Manuel Olmedo Villar

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Manuel Olmedo Villar
Olímpico

Manolo
Olmedo

Sevilla

Manuel Olmedo Villar

17.05.1983

Sevilla

2
Juegos OlímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
2004 Atenas (Grecia)AtletismoMasculina800 m
Puesto 45
2008 Pekín (China)AtletismoMasculina800 m
Puesto 10


Biografía de Manuel Olmedo Villar

Componente de la formidable generación de mediofondistas andaluces del siglo XXI, Manuel Olmedo supo compaginar con éxito, a diferencia de sus coetáneos, las distancias de 800 y 1.500 metros, si bien el ascenso a la superior supuso una convivencia demasiado prolongada con las lesiones, las cuales han jalonado la recta final de su singladura deportiva.

Hijo de Rafael y María del Carmen, nació el 17 de mayo de 1983 en Sevilla, en la norteña barriada de Los Arcos, al lado del parque de Miraflores, lugar habitual de juegos durante la infancia y que luego fue escenario de entrenamientos matutinos, cuando no el Estadio de La Cartuja o las pistas del Centro Deportivo San Pablo, durante los años que residió en la capital hispalense.

Fue durante la etapa de estudios primarios, en el Colegio Público Escritor Alfonso Grosso cuando, con 7 años, dejó los cursos de iniciación al kárate que estaba realizando para empezar a correr junto a su hermano David –son cuatro hermanos y el menor, Pablo, también ha seguido la senda atlética– y sus compañeros. Desde estos comienzos infantiles, Manuel fue creciendo como persona y atleta, despuntando en carreras escolares y municipales hasta que con 16 años –año 1999–, cursando secundaria en el Instituto Híspalis, formalizó su compromiso con el atletismo causando alta en el Club Vegamedia-Sodevega y en el grupo de trabajo de Paco Solares, un entusiasta pedagogo y apasionado del atletismo, que le convenció de sus posibilidades en la prueba de 800 metros.

Al año siguiente, fichó por el Club Atletismo Chapín de Jerez de Frontera, con cuyos colores y el entrenamiento de Solares completó una triunfante etapa juvenil-júnior y se catapultó a la sénior. Así, en 2000, fue campeón de España juvenil de 800 metros tanto en pista cubierta como al aire libre y debutó en el Campeonato del Mundo júnior, en Santiago de Chile, con un 17.º puesto, al borde del acceso a semifinales. En 2001, en categoría júnior, volvió a hacer doblete en los campeonatos de España –oro en sala y al are libre– e internacionalmente acudió al Campeonato de Europa al aire libre, en Grosseto (Italia), donde esta vez sí llegó a la final (8.º, con 1:54.03).

La campaña de 2002 supuso la transición de los eventos de edades a los absolutos. Siendo aún júnior, ganó a los mayores en Sevilla en el Campeonato de España Absoluto en Pista Cubierta –primero de sus cuatro entorchados en 800 metros– y acudió por vez primera a un campeonato internacional –19.º en el Europeo en sala de Viena (Austria)–, formalizando su despedida de la etapa de formación en el Mundial júnior de Kinsgton (Jamaica) el 19 de julio, con una notable 8.ª posición en 800 metros, en cuya final le precedió el también andaluz José Manuel Cortés (6.º). No obstante, aún participaría en dos ediciones del Campeonato de Europa Sub-23, Bydgoszcz 2003 y Erfurt 2005, en los que subió al podio de los 800 metros como medalla de bronce (1:46.83) y medalla de plata (1:51.47), respectivamente.

Comenzó, por tanto, en 2003 su periplo absoluto, representando a España en la Copa de Europa bajo techo, en Leipzig (Alemania), y debutando discretamente (34.º) en el Campeonato del Mundo al aire libre, en París (Francia). Asimismo, clausuró el año con un sobresaliente tiempo de 1:45.57, el 2.º del ranking nacional, siendo el principio de una sucesión de nueve años (hasta 2011 inclusive) en los que siempre bajó de 1:46 y figuró entre los cuatro mejores atletas del país.

De esta forma, llegamos al año olímpico de 2004, que nuestro protagonista afrontó con nuevo club, el Nike, y con la idea de estar en los Juegos de Atenas 2004, cosa que logró luego de rubricar la mínima olímpica con una marca de 1:45.30. Gracias a ello, Manolo debutó el 25 de agosto en las series de 800 metros, en las que solo pudo ser 4.º en la octava carrera, con un crono de 1:47.71 que le condujo al 45.º puesto de la clasificación general –entre 72 atletas–, por tanto, sin posibilidad de acceder a las semifinales ni por puestos ni por tiempos (pasaban los dos primeros de cada serie y los seis mejores cronos).

Tras estos Juegos, el hispalense decidió, de acuerdo con Paco Solares, emigrar periódicamente a Soria para entrenar con Enrique Pascual Oliva y su grupo de mediofondistas, en el cual estaban Reyes Estévez y Roberto Parra, entre otros. Asimismo, empezó a pensar en la posibilidad de labrarse un futuro en 1.500 metros, dadas sus aparentes condiciones para esta distancia, aunque por el momento fueron las dos vueltas al estadio donde se prodigó y brilló.

En las campañas 2005 y 2006 no desentonó en los nacionales –plata en Málaga y bronce en Zaragoza, respectivamente, al aire libre–, pero en el ámbito internacional no terminó de “romper”: abandonó en la primera ronda del Mundial de Helsinki 2005 y cumplió siendo semifinalista (12.º) en su primer Europeo absoluto al aire libre, Gotemburgo 2006.

En 2007 fichó por el FC Barcelona –permaneció en él hasta 2017– y el andaluz elevó sus prestaciones estatales proclamándose campeón de España en pista cubierta en Sevilla y al aire libre en San Sebastián, mientras que, fuera de España, Olmedo acabó 14.º en el Campeonato de Europa en pista cubierta, celebrado en Birmingham (Reino Unido), y, fundamentalmente, 13.º (sexto en la segunda semifinal) en el Campeonato del Mundo de Osaka (Japón), posición esta que representa la quinta mejor actuación de un español en 800 metros en toda la historia de los mundiales, por detrás de la 6.ª plaza de Adrián Ben en Doha 2019, la 8.ª de Tomás de Teresa en Tokio 1991, la 10.ª de Roberto Parra en Sevilla 1999 y la 12.ª de Antonio Reina en París 2003.

Otro logro de similar corte aunque de mayor calidad protagonizó nuestro biografiado en sus segundos Juegos Olímpicos, los de Pekín 2008, cuando se quedó muy cerca de la final y ocupó el 10.º puesto final, que supone la segunda mejor actuación nacional en las Olimpiadas, solo superada por el 9.ª lugar de De Teresa en Barcelona 1992.

Antes de eso, en el ciclo invernal de 2008 el gran atleta sevillano se había hecho con la medalla de plata en el Campeonato de España y la 13.ª posición en el Campeonato del Mundo, ambos en Valencia, y al aire libre había obtenido el cuarto y último título nacional en 800 metros, el triunfo en la prueba de 800 en la Superliga de la Copa de Europa, en Annecy (Francia), y la mínima olímpica (1:45.13) que le dio el pasaporte para los Juegos. Allí, en el Nido, fue a por todas, ganó su serie de primera ronda (1:45.78) y en semifinales llegó 4.º en su carrera (1:45.91), si bien no alcanzó para entrar en la final por apenas dos puestos.

Tras la segunda experiencia olímpica, en 2009 llegó, por fin, a la final del Campeonato de Europa en sala –en Turín (Italia) concluyó 5.º (1:19.72)– y abandonó en las series del cuarto y último Mundial –Berlín 2009– que disputaría en la prueba de 800 metros, ya que en 2010 decidió sumarse activamente al elenco de atletas del “milqui”. Y lo hizo con toda la rotundidad que puede otorgar una medalla de bronce en el Europeo al aire libre llevado a cabo ese año en Barcelona o el primero de los cinco entorchados nacionales en 1.500 metros, a saber: tres en pista cubierta (2011, 2014 y 2016) y dos al aire libre (2010 y 2011).

A este primer sobresaliente año en 1.500 sucedió una campaña 2011 sencillamente formidable, la mejor de su vida. Corrió como nunca en esa prueba (3:34.44) y también hizo lo propio en “sus” 800, firmando un sensacional tiempo de 1:44.56 el 22 de julio en Barcelona, la 4.ª mejor marca española de todos los tiempos. Adicionalmente, en 1.500, se erigió en campeón de Europa en sala en París y rozó la medalla en el Mundial al aire libre de Daegu (Corea del Sur) –quinto y último de su carrera–, donde con 3:36.33 fue 4.º tras los kenianos Asbel Kiprop (3:35.69) y Silas Kiplagat (3:35.92) y el americano Matthew Centrowitz (3:36.08). Asimismo, ganó su prueba en el Campeonato de Europa de Selecciones, en Estocolmo.

Sin embargo, después de estas conquistas llegaron los problemas físicos y las lesiones, además de momentos personales adversos, que provocaron un bajo rendimiento en 2012 –abandonó en las series de 1.500 del Campeonato de Europa de Helsinki– y, en consecuencia, su ausencia de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, que tuvo que ver a través de la televisión con todo su pesar.

Lesionado y convaleciente durante la campaña 2013, Manuel Olmedo abandonó la ciudad de Soria, donde había residido durante ocho años, y se instaló a principios de 2014 en Calviá (Baleares). Deportivamente, cerró el ciclo con Enrique Pascual y abrió una nueva época bajo la tutela del entrenador Johnny Ouriaghli, incorporándose a su grupo de entrenamiento en las islas, junto a, entre otros, David Bustos. Ese primer año en Mallorca, el hispalense hizo la segunda mejor marca nacional del año (3:37.82), por detrás precisamente de su compañero de entrenamiento, pero en competición no logró rendir a plena satisfacción y, aunque volvió a ser campeón nacional bajo techo, en el Europeo de Zúrich (Suiza) al aire libre quedó eliminado en la primera ronda (puesto 16.º).

Las molestias físicas regresaron y el año 2015 pasó para el atleta de Sevilla sin gloria alguna, compitiendo solo en el ámbito doméstico. Ya en 2016 pudo retornar a un nivel internacional, participando en su segundo y último Campeonato del Mundo en Pista Cubierta, en Portland (Estados Unidos) –aunque se retiró en las series de primera ronda– después de haber ganado en Madrid la medalla de oro en 1.500 en el Nacional en sala. Antes de este metal, el 16 de enero en Antequera (Málaga), había batido el récord nacional de 1.000 metros, con un tiempo de 2:18.24, en poder de Fermín Cacho (2:20.18) desde 1992.

Tras una campaña 2017 de escaso lustre, Manuel Olmedo ha seguido compitiendo ya a un nivel más relajado, destacando el logro de una nueva medalla nacional al aire libre: un bronce conquistado con el Atlético Numantino en el relevo 4×400 en Madrid 2020. Con objetivos más modestos, el sevillano permanece aún en las filas del ADA Calviá de Mallorca en busca de recuperar viejas sensaciones en la recta final de su carrera deportiva.

En lo personal, regresó a Sevilla en el año 2015 y vive en San Juan de Aznalfarache con su pareja, Tamara, aunque todas las semanas sube a Madrid para cursar un máster en Gestión Deportiva con la Escuela Garrigues.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 5 de noviembre de 2020