Emilio
Gutiérrez
Juan Emilio Gutiérrez Berenguel
21.12.1968
Almería
Juegos Paralímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
2012 Londres (Reino Unido) | Ciclismo_Pista | Masculina | Persecución individual C3 | Puesto 6 |
2012 Londres (Reino Unido) | Ciclismo_Carretera | Masculina | Contrarreloj C3 | Puesto 11 |
2012 Londres (Reino Unido) | Ciclismo_Carretera | Masculina | Fondo C1-3 | Puesto 11 |
Biografía de Juan Emilio Gutiérrez Berenguel
Nacido el 21 de diciembre de 1968 en Almería, la vida de Juan Emilio bien podría definirse como un canto al ciclismo, el deporte que le enamoró siendo un crío y que, tras reponerse a un accidente que casi lo deja postrado en una silla de ruedas, le permitió mostrar al mundo su entrega y capacidad física forjadas en las carreteras de Tabernas, Calar Alto o Sierra Nevada.
Hijo de Juan e Isabel, su infancia y adolescencia transcurrieron en la capital almeriense entre los estudios –Colegio Diocesano de San Ildefonso e Instituto Alhadra– y la bicicleta. Ya con la mayoría de edad, nuestro biografiado continuó compatibilizando su vocación por la salud –cursó estudios de técnico de laboratorio en el Instituto Albaida– y la devoción por el ciclismo, en cuyo entorno se convirtió en un corredor aficionado conocido en la provincia por el sobrenombre de Richard.
No obstante, su vida iba a dar un giro dramático cuando el 6 de abril de 1992, mientras entrenaba, una furgoneta –que no se detuvo para auxiliarle– le arrolló y, a consecuencia del golpe, sufrió graves lesiones vertebrales a nivel lumbar. Tras un tiempo en la UCI y tres meses de reposo absoluto, fue llevado a Valencia a mediados de 1993 para una operación que significó el punto de inicio de un largo y duro proceso de rehabilitación hasta que pudo volver a caminar por su propio pie. “Cuando desperté en la cama del hospital me planteé las dos opciones que me quedaban: o me hundía y me condenaba a estar toda la vida en una silla de ruedas o luchaba por recuperarme. Elegí lo segundo”.
La práctica deportiva era una fantasía en las circunstancias en las que se encontraba Emilio, pero la evolución y su fuerza de voluntad posibilitaron que en 1997 volviese a vestir un maillot y pedalease sobre su bicicleta de carretera –con ficha por la Federación Andaluza de Minusválidos Físicos– en competiciones menores y cicloturistas, como la Subida al Veleta, la Subida al Puerto de la Ragua, La Quebrantahuesos o La Marmotte, en los Alpes franceses.
Asimismo, debutó en pruebas específicas para discapacitados, tal fue el caso del Campeonato de España de Ciclismo de Minusválidos Físicos de 1997, celebrado en Ciudad Real los días 23 y 24 de agosto y donde Richard, dentro de la categoría LC1, conquistó la medalla de oro tanto en contrarreloj como en fondo en carretera, y la plata en el omnium de pista.
En 1998, siguió concurriendo a marchas ciclodeportivas y además se estrenó con el equipo nacional, representando a España en el Campeonato del Mundo de Ciclismo IPC (Comité Olímpico Internacional) llevado a cabo en Colorado Springs (Estados Unidos) el 19 y 20 de septiembre. El almeriense rozó la medalla en línea LC1 –fue 4.º, peleando el bronce con el local Tom Neal– y también destacó (6.º) en contrarreloj.
En 1999, fue de nuevo campeón de España LC1 en fondo y contrarreloj, en Derio (Vizcaya), volvió a sus pruebas cicloturistas para ganar resistencia –Angliru, Cantabria, Quebrantahuesos– y compitió por España en el Campeonato de Europa celebrado en Blois (Francia), consiguiendo la medalla de bronce en contrarreloj y el 5.º puesto en línea LC1.
Con el estímulo de la primera medalla internacional, Gutiérrez Berenguel encaró el año 2000 –como becado del Plan Paralímpicos Andaluces– con la ilusión de participar en los Juegos Paralímpicos de Sídney 2000. Estuvo los meses de febrero y marzo concentrado en el CAR de Sierra Nevada, fue incluido en la preselección nacional e hizo un esfuerzo por compaginar entrenamientos, competiciones ciclodeportivas y su trabajo en el Servicio Andaluz de Salud. Puso todo lo que estuvo en su mano por estar en las Paralimpiadas, en la que él presuponía iba a ser su primera y última oportunidad de lograrlo. No lo consiguió.
Sídney quedó lejos y ello motivó que en el arranque del siguiente ciclo paralímpico su motivación y compromiso descendieran a la par que su estado físico y sensorial fue empeorando hasta el punto de que en 2004 un tribunal médico le reconoció una discapacidad del 73 %, lo cual significaría su baja laboral.
En tales condiciones, el siempre entusiasta Richard comenzó a disponer de más tiempo para entrenar sobre la bicicleta, hecho que resultó fundamental en el auge que experimentó su trayectoria deportiva a partir de ese momento. El otro factor fundamental en esta escalada hacia la elite mundial fue la tutela de uno de los grandes directores y entrenadores del ciclismo andaluz de siempre, el granadino Emilio Estévez, quien le enseñó a hacer del ciclismo una filosofía de vida.
Así, en las filas del legendario Club Ávila Rojas, radicado por entonces en Ceuta –años más tarde correría por el Andalucía-Mapfre de Juan José Carrasco y el Región de Murcia de Joaquín López y José Ramón Pardo–, Gutiérrez Berenguel volvió a primera escena en la temporada 2007, pero lo hizo en una nueva división adaptada, la 3, según la tipología de la Federación Española de Deportes para Paralíticos Cerebrales, o C3 a partir de que en 2009 la Unión Ciclista Internacional (UCI) integrase dentro de sí la actividad ciclista de todas las discapacidades (visual, física y cerebral).
De inmediato, el almeriense entró en el equipo nacional –esa campaña ganó una de las pruebas de la Copa de Europa– y empezó su particular rivalidad con el ex profesional Javier Ochoa, también en la clase 3, si bien, al contrario que el vizcaíno, su período en la elite fue más largo: 10 temporadas desde 2007 a 2016 –aunque en 2013 y 2014 estuvo prácticamente inactivo– en las que la concatenación de resultados no da lugar a la duda acerca de su estatus.
En los campeonatos de España sumó 21 medallas (siete de oro), siempre en las clases C3 (individual) y C1-C5 (colectiva). En carretera, subió al podio en Trebujena 2007 (plata en fondo), Pola de Laviana 2008 (plata en contrarreloj y fondo), Puerto Lumbreras 2009 (plata en contrarreloj y fondo), Madrid 2010 (oro en contrarreloj y fondo) y Ciudad Real 2015 (oro en contrarreloj y plata en fondo). En pista, se hizo con medalla en Tafalla 2008 (plata en kilómetro y bronce en persecución), Galapagar 2009 (plata en kilómetro y persecución), Galapagar 2010 (oro en velocidad por equipos y plata en kilómetro y persecución), Palma de Mallorca 2012 (oro en kilómetro y plata en persecución) y Galapagar 2016 (oro en velocidad por equipos, bronce en kilómetro y plata en persecución).
Internacionalmente y al margen de los Juegos Paralímpicos, Richard concurrió a dos ediciones del Campeonato del Mundo de pista y cuatro del Mundial de carretera, totalizando un botín de siete medallas (dos de plata y cinco de bronce). En pista, participó en Mánchester 2009 (bronce en kilómetro y velocidad por equipos, y 4.º en persecución) y Los Ángeles 2012 (no salió en kilómetro, bronce en persecución y velocidad por equipos), mientras que en la versión de carretera, tomó parte en Bogogno 2009 (plata en contrarreloj y bronce en fondo), Baie-Comeau 2010 (6.º en contrarreloj y en fondo abandonó por caída), Roskilde 2011 (plata en contrarreloj y 5.º en fondo) y Nottwil 2015 (no hizo la contrarreloj y acabó 14.º en fondo).
También fue un habitual con la selección española en las pruebas de la Copa del Mundo –instaurada en 2010– y Copa de Europa. En las primeras estuvo presente en Segovia 2010 (plata en contrarreloj y oro en fondo), Segovia 2011 (plata en contrarreloj y 8.º en fondo), Baie-Comeau 2011 (oro en contrarreloj y bronce en fondo), Roma 2012 (oro en contrarreloj y plata en fondo), Segovia 2012 (bronce en contrarreloj y 4.º en fondo), Yverdon-les-Bains 2015 (6.º en contrarreloj y 14.º en fondo), Elzach 2015 (14.º en contrarreloj y 8.º en fondo) y Bilbao 2016 (4.º en contrarreloj y plata en fondo).
En el circuito continental, participó en Gippingen 2007 (oro en fondo), Eyrein 2009 (plata en fondo), Gippingen 2009 (plata en contrarreloj y oro en fondo), Piacenza 2009 (oro en fondo), Segovia 2009 (plata en fondo), Piacenza 2010 (bronce en fondo), Elzach 2011 (plata en fondo) y Piacenza 2011 (bronce en fondo).
Asimismo y fuera de estos circuitos, Juan Emilio compitió en la Vuelta a Vizcaya Paralímpica (la Bira) en diversas ediciones –bronce en 2009, plata en 2010 y 2015 y campeón en 2012–, así como en el Critérium des Monedières de 2009 (18.º) en Corrèze (Francia), la Challenge Handisport de Urt (Francia) de 2009 y 2010 –ganó en ambas ocasiones– y la Copa de Brescia (Brixia Cup) de 2015 (plata en la general, luego de haber ganado la contrarreloj y haber sido 5.º en línea).
Ciclista de indudable nivel internacional, Juan Emilio enfocó toda la preparación de la campaña de 2012 a la participación –por fin– en los ansiados Juegos Paralímpicos, acontecimiento en el que, sin embargo, la mala fortuna acompañó al bravo corredor almeriense, aquejado de un dolor de rodilla persistente desde principios de año. Además, después de debutar el 31 de agosto en la prueba de persecución en pista –6.º en la calificación (3.44.303), no accedió a la ronda final por las medallas reservada a los cuatro primeros–, la víspera del estreno en ruta un coche le golpeó durante un entrenamiento y ello le dejó muy dolorido y mermado para encarar sus dos pruebas favoritas, en las que, obviamente, el rendimiento fue menor al mostrado en las competiciones previas.
Así, el 5 de septiembre, solo pudo acabar en 11.ª posición, entre 14 ciclistas, en la contrarreloj C3, con un tiempo de 25:05, a 1:43 del campeón, el australiano David Nicholas, completando la prueba de más a menos debido a molestias físicas. Al día siguiente, en la carrera en línea C1-3, con 39 contendientes, el andaluz volvió a terminar 11.º (1:42:51), eso sí, llegando en el pelotón de doce que se jugó al esprint la medalla de oro –ganó el italiano Roberto Bargna– y siendo el mejor de los tres españoles participantes.
Retirado al término de la temporada 2016, en la actualidad Emilio reside en Retamar, en la periferia de Almería, y es padre de dos hijos, Daniel y Laura. En los últimos años ha compatibilizado los estudios de Fisioterapia en la Universidad de Almería con la labor de director deportivo del equipo elite sub-23 Pérez Cánovas–Nomar Spain, en las temporadas 2017 y 2018. En 2009, recibió el Premio Andalucía de los Deportes.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 22 de octubre de 2020