Joaquín
Nogueras
Joaquín Nogueras Márquez
08.12.1906
Úbeda (Jaén)
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1948 Londres (Reino Unido) | Hípica_Completo | Masculina | Individual | Puesto 5 |
1948 Londres (Reino Unido) | Hípica_Completo | Masculina | Equipo | Puesto 5 |
1952 Helsinki (Finlandia) | Hípica_Completo | Masculina | Individual | No terminó |
1952 Helsinki (Finlandia) | Hípica_Completo | Masculina | Equipo | No terminó |
1956 Melbourne (Australia) | Hípica_Completo | Masculina | Individual | No terminó |
1956 Melbourne (Australia) | Hípica_Completo | Masculina | Equipo | No terminó |
Biografía de Joaquín Nogueras Márquez
Jinete de extraordinaria significación para la hípica española, al ser suya la mejor clasificación individual en una prueba olímpica de completo (quinto en Londres 1948), y para el deporte andaluz en su condición de participante en tres Olimpiadas –aunque se clasificó para cuatro– y de deportista establecido en la elite internacional de saltos durante treinta años, además de dirigente ocupado y preocupado por el desarrollo del deporte ecuestre nacional.
Hijo predilecto de Jaén, donde una calle lleva su nombre, nació al norte de la capital, en Úbeda, el 8 de diciembre de 1906. Siendo su padre oficial de Caballería, el ejército y la hípica fueron vocaciones que germinaron en él de forma connatural durante su infancia. Así, cuando alcanzó edad suficiente, marchó a Madrid para ingresar en la Escuela de Equitación Militar, donde se formó como oficial del arma en que lo fue su padre.
Estos conocimientos recibidos y las habilidades adquiridas en la escuela, además de su capacidad innata para la monta, le facultaron para participar con éxito en pruebas deportivas ecuestres, en las que desde el principio demostró su carácter polifacético, sabiendo desenvolverse en todas las especialidades, aunque, sin duda y pese a participar en concurso completo en los Juegos, fue la disciplina de saltos la que más frecuentó y en la que coleccionó mayores trofeos desde principios de los años 30 hasta finales de los 50.
Miembro de la brillante generación de jinetes militares de aquella época, entre los que destacaron los subcampeones olímpicos de 1948, la primera referencia competitiva del entonces teniente Nogueras fue la participación en el Concurso Hípico de Madrid, en junio de 1931 y con 24 años.
En los años sucesivos, fue elevando su nivel técnico así como la calidad de sus monturas, todas del Ejército, de forma que sus prestaciones en competición también adquirieron carta de relevancia, tal fue el caso de la 3.ª posición en el Concurso Nacional de Completo de Madrid, a lomos de Sbú Sba, o la 2.ª en uno de los premios de saltos, el Vendeen, en el Concurso Hípico Internacional (CHI) de Barcelona, con Hiberniz, ambos en 1934.
En 1935, en el concurso de Santander, sobre Festeo, ganó uno de los premios y fue 3.º en la prueba por parejas, junto a Fernando Macorra. Por su parte, en el CHI de La Granja (Segovia) subió dos veces al podio, como 3.º en la Copa Presidente de la República, sobre Cordón –recibió un premio de 900 pesetas–, y como 2.º en la Copa Ministro de Guerra, a lomos de Cajón.
Por todo ello, nuestro protagonista recibió la gozosa noticia de su selección para el equipo militar que iba a representar a España en hípica en los Juegos de Berlín 1936, junto a Eduardo González Campillo, José Cabanillas, José Héctor, Manuel Silió, Fernando Artalejo y Eduardo de Luis, siendo el jefe de grupo el coronel Bianor Sánchez Mesa. La expedición partió el lunes 13 de julio hacia la localidad belga de Spa, donde tenía previsto permanecer concentrada hasta el momento de marchar a Berlín para la ceremonia de inauguración, el 1 de agosto. No obstante, el 17 de julio estalló la Guerra Civil Española y el equipo fue llamado para tomar parte en el trágico conflicto. Joaquín Nogueras combatió en el 2.º Regimiento Táctico de la División de Caballería, por cuyo servicio fue condecorado con la cruz laureada de San Fernando y la medalla militar individual.
Terminada la contienda, el jiennense, con el grado de comandante, fue guarnicionado en julio de 1939 en Alcalá de Henares (Madrid) con el mismo cuerpo –renombrado Regimiento 8– y retomó la práctica deportiva, emprendiendo una formidable trayectoria internacional que a continuación resumimos.
Como componente del equipo español de saltos, ganó diversas copas de las naciones en concursos internacionales tales como Bilbao y Londres en 1950, montando a Frisar, Niza en 1952 y, fundamentalmente, Aquisgrán en julio de 1953, el más importante evento ecuestre del mundo. Asimismo, conquistó –de nuevo con Frisar– la Copa de Oro de la Península en 1951, en el Club de Campo de Madrid, prueba instituida en 1924 y que enfrentaba a las formaciones de España y Portugal.
Individualmente, sobresalen las tres victorias obtenidas en el gran premio del Concurso Hípico Internacional de Madrid –por entonces CHIO, al ser el evento oficial de España– en 1940 (con Elucidar), 1946 (con Ranchero) y 1950 (con Frisar), y dos triunfos en el GP Ciudad de Barcelona, prueba principal del CHI de la Ciudad Condal, en 1941 (con Elucidar) y 1955 (con Fogarata). También se adjudicó en propiedad la Copa del Generalísimo al ganarla en tres ediciones: 1941, 1942 (ambas con Singra) y 1945 (con Ranchero); además de ser 2.º en 1940 y 4.º en 1946.
En reuniones hípicas en el extranjero, el excelente jinete andaluz ganó el CHIO de Lisboa de 1946 –a lomos de Ranchero– y consiguió puestos notables en el certamen lisboeta en 1943 (6.º en la Copa Despedida, con Lilas Blancas) y 1944 (5.º en el Gran Premio, con Palomera), así como en los concursos de Roma de 1951 (9.º en Premio Viminale, con Frisar) y 1952 (3.º en el Premio Inaugural), y de París de 1953 (3.º en Copa Juventud y Deportes, con Quoniam).
Con tal palmarés, prestigio y calidad, el andaluz fue seleccionado para competir en tres ediciones consecutivas de los Juegos Olímpicos, esto es, Londres 1948, Helsinki 1952 y Estocolmo 1956, recordando que las competiciones hípicas de 1956 tuvieron que celebrarse en la capital sueca, en lugar de Melbourne, al no estar permitida la entrada de caballos en Australia. En todos ellos, nuestro biografiado se alineó en la prueba de completo, en lugar de la de saltos, habida cuenta su conocimiento del caballo y sus capacidades para todas las disciplinas.
Debutó el 10 de agosto de 1948, a lomos de la yegua francesa Epsom, en la fracción de doma, donde terminó 24.º, con una puntuación de -128,00. Dos días más tarde, fue 6.º en campo a través (87,00) y, finalmente, el día 13, se impuso en su gran vocación, la prueba de saltos, empatado con otros siete jinetes sin derribo alguno. Así, con una puntuación total de -41,00, terminó en el 5.º puesto en una prueba en la que se alinearon 45 binomios y en la que venció el galo Bernard Chevallier, con 4,00.
A este diploma olímpico individual, el andaluz sumó el relativo a la prueba colectiva al totalizar el trío español –Fernando Gazapo, Santiago Martínez y Nogueras– una puntuación de -422,50 y ser la 5.ª y última formación (de 14) que terminó la prueba, ganada por Estados Unidos (-161,50). Por entonces y hasta Barcelona 1992, las mismas puntuaciones del concurso individual contaban para la prueba por equipos.
Cuatro años después, Nogueras acudió a Helsinki con Blasón, a cuyos lomos, luego de ser 35.º en doma (-151,33), concluyó el cross por encima del tiempo permitido tras dos caídas del equino. Sin clasificación individual, su baja impidió asimismo la clasificación por equipos, para la que además contaban el granadino López del Hierro (34.º) y Beltrán Osorio (12.º), duque de Alburquerque.
Lo mismo sucedió en los terceros y últimos Juegos de Nogueras, los de 1956, a los que acudió con 50 años. Sobre Thalia, acabó 49.º en doma (-161,60), pero no llegó a la meta de la carrera de fondo el 13 de junio, al igual que los otros españoles, Faustino Domínguez y Hernán Espinosa.
Otra de las hazañas deportivas del jiennense fue la de poseer en varias ocasiones el récord del mundo de salto largo, es decir, el salto de longitud a caballo, prueba que, al amparo de la FEI, tuvo en los años 40 y 50 un inusitado interés. La primera vez que Nogueras batió la plusmarca universal fue el 12 de septiembre de 1948, en Bilbao y montando a Balcamo, con una marca de 7,80 metros, superando los 7,70 que poseía el argentino Jorge Fraga (1946). Igualado por el también español Francisco Maestre en la misma reunión, el andaluz replicó elevando la marca a 8,00 metros.
Mantuvo el récord hasta el 14 de agosto de 1949 –el holandés Van der Woort Jr. hizo 8,10 en La Haya– y lo recuperó, de nuevo en alianza con Balcamo y en Bilbao, el 2 de septiembre de 1950 saltando 8,20. Definitivamente, en una tentativa de tope universal organizada el 1 de julio de 1951 en Barcelona, Nogueras fracasó en su intento de llevar la marca a 8,30, cosa que sí lograron Fernando López del Hierro y Amado Mío para sorpresa del público y de nuestro protagonista, quien previamente había advertido al bravo granadino de la temeridad de intentarlo con un caballo no entrenado para ese esfuerzo tan específico.
Los últimos años de la trayectoria de Nogueras como jinete discurrieron a lomos de Thalia, con la que había sido olímpico por última vez, siendo el último gran resultado del binomio el puesto 3.º en la prueba principal de saltos del CHI de La Coruña de 1959, en el mes de agosto.
A su retirada del alto nivel deportivo y con el grado de general de brigada, el 25 de octubre de 1963 fue nombrado director de la Escuela de Aplicación de Caballería y Equitación del Ejército –nueva denominación del centro donde él se formó–, bajo cuyo mandato esta institución refundada en 1902 en Madrid fue reconvertida en Escuela Nacional, accesible para jinetes civiles. Asimismo, actuó durante varios años como jefe del equipo español de hípica en distintas competiciones internacionales, fue presidente de la Comisión Nacional de Pentatlón Moderno y, de 1972 a 1976, presidente de la Federación Española de Hípica.
En el ámbito militar, el 29 de noviembre de 1966 fue nombrado general de división y en 1976 pasó a la reserva después de haber ejercido como comandante general de Melilla (1967-1969), capitán general de la III Región Militar de Valencia (1969-1971) y capitán general de la IV Región de Cataluña (1971-1973).
Tras haber cumplido con sus quehaceres deportivos y castrenses, el tres veces olímpico se instaló definitivamente en Madrid, aunque siguió visitando Jaén con asiduidad, sobre todo en Semana Santa, siendo devoto de Nuestro Padre Jesús Nazareno “El Abuelo”, que procesiona en la madrugada del Viernes Santo. Aficionado a la ópera y –cuentan los que le conocieron– persona poseedora de un gran sentido del humor, pese a su rectitud, estuvo casado con Sagrario Alonso Morales, aunque no tuvo descendencia.
Joaquín Nogueras Márquez, ilustre deportista andaluz y gran jinete, falleció en Madrid el 6 de abril de 1991 a los 84 años de edad.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 24 de noviembre de 2020