Mariano
Pulido
José Mariano Pulido Solís
22.08.1956
Marchena (Sevilla)
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1976 Montreal (Canadá) | Fútbol | Masculina | Fútbol | Puesto 9 |
Biografía de José Mariano Pulido Solís
Mariano Pulido –nombre futbolístico– nació el 22 de agosto de 1956 en Marchena (Sevilla) en el seno de una familia humilde, trabajadora del campo, en la que la austeridad y el respeto fueron guías fundamentales en el día a día. Primogénito de cinco hermanos, el juego, el colegio, los deberes y el fútbol constituyeron las actividades habituales de su infancia, siendo, cómo no, la que más le motivaba el balompié, bien en la calle –donde con 8-9 años jugaba algún que otro partido con mayores en sus descansos laborales– bien en el colegio, que, en su caso, fueron el Colegio Público Madre de Dios, donde llevó a cabo el primer tramo de su formación académica, y el Instituto Padre Marchena.
Su primer club fue, con 12 años, el Madre de Dios de Marchena, en el que, dirigido desde la banda por Manolo Pimentel, solo actuó curiosamente en un encuentro, un amistoso que enfrentó en Marchena en 1968 al cuadro local y al Sevilla FC y del que surgió la recomendación del técnico sevillista, Pepe Alfaro, de que el pequeño marchenero se integrase en la cantera sevillista.
Tras el preceptivo consentimiento de su familia y los dirigentes del Club Madre de Dios, Mariano Pulido, con 13 años, ingresó en la estructura del Sevilla en la campaña 1969-1970, comenzando en la formación infantil del club nervionense a las órdenes precisamente de Alfaro. Aquel primer año fue bastante duro para nuestro protagonista, ya que debía entrenar obviamente en la capital –en los campos de Marqués de Contadero– y residir y estudiar en su pueblo natal, haciendo cada día el recorrido Marchena-Sevilla-Marchena. Un trayecto para el que contó con la inestimable ayuda de Antonio Vázquez, significativo directivo del Madre de Dios. No obstante, a lo largo de la temporada 1970-1971, ya en categoría juvenil –el entrenador era Manolo Doménech–, la situación descrita cambió y empezó a vivir en unos pisos de Sevilla junto a otros chavales de la cantera sevillista.
Saltamos a la campaña 1972-1973, punto de inicio de la trayectoria de selecciones de Mariano Pulido. Dicho curso futbolístico participó con el combinado juvenil de Andalucía en la consecución del título nacional por selecciones territoriales –el Campeonato de España se celebró en Bilbao–, lo que le ocasionó la convocatoria de Héctor Rial y Eduardo Toba para el equipo nacional juvenil.
Posteriormente, nuestro cualificado y elegante defensa sería llamado para la selección sub-21, aunque no llegó a debutar debido a una lesión, y en 1976, tras una excelente campaña en su club, fue requerido para el equipo olímpico por parte de Ladislao Kubala, con vistas a los Juegos de Montreal 1976. Junto a Pulido, viajaron a la capital francófona de Canadá los también andaluces Juanito, Curro Sanjosé y Esteban Vigo, así como Vitoria, Olmo, Cundi, Saura, Paco Bermejo, Isidoro San José, Tente Sánchez, Juani, Arconada, Mir, Pedro Camus e Idígoras, con Manzanedo de tercer portero.
No obstante los importantes jugadores que compusieron ese equipo, el torneo de los españoles fue muy discreto, quizás en sintonía con el ambiente general del mismo, con solo 13 equipos en liza –los tres africanos renunciaron por boicot político– y problemas para rellenar la plaza dejada por Uruguay. En tales condiciones, España quedó eliminada en la fase de grupos y relegada al 9.º puesto, igualada con otras cuatro selecciones, luego de solo jugar dos partidos en la primera fase –el cuarto equipo del grupo, Zambia, no se presentó–, ambos en el Estadio Olímpico y con un resultado de derrota: ante Brasil (1-2) el 20 de julio y frente a Alemania Democrática (0-1) el 22 julio. Pulido disputó únicamente este encuentro y fue la última vez que vistió la camiseta nacional.
Retomando la trayectoria de club de nuestro biografiado, el marchenero encaró la temporada 1973-1974 en las filas del segundo equipo sevillista, el Sevilla Atlético, dirigido por Santos Bedoya, quien apreciaba sus capacidades, si bien, con la promoción del técnico al primer equipo en la recta final del campeonato de liga de Segunda División , el jugador efectuó idéntico recorrido, junto a otros compañeros como Juanito, Yiyi o Montero, y el 17 de marzo de 1974 debutó en Tarragona ante el Gimnástic en partido de la 28.ª jornada, con derrota (4-1) blanca.
Pese a ello, la llegada del entrenador Roque Olsen en la campaña 1974-1975 supuso el ostracismo de nuestro jugador. El Sevilla ascendió a Primera División, pero Pulido solo jugó dos partidos de liga y tres de la Copa del Generalísimo, y quedó a la espera de una oportunidad que le llegaría con 19 años en la temporada 1975-1976. Nuestro jugador se estrenó en la máxima categoría del fútbol nacional (Primera División) en la primera jornada del campeonato, el 6 de septiembre de 1975, ante la UD Las Palmas en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán –los locales ganaron por 3-0– y firmó su mejor año con el Sevilla, actuando de titular en 23 partidos, todos completos, al lado de otro gran defensa como fue Gallego.
Los dos siguientes cursos futbolísticos (1976-1977 y 1977-1978), ambos en Primera y con Luis Cid Carriega en el banquillo, conllevaron menor protagonismo para Pulido lo que desembocó en su cesión durante una temporada (1978-1979) al Elche CF, dirigido ese año en Segunda División por Fernández Mora y Heriberto Herrera. El regreso a Nervión en la campaña 1979-1980 no trajo consigo mejores noticias para el de Marchena, a quien el técnico sevillista Miguel Muñoz no reclamó para jugar ni un solo minuto –ni en liga ni en copa- en toda la temporada.
Por tal motivo, Pulido recibió en 1980 la carta de libertad y, fuera del club que le vio crecer, comenzó un largo periplo profesional por distintos equipos, el primero de ellos el CD Castellón, donde jugó dos años –a las órdenes de Benito Joanet– de cariz muy distinto. Si en el primero (1980-1981) contribuyó al ascenso del equipo a Primera División, en el segundo (1981-1982) vivió la angustia del descenso a Segunda.
El siguiente destino del eficaz defensa fue el Linares CF, durante cinco campañas (1982-1983 a 1986-1987), las dos primeras en Segunda División y las tres restantes en Segunda B, siendo un jugador apreciado por los técnicos Nando Yosu, Jaurrieta, Chato González y Martín Doblado. Posteriormente, jugó una sólida campaña 1987-1988 en la AD Ceuta, en Segunda B, nada más y nada menos que 37 partidos a las órdenes del sevillano Enrique Alés, con el que se marchó al Écija CF, en cuyo primer equipo completó dos años (1988-1989 y 1989-1990) en Tercera División antes de retirarse, con 34 años, como jugador.
Gracias a que durante su etapa como futbolista había realizado con éxito el curso de entrenador en sus distintos niveles, a partir de 1990 cambió la demarcación de defensa sobre el terreno de juego por la de entrenador en la banda y empezó a dirigir en diferentes equipos y categorías, aunque siempre con una filosofía clara: primero la persona, después el futbolista. Así, en la temporada 1990-1991 dirigió al Sevilla FC infantil, formando a jugadores como Velasco, Lauren, Jose Mari y Campano, entre otros. A continuación, llevó las riendas del equipo juvenil, del que saldrían Carlitos y Corona, y posteriormente pasó por los banquillos del Marchena, la UD Los Palacios y el Alcalá de Guadaíra, con el que ascendió a Tercera División en la temporada 2001-2002, si bien nunca perdió el vínculo con “su” Sevilla, al que terminó regresando.
Siendo técnico de la cantera nervionense y, de manera específica, entrenador del equipo cadete, en la temporada 2007-2008 volvió a la categoría nacional, a la Tercera División, para conducir al Sevilla C. En 2012, abandonó los banquillos para aceptar un cargo en la secretaría técnica del club hispalense, si bien por entonces ya padecía la enfermedad de Párkinson que terminó llevándoselo el 2 de abril de 2013, a los 56 años de edad luego de una vida entregada al fútbol.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 18 de noviembre de 2020