Jorge
Guillén
Jorge Guillén Montenegro
13.01.1937
Jerez de la Frontera (Cádiz)
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1960 Roma (Italia) | Baloncesto | Masculina | Baloncesto | Puesto 14 |
Biografía de Jorge Guillén Montenegro
Jorge Guillén, el doctor Jorge Guillén, ha sido y es conocido y reconocido como uno de los mejores traumatólogos que ha realizado su trabajo en el ámbito de la medicina deportiva. Afamado especialmente en la década de los 80 a tenor de la labor llevada a cabo como médico de la selección nacional de fútbol, su faceta de jugador de baloncesto y de olímpico en Roma 1960 siempre ha permanecido solapada por su reputación como galeno. Algo parecido sucede con sus orígenes nativos, ocultos bajo tantas y tantas crónicas que han empleado el gentilicio de aragonés o incluso de catalán para referirle, cuando lo cierto y verdad es que nuestro protagonista nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) el 13 de enero de 1937.
De padre, eso sí, aragonés, la familia se trasladó de forma definitiva a Zaragoza cuando Jorge contaba con 4 años de edad, de forma que fue en la capital del Ebro donde creció, se crio y vivió toda su infancia y juventud, y donde tomó contacto con el baloncesto en el marco del Colegio La Salle Montemolín, donde estudiaba. Un centro muy identificado con este deporte y en el que el joven gaditano progresó desde el aprendizaje de las técnicas básicas a la adquisición de facultades que, unidas a su físico espigado, llamaron la atención de un equipo señero en la ciudad como era el Club Deportivo Iberia, al que se incorporó en la temporada 1957-1958.
Por entonces, la vocación médica de Jorge Guillén era clara y unívoca, pero también su afición por el baloncesto y, ciertamente, entonces era factible sobrellevar ambas carreras, pues el baloncesto de alto nivel no exigía las privaciones y la exclusividad actuales. Como dato, reseñar que la Liga Española de Baloncesto se constituyó precisamente en 1958 y que esa primera edición no llegó a dos meses de duración –31 de marzo a 19 de mayo–, pues solo participaron seis equipos, todos castellanos o catalanes. No obstante, en la segunda edición se inscribieron seis nuevos equipos, dos de ellos ajenos al arco madrileño-catalán: el Águilas de Bilbao y el Iberia donde militaba Guillén, los cuales hasta entonces habían actuado en competiciones de carácter regional y en el Campeonato de España (Copa del Generalísimo).
Así pues, en la campaña 1958-1959, nuestro protagonista, a punto de cumplir los 22 años, debutó en la incipiente máxima categoría del baloncesto nacional, al término de cuyos tres meses de torneo –del 7 de diciembre al 8 de marzo– ocupó junto a sus compañeros del Iberia la 9.ª plaza, una posición que fue mejorada al año siguiente (7.ª), resultando esta temporada de 1959-1960 a la sazón la más importante para Jorge Guillén.
Desde que debutó en la liga, su juventud y, sobre todo, excelente físico (1,92 m de altura y 100 kg de peso) estaban siendo observados por el seleccionador nacional y entrenador del Aismalibar de Moncada (Barcelona), Eduardo Kucharski, quien buscaba un pívot –pivote se decía entonces– para dar garantías en el rebote tanto al equipo nacional como al club catalán. Hay que recordar que, a principios de los años 60, jugadores que superaran el metro y noventa centímetros eran muy escasos en el baloncesto nacional, de modo que las condiciones físicas y la coordinación de movimientos de Jorge Guillén destacaban de forma natural sobre el resto.
La evolución del jerezano durante la citada liga fue notable y evidente, desembocando en su fichaje por el club Aismalibar al poco de terminar el campeonato doméstico y la inmediata llamada de la selección española, a escasos meses de los Juegos Olímpicos de Roma 1960… aunque antes había que clasificarse, cosa que nunca antes había logrado España.
El debut del andaluz con la camiseta española se produjo en un partido amistoso contra Francia el 23 de mayo de 1960, con derrota española (53-55). A este encuentro, siguió una etapa de concentración y preparación del Preolímpico, cita clave que tuvo lugar en Bolonia (Italia) del 13 al 19 de agosto, con el resultado de la histórica consecución para España de una de las cinco plazas en juego, tras seis partidos disputados –Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Yugoslavia ganaron las otras.
Tras el memorable hito, España –y Guillén– disputó un amistoso contra Estados Unidos en Lugano (Suiza) el 23 de agosto –derrota por 59-91– y, definitivamente, del 26 de agosto al 10 de septiembre, jugó el torneo olímpico de baloncesto, que tuvo lugar en el Palazzo dello Sport y Palazzetto dello Sport de Roma, ambos construidos para la ocasión y hoy día aún en funcionamiento.
La competición, con 16 equipos en liza, tuvo una primera ronda de cuatro grupos (con 4 equipos cada uno), de la que los dos primeros de cada pool pasaban a la ronda de semifinales. Esta a su vez constaba de dos grupos de 4 y, de nuevo, los dos primeros pasaban a la liguilla final de cuatro equipos de la que saldría el campeón. Por tanto, no había una final propiamente dicha.
España, en el grupo D, ganó el primer partido (77-72) en la prórroga a Uruguay –curiosamente a la postre primera clasificada del grupo– y perdió los dos siguientes ante Polonia y Filipinas –por un solo punto–, lo que la clasificó 4.ª –acarició el 2.º puesto durante el encuentro ante los filipinos– y última del grupo y, por tanto, la relegó a la lucha por las plazas 9.ª a 16.ª. De nuevo en el grupo D de esta fase de consolación, derrotó a Japón y cayó frente a Francia y México, y como 3.ª del grupo –tras Francia y México– tuvo que pelear por los puestos 13.º a 15.º –Bulgaria desistió–, en cuya liguilla fue derrotada por Puerto Rico (65-75) y venció otra vez a Japón (66-64). En conclusión, 2.ª del grupo y 14.ª final.
La selección española, la misma que en el Preolímpico, estuvo formada por Agustín Bertomeu, Alfonso Martínez, Emiliano Rodríguez, Francisco Buscató, Jesús Codina, Joaquín Enseñat, Jorge Guillén, José Lluis, José Nora, Juan Martos, Miguel González y Santiago Navarro, estando entrenada por Eduardo Kucharski y asistido por tres seleccionadores (Jacinto Ardevínez, Octavio Olivé y Fernando Font).
El encuentro del 8 de septiembre disputado contra Japón supuso el cierre del torneo olímpico para España, pero también la despedida de Jorge Guillén del equipo nacional, con 16 internacionalidades –todas en 1960–, pues a partir de ese momento se centró en la carrera de Medicina que había comenzado en Zaragoza y que terminaría en 1962 en Barcelona. Eso sí, como complemento recreativo no dejó de jugar al baloncesto, aunque únicamente en el ámbito de club. Primero, en las filas del reseñado Aismalibar (1960-1961 y 1961-1962), con el que llegó a clasificarse en las posiciones 5.ª y 7.ª, respectivamente, de la liga. Luego, durante tres campañas (1962-1963, 1963-1964 y 1964-1965) en el Águilas de Bilbao, a las órdenes de Paco Díez y siempre en la Primera División liguera, siendo 5.º, 6.º y 7.º, respectivamente, en el campeonato.
Hay que destacar que este cambio de ciudad, de Moncada a Bilbao, no vino motivado por aspectos deportivos sino por motivos profesionales, toda vez que, mediante concurso oposición, Jorge Guillén había ganado una plaza de médico interno en el Hospital de Basurto, para lo cual no tuvo más remedio que irse a vivir al País Vasco, pero como quiera que su deseo era prolongar la etapa de jugador buscó acomodo en el Águilas de la capital vizcaína. Cuando al cabo de los dos años en Bilbao obtuvo el título de especialista en cirugía ortopédica, la decisión de nuestro biografiado fue clara: regresar a Barcelona para ejercer en la traumatología, especialidad que le fascinó, como recuerda, cuando en 1962 vio una operación de fémur.
En Barcelona apuró su compromiso con el baloncesto jugando durante dos campañas más (1965-1996 y 1966-1967) en el equipo de la Caja de Ahorros, en Tercera División –el último año el club ascendió a Segunda–, aceptando la invitación de su amigo Jesús Moral. A su retirada definitiva en 1967 como jugador en activo y paralelamente al trabajo en la consulta privada que abrió en la Ciudad Condal, emprendió su otro camino en el deporte como médico deportivo, ingresando ese mismo año en el Club Juventud de Badalona de baloncesto, en el que llegó a convertirse en jefe de los servicios médicos.
Posteriormente, trabajó desde 1977 para la Real Federación Española de Fútbol, siendo médico de la selección masculina absoluta (Mundial de España 1982, Eurocopa de Francia 1984…), de la sub-21 (tres Eurocopas hasta 2013) y de la olímpica (Sídney 2000). También estuvo vinculado a la Federación Española de Baloncesto, prestando sus servicios al primer equipo masculino desde los JJOO de Los Ángeles 1984 al Eurobasket de Alemania 1993.
Asimismo, como médico del Comité Olímpico Español, sumó a su presencia olímpica como jugador otros cinco viajes como miembro de la delegación nacional, a los Juegos Olímpicos de México 1968, Múnich 1972, Montreal 1976, Moscú 1980 y Los Ángeles 1984.
Casado con Katia d’Arlot y padre de tres hijos, María Rosa, Gorka y Diego –todos ellos han jugado al baloncesto–, Jorge Guillén, a sus 83 años de edad, sigue disfrutando de su profesión en Barcelona, ciudad que no ha abandonado desde su establecimiento personal y laboral en 1965.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 10 de noviembre de 2020