Lidia
Parra
Lidia Parra Sánchez
30.03.1979
Madrid
Juegos Paralímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
2000 Sídney (Australia) | Ciclismo_Carretera | Mixta | Fondo en tándem | Puesto 10 |
2000 Sídney (Australia) | Ciclismo_Pista | Mixta | Persecución en tándem | Puesto 9 |
2000 Sídney (Australia) | Ciclismo_Pista | Mixta | Kilómetro en tándem | Puesto 13 |
Biografía de Lidia Parra Sánchez
Muy joven, con apenas 21 años, esta ciclista deficiente visual almeriense tuvo la oportunidad de competir en unos Juegos Paralímpicos, los de Sídney 2000, y a partir de ahí desarrolló una notable carrera que, sin embargo, se quedó sin el refrendo de una segunda participación paralímpica, pese a estar preseleccionada para Atenas 2004 y Pekín 2008.
Lidia Parra nació en Madrid el 30 de marzo de 1979. Hija única de Alberto y Juani, con solo un año de edad se trasladó con su madre al pueblo de esta, Huércal-Overa, donde transcurriría su infancia y adolescencia, estudiando en el Colegio Público Virgen del Río y el Instituto Cura Valera y tomando contacto con el deporte, en concreto el judo. No obstante, cuando, ya mayor de edad, marchó a Granada para estudiar Magisterio en la universidad, se decidió a probar en el ciclismo.
Todo comenzó desde cero y cuando en 1999 conoció a Sergio Fernández, ciclista granadino con el que compuso un tándem mixto consistente y comenzó un intenso año y medio de preparación con la vista puesta en clasificarse para los Juegos de 2000. Ya esa primera temporada compitieron en el Campeonato de España de ruta en Córdoba, logrando la 4.ª plaza tanto en fondo como en contrarreloj, pero en la siguiente campaña la progresión fue evidente ya que se proclamaron campeones nacionales de contrarreloj en Murcia y obtuvieron la medalla de bronce en línea, resultados que les valieron la convocatoria para Sídney 2000.
En Australia, la pareja Parra-Fernández debutó el 19 de octubre en la prueba de persecución en pista logrando el 9.º puesto (entre 15 participantes) en las clasificatorias de la mañana, con 3:46.637, lejos de los cuatro primeros puestos que accedían a semifinales. El oro correspondió a los bielorrusos Aliaksandr Danilik y Iryna Fiadotava, con un tiempo de 3:34.253 en la final. Dos días después, de nuevo en el velódromo de Sídney, los andaluces completaron el explosivo kilómetro contrarreloj con un registro de 1:15.335, el 13.º mejor entre 16 competidores, siendo los mejores los estadounidenses Pamela Fernandes y Alphonso Whaley, con 1:08.997.
Por último, el día 26 llegó el turno de la prueba de fondo en carretera –no hubo contrarreloj– y los andaluces llegaron a la meta en el segundo grupo, en 10.ª posición (1:36:03), a más de seis minutos de los campeones, Danilik y Fiadotava, que ganaron destacados con un tiempo de 1:29:51.
Justo a la vuelta de Australia, nuestra biografiada se mudó a Madrid para empezar a estudiar en la Escuela de Fisioterapia de la ONCE (curso 2000-2001), tras cuya formación entró a trabajar como fisioterapeuta pediátrica en la Fundación Bobath, asistiendo a niños con parálisis cerebral.
Asimismo, en la capital de España inició una nueva etapa deportiva al lado del piloto madrileño Iván Fermosel, con el que también logró destacar en el ámbito internacional. En 2001, la nueva pareja rozó las medallas en el Campeonato de Europa disputado en las ciudades suizas de Zúrich y Neuchâtel –cuartos en fondo y contrarreloj en ruta y kilómetro en pista– y en 2002 se consagró en el Campeonato del Mundo, en Altenstadt (Alemania), donde, además de situarse 5.ª en contrarreloj y 6.ª en fondo y kilómetro, se proclamó subcampeona del mundo en persecución.
En el ámbito estatal y bajo la bandera de la federación madrileña, Parra y Fermosel compitieron con éxito en los campeonatos de España: plata en línea y 4.º en contrarreloj –en León– y plata en kilómetro y persecución –en Barcelona– en 2001; oro en contrarreloj y bronce en línea –en Salamanca– y oro en persecución y bronce en kilómetro –en Galapagar (Madrid)– en 2002.
El año 2003 supuso un punto de inflexión en la trayectoria de Lidia, ya que, debido a la eliminación de los tándems mixtos del programa de los Juegos Paralímpicos, se vio obligada a pasarse al tándem femenino. Así, comenzó a entrenar con la vallisoletana Carmen Bravo, pero finalmente su nueva compañera a los pedales fue la madrileña Isabel de Pablos, con la que inauguró la nueva andadura en competición en el Campeonato de España de ruta de 2003, en Alovera (Guadalajara), conquistando la medalla de bronce en fondo y la 4.ª posición en contrarreloj.
Al año siguiente, en el mismo acontecimiento y el mismo lugar, el binomio calcó los resultados, en tanto que en el Nacional de pista, en Galapagar, se hizo con la corona en kilómetro y la medalla de plata en persecución, no obstante, méritos que no les permitieron ir a los Juegos de 2004.
Internacionalmente, este tándem se estrenó en el Campeonato de Europa de Alkmaar (Holanda) de 2005, significando la consecución de la medalla de plata en kilómetro, entre otros resultados. Esa temporada, en los campeonatos de España, consiguieron doble título en pista (kilómetro y persecución), en Tafalla (Navarra), y dos bronces en carretera (fondo y contrarreloj) en Puerto Lumbreras (Murcia).
En 2006 nuestras protagonistas acudieron al Campeonato del Mundo en Aigle (Suiza), aunque quedaron lejos del podio (7.ª en kilómetro, 8.ª en persecución, 10.ª en fondo y 17.ª en crono), mientras que en el Nacional de pista, de nuevo en Tafalla, se proclamaron campeonas en kilómetro y subcampeonas en persecución.
En 2007 Parra y De Pablos volvieron a ser mundialistas, siendo seleccionadas para el V Campeonato del Mundo de Ciclismo para Discapacitados, que tuvo lugar en las localidades francesas de Burdeos (pista) y Villenave d’Ornon (carretera) bajo la organización de la Unión Ciclista Internacional (UCI). Allí, concluyeron en 7.ª posición en kilómetro y persecución –rebajando en más de tres segundos el récord de España- y no participaron en las pruebas de carretera. A nivel estatal, el año lo saldaron con dos entorchados en pista (kilómetro y persecución) y el 4.º puesto en contrarreloj, en el Campeonato de España celebrado en Cuenca.
A pesar de estos buenos resultados, la escasez de plazas para Pekín 2008 –solo un tándem por país– obligó al seleccionador Félix García Casas a una complicada elección para decidir qué pareja representaría a España, privilegio que recayó finalmente en las granadinas Ana López y Marina Girona. Como consecuencia de este hecho y a punto de cumplir los 30 años, Lidia decidió que era el momento de dar por concluida su carrera deportiva como ciclista y dar paso a otras etapas de su vida.
Nuestra almeriense contrajo matrimonio con el ciclista valenciano Abelardo Gandía, también deficiente visual y que, como ella, había participado en Sídney 2000 –ganó una medalla de plata en persecución y posee además tres títulos en el Mundial de Altenstadt 2002. Este tándem familiar tiene dos hijas, Julia y Martina, con las que residen en Almería, adonde se mudaron en 2012. Aquí montó Lidia una consulta de fisioterapia pediátrica en la que atiende cada día a pequeños con problemas motores, a la par que disfruta de la bicicleta junto a sus niñas por afición.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 20 de octubre de 2020