Jimmy
Torres
Juan José Torres Díaz
26.11.1957
Cardeña (Córdoba)
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1984 Los Ángeles (EE.UU.) | Atletismo | Masculina | 3.000 m obstáculos | Puesto 25 |
Biografía de Juan José Torres Díaz
Nació el 26 de noviembre de 1957 en Cardeña (Córdoba), en el Valle de los Pedroches, una localidad inmersa en un paraje de gran belleza natural pero que, por entonces, sufría una pérdida de población incesante debido a la falta de oportunidades laborales existentes. Entre aquellas familias que emigraron estuvo la de Juan Torres, la cual marchó a Barcelona en busca de un nuevo futuro, un trabajo que satisficiese las necesidades que las encinas, los alcornoques y el carbón no llegaron a cubrir.
Instalado en la Ciudad Condal desde pequeño, nuestro protagonista empezó a enardecerse por el atletismo en su primera juventud y con 17 años dicha afición la “oficializó” enrolándose en la Unión Gimnástica y Deportiva de Badalona, pese al rigor de aquellos comienzos en los que la ausencia de una pista de atletismo donde rodar se suplía con entrenamientos en la montaña y una poco estimulante ducha de agua fría al final.
Pese a todo, las ganas de Juan Torres de ser un grande del atletismo español compensaron tales penurias y durante el primer año federado (1974-1975) ya despuntó en distintos frentes en la categoría júnior: Juegos Escolares Nacionales, Campeonato de España y Campeonato de Cataluña en pruebas como los 2.000 metros obstáculos y los 1.500 metros. Asimismo, en la temporada invernal ganó –el 15 de diciembre de 1974– la carrera de debutantes de la popular Jean Bouin, en Barcelona, y ya se hizo un nombre junto a su compañero de club Juan Bertrán en las pruebas de campo a través provinciales y regionales.
Tales prestaciones llamaron la atención del director técnico de la sección de atletismo del FC Barcelona, el entrenador burgalés Gregorio Rojo, cuyas gestiones a favor del atleta cordobés cuajaron en la concesión de una beca de la federación española para que pudiese vivir en la Residencia Blume de Barcelona y entrenar con mejores medios. Así, a partir de la campaña 1975-1976 Jimmy, como se le empezaba a conocer en el atletismo catalán, empezó a forjar su porvenir en el alto rendimiento junto a otros jóvenes ilusionados y de gran potencial como José Manuel Abascal, Javier Moracho, Antonio Corgos o Andrés Ballbé que también vivían en la residencia.
Paralelamente, fichó, cómo no, por el FC Barcelona y fue tomado bajo la tutela del propio Gregorio Rojo, quien de forma natural fue encaminando su entrenamiento –por sus condiciones y adhesiones– hacia una prueba concreta, los 3.000 obstáculos, aunque nunca dejó de correr otras distancias (1.500, 3.000 en sala, 5.000 y 10.000) en las que también ostentó marcas de cierto nivel –hizo 3:40.2 en 1.500– o su querido campo a través. Pero, sin duda, fue la prueba de 3.000 obstáculos la que le dio mayor personalidad y fama en el contexto atlético nacional e incluso internacional, pese a la alargadísima sombra de dos “monstruos” de casa, como fueron el alicantino Domingo Ramón y el también andaluz Paco Sánchez Vargas, cuya competencia pocas veces pudo derribar. Eso sí, tal rivalidad concedió a esta prueba una relevancia y una dimensión –como demuestran los logros internacionales– que solo la marcha y el medio fondo alcanzaron en el atletismo español de los años 80.
Macerado durante varios años en el grupo de entrenamiento de Gregorio Rojo, el asalto de Jimmy a los primeros puestos estatales, ya en la categoría absoluta, se produjo a partir de la temporada 1980, a cuya conclusión ingresó en el plan federativo de becas en razón a sus resultados del año en 3.000 obstáculos, entre los que destacan la medalla de plata en el triangular Lisboa-Barcelona-Madrid –un peculiar match que reunía a atletas federados en las tres ciudades más importantes de la Península– y fundamentalmente la medalla de bronce en el Campeonato de España al aire libre celebrado en Madrid, situándose por detrás de Ramón y Sánchez Vargas y efectuando marca personal (8:37.4).
En 1981, se proclamó campeón de España de cross por equipos con Cataluña –repitió en 1982– y alcanzó la internacionalidad por vez primera –compitió seis veces con la selección española absoluta– participando en el Campeonato del Mundo de campo a través que ese año tuvo como sede la Casa de Campo de Madrid (167.º individual y 4.º por equipos). En pista, cerró la campaña de invierno alzándose con su primer título estatal –medalla de oro en el Campeonato de España bajo techo, en Zaragoza, en la prueba de 3.000 lisos, sucediendo a Sánchez Vargas– y al aire libre repitió medalla de bronce nacional en 3.000 obstáculos y rebajó su marca personal a 8:34.1, en Barcelona.
El año 1982 volvió a significar un paso ascendente en su progresión ya que, aunque seguía sin poder derrotar a Ramón y Sánchez Vargas en el Campeonato de España –tercera medalla de bronce–, en esos nacionales celebrados en Santiago de Compostela bajó su tope personal (8:30.31) y pocos días más tarde volvió a hacerlo en el triangular España-Italia-Portugal llevado a cabo en Vigo –fue 2.º, tras Sánchez Vargas– con un tiempo de 8:24.38 que le clasificaba para su primer gran campeonato, el Europeo al aire libre de Atenas, en el que el andaluz logró clasificarse para la final (11.º con 8:37.84).
La campaña de 1983 no hizo sino confirmar el salto cualitativo experimentado el año anterior y contuvo, por fin, el único triunfo de Juan Torres en los 3.000 obstáculos del Campeonato de España, rompiendo en Anoeta el imperio de Domingo Ramón, campeón las tres ocasiones anteriores. Autor además de una mínima B, los técnicos nacionales lo llevaron a la primera edición del Campeonato del Mundo, en Helsinki (Finlandia), donde quedó eliminado en la primera ronda (29.º), y posteriormente volvió a vestir la camiseta española en los primeros Campeonatos Iberoamericanos, en el Estadio Serrahima de Barcelona (5.º).
De esta forma, el campeón nacional, con experiencia en un Europeo y un Mundial, afrontó la decisiva campaña de 1984 con el objetivo de unir a su palmarés la participación en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, cosa que sucedió in extremis ya que la realización de la marca mínima no se produjo hasta pocas semanas antes.
Jimmy saltó a la pista del Memorial Coliseum angelino el 6 de agosto para disputar el pase a las semifinales, a las que accedían los seis primeros de cada una de las tres series de primera ronda, más los seis mejores tiempos siguientes. Noveno de la segunda carrera con un discreto registro de 8:40.76, ahí cerró su competición olímpica, clasificándose 25.º entre 35 participantes, siendo, eso sí, el mejor de los eliminados. Su compañero de equipo Domingo Ramón sería finalista y sexto.
Como decía de él su entrenador Gregorio Rojo, en la alta competición “se acompleja mucho” y ello pudo ser la explicación de su anormal prestación en las Olimpiadas, que no su estado de forma, sobresaliente, como demostraría en el carrusel de mítines internacionales que disputó al regreso a Europa: 6.º en Colonia, 5.º en Zúrich y 4.º en Coblenza, efectuando en esta ciudad alemana el 29 de agosto de 1984 un tiempo de 8:16.25, marca personal –la rebajó en más de cuatro segundos– a 51 centésimas del récord nacional de Ramón y un tiempo que hoy día constituye el 12.º registro español de los tiempos.
Nuestro biografiado cerró la temporada acudiendo con el equipo nacional al triangular España-Portugal-Finlandia, en Santiago de Compostela, los días 8 y 9 de septiembre, última internacionalidad de un atleta que, a partir de 1985, ya en las filas del equipo Nike, comenzó su particular calvario físico a raíz de una importante lesión en los tendones de un pie que le obligó a visitar el quirófano varias veces y que le impidió volver a rendir al nivel de sus mejores años. Sin mínima para el Campeonato de Europa de Stuttgart 1986 y el Mundial de Roma 1987, Juan Torres Díaz, a los 30 años, decidió retirarse como atleta de alto nivel en 1988 para dedicarse a su trabajo en Telefónica –entró en esta empresa en 1980– y a su familia. Actualmente sigue viviendo en Barcelona.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 6 de noviembre de 2020