lituania (109-59) y Argentina (92-73).
Segundo del grupo B, por detrás de Croacia y adelantando a lituanos y argentinos, el combinado nacional superó a Francia (92-67) en cuartos del final y volvió a perder ante Estados Unidos, esta vez en semifinales (76-82), lo que le relegó a la lucha por la medalla de bronce, en cuya pugna se impuso a Australia (89-88) el domingo 21 de agosto. Estados Unidos volvió a conquistar la medalla de oro al barrer en la final a Serbia (96-66). Felipe jugó los ocho partidos, con una media de 14 minutos y un total de 33 rebotes y 52 puntos.
Actualmente, Felipe Reyes Cabanás, a quien se le otorgó la Medalla de Andalucía en 2007 y en 2006 y 2009 recibió el Premio Andalucía de los Deportes, continúa viviendo en Madrid como profesional del baloncesto en las filas del Real Madrid –en julio de 2020, cumplidos los 40 años, ha vuelto a renovar por otra temporada más– y retirado de la selección española, aunque su hermano Alfonso espera que al término de su vida deportiva retome los estudios de Administración y Dirección de Empresas que comenzó en su día y que aparcó a pesar de los consejos de sus padres.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 10 de noviembre de 2020