Paco
Muñoz
Francisco Pérez Muñoz
18.04.1957
Arahal (Sevilla)
Juegos Paralímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1980 Arnhem (Holanda) | Baloncesto_en silla | Masculina | Baloncesto en silla | Puesto 11 |
1984 Nueva York (EE.UU.) / Stoke Mandeville (GBR) | Baloncesto_en silla | Masculina | Baloncesto en silla | Puesto 10 |
Biografía de Francisco Pérez Muñoz
Paco, el Niño de la Medalla, como cariñosamente le llamaron sus compañeros y amigos de la Asociación Nacional de Inválidos Civiles (ANIC), nació el 18 de abril de 1957 en el pueblo sevillano de Arahal y a los veinte meses de vida sufrió poliomielitis infantil, a consecuencia de la cual quedó con secuelas en miembros inferiores, de ahí su discapacidad física. Hijo de Romualdo y Josefa y el mayor de seis hermanos, con 7 años marchó a Sevilla por cuestiones laborales de su padre y desde entonces ha vivido en la capital, desde donde cuajó una brillante trayectoria deportiva en la que lucen 36 internacionalidades con la selección española.
Académicamente, el recorrido de nuestro protagonista discurrió por los colegios San Roque de Arahal, San Juan de Dios de Alcalá de Guadaíra y San Ignacio de Loyola de Sevilla. Posteriormente, hizo el bachillerato en el Instituto San Isidoro y casi terminó los estudios superiores de Magisterio en la especialidad de Humanidades. Y decimos casi porque los abandonó a falta de solo cinco asignaturas para obtener el título –como él afirma, “por una total falta de motivación”. A su vez, preparó y aprobó en 1981 las oposiciones a celador del Servicio Andaluz de Salud y, gracias a ellas, ejerció durante siete años en el Hospital Universitario Virgen del Rocío y durante 29 en el centro de salud del barrio de Pino Montano.
Desde un enfoque deportivo, el arahalense se inició en la práctica de la actividad física en 1972 en la desaparecida ANIC, bajo cuya tutela y de la mano del entrenador José Luis Esteve León se ejercitó en varias modalidades y, fundamentalmente, en balonmano, atletismo y natación. En ellas se involucró y destacó, no en vano posee alguna que otra medalla en campeonatos de España en 4×100 estilos (natación) y lanzamiento de peso (atletismo). Sin embargo, el hecho de que solo hubiese un campeonato al año terminó desmotivando a nuestro biografiado, quien, en tal tesitura, recondujo su entusiasmo por el deporte hacia el baloncesto en silla.
Por entonces, Sevilla se había convertido en uno de los focos de este deporte en España por obra y gracia del CD Virgen del Rocío, equipo creado en 1969 por el impulso de Antonio Jiménez Cano y Diego Rodríguez Galiano desde el área de Rehabilitación y Traumatología del hospital hispalense homónimo y que en 1975 ya había alcanzado el título de campeón de España en el último Torneo Nacional de la Seguridad Social, así como el subcampeonato en 1976 de la recién creada Liga.
De esta forma, Paco Muñoz ingresó en este señero club en 1977 y lo hizo en el equipo B, en el que fue adquiriendo las capacidades y habilidades necesarias para dar el salto en 1980 a la primera formación, en la que se mantendría hasta 1997 –primer año en Primera División tras el sonoro descenso de 1996. Eso sí, excepción hecha de las campañas 1992 y 1993, cuando estuvo ayudando como jugador y técnico a Manolo Puente en los primeros pasos del CD Buhaira, el tercer equipo de la ciudad, y luego de algunas diferencias con la cúpula directiva del Virgen del Rocío.
En resumen, como integrante de la plantilla del conjunto hospitalario, Paco encontró los alicientes de participación en ligas y viajes que anhelaba, de ahí su respuesta en forma de compromiso con el entrenador, los compañeros y la entidad y el paulatino crecimiento como jugador, contribuyendo con su juego a forjar parte de la época dorada del Virgen del Rocío. Esta etapa, irrepetible, se tradujo –con Paco jugando en la máxima categoría– en la conquista de la Liga de 1988 y cuatro ediciones de la Copa del Rey (1982, 1985, 1987 y 1988), así como 8 subcampeonatos ligueros (1980, 1981, 1982, 1983, 1989, 1990, 1991 y 1995) y 6 de copa (1980, 1981, 1983, 1989, 1991 y 1995).
A ello, hay que unir la medalla de plata obtenida en 1979 en un torneo celebrado en el mes de mayo en Bélgica que reunió a ocho clubes europeos campeones nacionales, representantes de Holanda, Inglaterra, Italia, Alemania, Suecia, el país anfitrión y, obviamente, España. En este acontecimiento continental –no confundir con la Copa de Europa de clubes–, el arahalense jugó sus primeros minutos en el primer equipo hispalense –“dando el callo”, como rememora–, sustituyendo a última hora a su compañero José Antonio Montenegro, por lesión.
Para concluir el repaso de su vida de club, hay que indicar que Francisco simultaneó el desempeño en el Virgen del Rocío con el entrenamiento del equipo de San Juan de Dios, de donde salieron jugadores del calibre de José Cobos o Cristóbal Gallardo, ambos internacionales. Tras su marcha del Virgen del Rocío, en pleno declive deportivo, Pérez Muñoz constituyó en 1999, junto a su amigo Pepe García, el CB Vistazul de Dos Hermanas (Sevilla), que desde ese momento ha sido su nueva casa baloncestística.
En el club nazareno, Paco ha sido prácticamente de todo, “hasta conductor”. Fue jugador y entrenador hasta 2014 y desde entonces ha prolongado su pasión y dedicación como director técnico, bajo cuyo mandato el conjunto de Dos Hermanas ascendió a la División de Honor por última vez al término de la temporada 2016-2017 y ahora milita en Primera.
Como internacional, Paco Muñoz se estrenó precisamente en los Juegos Paralímpicos de 1980, en la ciudad holandesa de Arnhem, que acogió el evento ante la renuncia de Moscú. El torneo de baloncesto fue, sin duda, maratoniano –España jugó 10 partidos– y complejo, con una primera fase de cuatro grupos en el que se repartían los 17 equipos inscritos al objeto de delimitar los ocho que lucharían por las medallas y los nueve que pelearían por puestos menores en la siguiente ronda.
La formación española, en el grupo A, rozó la proeza de meterse en los cuartos de final luego de ganar a Australia (73-56) e Italia (74-56) y perder ante Estados Unidos (45-79) y Japón (65-70), lo que la situó 3.ª del grupo por detrás de americanos y japoneses. Obligada a jugar por los puestos del 9.º al 17.º, España perdió en su grupo frente a Bélgica (55-64) y venció a Italia (80-64), Brasil (92-44) y Egipto (133-31), lo que, a su vez, la condujo a luchar por las plazas 9.ª a 12.ª con los dos primeros del otro grupo de consolación. Finalmente, los españoles acabaron 11.º, tras caer ante Alemania Federal (53-65) y ganar en el último partido a Reino Unido (66-54). Israel se proclamó campeona y Holanda subcampeona.
Aquel equipo español estuvo compuesto por nada menos que ocho andaluces de los diez seleccionados, a saber: Ángel Alamillo, Gaspar Anaya –que actuó también de entrenador–, Manuel Cáceres, Joaquín Fernández, Jesús Guerrero, Antonio Henares, Francisco Pérez y Salvador Zurita.
En las cuatro temporadas siguientes, Paco acudió puntualmente a su cita con la selección española y compitió en los campeonatos de Europa de 1981 y 1982, en Ginebra (Suiza) y Falun (Suecia), respectivamente, donde España terminó en 5.ª posición. Asimismo, estuvo presente en los primeros Juegos Europeos de Discapacitados (París 1983), en los que España ganó la medalla de bronce, y, cómo no, en las Paralimpiadas de Stoke Mandeville 1984, adonde viajó en compañía de los también andaluces Benítez, Henares, Joaquín Fernández, Albelda, Gallardo, Jara y Cáceres. Ocho andaluces en un equipo de doce.
El torneo, que reunió a 18 conjuntos y terminó con triunfo de Francia –derrotó en la final a Holanda–, comenzó con una primera fase en la que España se impuso a Alemania Federal (74-62) y perdió con Israel (76-58) y México (79-90), una tarjeta que no le permitió escapar de la 4.ª y última posición del grupo B, por tanto, sin posibilidad de acceder a los cuartos de final. A continuación, en la ronda de consolación, venció a Yugoslavia (82-60) y cerró la competición perdiendo ante Italia (56-77), lo que le otorgó la 10.ª posición final. Aquel encuentro frente a Italia fue el último de Paco Muñoz con la camiseta nacional.
En la actualidad, nuestro protagonista, jubilado desde finales de 2015, continúa ayudando al baloncesto en silla de ruedas desde el Vistazul de Dos Hermanas, del que sigue siendo director técnico y entrenador siempre que se le requiere. Reside junto a su esposa Mari Ángeles –jugadora de baloncesto que fue– y dos hijas, Nidia y Nuria, en su casa de Sevilla y, cada vez que puede, se relaja en su retiro de Isla Canela (Ayamonte).
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 19 de octubre de 2020