Paco
Peralta
Francisco Peralta Osorno
18.09.1943
Manzanilla (Huelva)
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1980 Moscú (U.R.S.S.) | Tiro con arco | Masculina | Individual | Puesto 33 |
Biografía de Francisco Peralta Osorno
El primer arquero andaluz participante en unos Juegos Olímpicos nació el 18 de septiembre de 1943 en Manzanilla, localidad del interior de la provincia de Huelva, si bien con dos años de edad se trasladó con su familia a la capital, donde nuestro protagonista hizo la mayor parte de su vida, compartiendo tiempo con su lugar de veraneo, la cercana Mazagón.
Paco Peralta estudió en el Colegio Maristas de Huelva y a continuación se formó en la Escuela de Minas de Huelva con vistas a su futuro profesional, que no fue otro que en la Compañía Española de Minas de Riotinto –Explosivos Riotinto a partir de 1970–, en cuya división de petróleo entró a trabajar en 1966 como jefe de área, con ubicación física en la refinería de La Rábida, la Refinería Río Gulf. En 1968, contrajo matrimonio con María Rosa Garrido, con la que tuvo tres hijos.
Hasta ese momento, la convivencia de Paco Peralta con el deporte había sido, por decirlo así, la obligatoria, dado que había tenido que practicarlo dentro de la asignatura de Educación Física en el colegio y la escuela, por tanto, lejos de cualquier expectativa competitiva. Sin embargo, ciertos acontecimientos se aliaron para que a sus casi treinta años, integrado laboralmente y con una familia construida, emprendiese el camino del rendimiento deportivo.
A principios de los años 70, Huelva vivía el nacimiento de la afición al tiro con arco. El incipiente interés por esta exótica –en aquellos años y entorno– disciplina deportiva se focalizaba en un puñado de aficionados que, inquietos y entusiastas y tras diversas gestiones, había logrado encontrar su espacio para la práctica en la Real Sociedad de Tiro de Pichón y en la Ciudad Deportiva de Huelva. Entre tales pioneros se encontraba José Jesús Sánchez Vázquez (y su esposa), quien en marzo de 1973 fue nombrado delegado de la neonata Delegación Onubense de Tiro con Arco, dependiente de la federación española.
Casualmente, José Sánchez era amigo de Paco Peralta y antes de su nombramiento ya había ejercido de buen dirigente al ganar como practicante a nuestro biografiado y su mujer. Fue durante un día de campo que ambas familias llevaron a cabo en los pinares de Valverde del Camino y que culminó con una serie de tiradas efectuada con arco y flechas normales por el futuro delegado. Aquello atrajo tanto al bueno de Paco Peralta que decidió aventurarse junto a su amigo en aquel proyecto de final incierto, iniciándose tanto en la práctica activa como en la difusión del deporte. Así, en la refinería, una veintena de compañeros empezaron a tirar, hasta el punto de crearse un equipo y de haberse planteado en la empresa la creación de un campo de tiro propio.
A raíz de aquel mes de marzo de 1973, los acontecimientos se sucedieron de forma precipitada y motivante. Una carta remitida a la federación estatal solicitando un técnico para que llevase a cabo unas charlas de aprendizaje fue respondida de inmediato mediante la visita a Huelva, a los pocos días, del director técnico nacional, que impartió un seminario teórico-práctico de lanzamiento en la Ciudad Deportiva y suministró arcos de varias potencias para conocimiento de los practicantes.
Tras esta jornada, la delegación concentró sus esfuerzos en tener un espacio propio de tiro, el cual encontró en un terreno cercano al campo de golf de Los Ingleses –el Club de Golf de Huelva, ubicado entonces en la zona que ahora ocupa el nuevo Estadio Colombino– mediante cesión de la propietaria, la empresa Explosivos Riotinto, que permitía incluso el almacenaje del material (dianas, trípodes, etc.) en las instalaciones del club de golf. En aquel espacio –hoy conocido como Campo de Tiro José Sánchez– fue donde Paco Peralta pasó de un aprendizaje autodidacta, tirando con flechas de madera, a una formación más reglada y federada, lanzando con flechas de aluminio.
Así las cosas, en junio de 1973 aquellos encendidos onubenses disfrutaron de su primera competición, un match Huelva-Sevilla al que concurrió Paco Peralta, siendo el mejor de su provincia con 213 puntos, por delante de José Sánchez.
Los siguientes y frenéticos pasos del movimiento arquero en Huelva fueron la creación del Club Costa de la Luz, la transformación de la delegación en Federación Onubense de Tiro con Arco (mayo de 1974) y la emergencia de torneos de carácter nacional como el Trofeo Arcos Centro Comercial, el Trofeo Costa de la Luz o el posterior Trofeo Colombino. En el primero de ellos, en abril de 1974, Paco Peralta concurrió ya como arquero de 2.ª categoría y venció con 364 puntos, tras una doble tirada desde 70 y 90 metros.
Ya en septiembre de ese año participó de forma consecutiva en las primeras ediciones del Costa de la Luz y el Trofeo Ciudad de Valladolid –el equipo oficial de la onubense estuvo formado por Obdulia Cascales, Paco Peralta, Felipe Guerrero y José Saavedra– y fundamentalmente en el Trofeo San Sebastián, donde obtuvo el primer puesto y el ascenso a la 1.ª categoría.
De esta forma, llegamos al importante año de 1976 en el que, una vez reunidos los puntos suficientes en torneos nacionales, logró clasificarse para el Campeonato de España Absoluto al Aire Libre que se disputaba precisamente en Huelva. Allí, dentro de la modalidad olímpica, Paco Peralta, para algunos ya todo un veterano, se alzó con la medalla de oro por equipos junto a sus compañeros, paisanos y amigos Pepe Prieto y Pepe Saavedra.
Este primer título estatal vino parejo a otra buena noticia esa temporada tal fue la incorporación al Grupo de Alta Competición de la Federación Española de Tiro con Arco –12 elegidos, entre los que también estaba Pepe Prieto– a raíz de que lograse la medalla de plata individual –y la medalla de oro por equipos con Huelva– en el Torneo de la Amistad disputado en Lisboa con una marca de 1.151 puntos en un round FITA –actualmente round 1440, suma de los puntos acumulados en las cuatro distancias (90, 70, 50 y 30 metros) tras el lanzamiento de 144 flechas–, que era la escala empleada por la federación para efectuar sus selecciones.
De forma repentina, la esperanza de estar en los Juegos de Montreal 1976 apareció ilusionante en el horizonte del onubense, si bien España no concurrió al final con ningún arquero. No obstante, la ilusión sobrevivió y nuestro biografiado se decidió a darlo todo en el siguiente ciclo olímpico con el objetivo de estar en las Olimpiadas de 1980.
La apuesta fue absoluta y ello implicó una renuncia expresa a vacaciones y tiempo de ocio y un gran sacrificio familiar, especialmente a partir de 1979 cuando cada viernes, después de trabajar, se desplazaba a Oviedo para entrenar con el único entrenador en su vida deportiva, el seleccionador nacional Tomás Cerra González, y los lunes de madrugada regresaba a Huelva para descansar algo y marchar al trabajo, destacando que su empresa siempre le ayudó facilitándole las salidas para las concentraciones y campeonatos.
Además de esta preparación, la competición también exigía tiempo. Peralta, gracias a la categoría alcanzada y siempre en arco recurvo, pudo acudir en el nuevo ciclo olímpico a encuentros internacionales en Marruecos, Suiza, Francia y Polonia, así como a torneos del calendario doméstico. Entre estos, cabe reseñar que en 1977 se clasificó 2.º en los torneos San Sebastián y Saludes in Memoriam (1.139 puntos) y fue medalla de bronce individual (1.050 puntos) y medalla de oro por equipos (con Huelva) en la primera edición del Campeonato de Andalucía absoluto, que ganó Pepe Prieto y se desarrolló en el mes de mayo en Jerez de la Frontera. En 1979, se alzó con la medalla de plata por equipos (con Huelva) en el Campeonato de España celebrado en el mes de junio en Zaragoza y en 1980 se impuso en los torneos Saludes In Memoriam y Oscar Kessels.
Todo ello le permitió ser ratificado al principio de 1980 en el equipo de alta competición de la federación, lo que significaba, siendo año olímpico, estar una vez más en la preselección del equipo olímpico español. Cuatro andaluces fueron incluidos en dicha preselección, los sevillanos María Eugenia Portillo y Manuel Lloreda, y los onubenses Peralta y Pepe Prieto, y solo uno de ellos logró el objetivo de viajar a Moscú, nuestro protagonista, en compañía del jovencísimo ovetense Antonio Vázquez Megido, luego campeón olímpico en 1992.
El detonante de la clasificación fue la obtención de 1.230 puntos en un round FITA durante un entrenamiento del equipo nacional, registro que mejoraba el récord de España (1.226) –obviamente no fue homologado al ser logrado fuera de competición– y que cumplía el exigente requisito impuesto por la federación española para estar en los Juegos Olímpicos. Previamente, en febrero, ya había superado los 1.200 puntos en una tirada organizada en Madrid dentro del plan de preparación del equipo de alta competición.
Gracias a ello, el andaluz Paco Peralta se presentó en el Complejo Olímpico Krylatskoye de Moscú donde del 30 de julio al 2 de agosto compitió en la prueba individual de tiro con arco de Moscú 1980 y realizó el 33.º mejor global entre 38 participantes, con 2.181 puntos (1.111 y 1.070 en cada una de las dos rondas), a 274 del vencedor, el finlandés Tomi Poikolainen. Un puesto final que no le satisfizo en absoluto y que se vio influido, posiblemente, por el cambio de flechas un mes antes del torneo olímpico.
Tras estos Juegos, el andaluz asistió el 25 de septiembre al Campeonato de España celebrado en Sevilla y se adjudicó sendas medallas de bronce en las pruebas individual (1.155 puntos) y por equipos –cómo no, con Huelva– de la categoría sénior masculina, y renunció a ir al Campeonato de Europa en Compiègne (Francia), por agotamiento.
Tantas concentraciones, tantos viajes y tantas ausencias periódicas en el entorno familiar y laboral hicieron mella en Paco Peralta, quien el 4 de octubre de 1981, después del Campeonato de España disputado en Ibiza (6.º por equipos con Huelva), decidió retirarse del alto nivel competitivo para estar más tiempo con la familia y disfrutar de las vacaciones que hasta entonces había ocupado con concentraciones y competiciones.
Poseedor del distintivo internacional Estrella FITA 1200, a su jubilación se trasladó a la cercana Punta Umbría y volvió a coger el arco y las flechas como mera diversión, sin intención competitiva. Asimismo, empezó a enseñar a pequeños y jóvenes en el Club Asirio de Huelva, del que se hizo socio. En invierno de 2016 colgó definitivamente el arco.
El miércoles 18 de marzo de 2020, el deportista de Manzanilla fallecía a los 76 años en Huelva capital.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 10 de diciembre de 2020