Manuel
Vera
Manuel Vera Vázquez
12.10.1962
Camas (Sevilla)
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
1980 Moscú (U.R.S.S.) | Remo | Masculina | Cuádruple scull |
Puesto 5
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1984 Los Ángeles (EE.UU.) | Remo | Masculina | Cuádruple scull |
Puesto 6
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1988 Seúl (Corea del Sur) | Remo | Masculina | Doble scull |
Puesto 7
|
Biografía de Manuel Vera Vázquez
El remero andaluz cuantitativamente más laureado en el ámbito de las Olimpiadas –tres diplomas en otras tantas participaciones– nació el 13 de octubre de 1962 en Camas, pueblo sevillano en el que vivió hasta cumplir los 14 años, momento en el que su familia –sus padres, Manuel y Carmen, con sus cuatro hijos, él es el tercero– se trasladó a la vecina capital. Tanto en su localidad natal como en Sevilla fue un niño con grandes inquietudes por el deporte y con un marcado carácter competitivo, que emergía incluso en las derrotas que “sufría” durante los juegos familiares. Posiblemente por ello, el deportivo fue un entorno en el que siempre se desenvolvió bien y aun con precocidad.
Primero, influido por su hermano mayor, alternó con 11 años la práctica del balonmano y el rugby en los equipos escolares hispalenses de los Hermanos Maristas y la Divina Pastora, respectivamente. Luego, con 13 años, tomó de nuevo los mismos pasos de su hermano y marchó al Club Náutico Sevilla, donde hizo piragüismo hasta que en 1976 volvió a mostrar una fidelidad incondicional al primogénito siguiéndole al Club Remo Sevilla, estructura en la que tomó contacto definitivo con el remo.
Sus primeros maestros en el arte de remar fueron Marcos, Felipe del Valle y Jorge Molina, con los que alcanzó el suficiente nivel técnico –el físico lo traía de serie– como para debutar durante el primer año de práctica en el Campeonato de España Infantil celebrado en Guadalix de la Sierra (Madrid), donde obtuvo el 4.º puesto en doble scull (2x).
En los dos siguientes años, en edad cadete y remando todavía con el CR Sevilla, subió dos veces al podio en los nacionales de su categoría: medalla de plata en 1977 en 2x y la medalla de oro en 1978 en skiff (1x). No obstante, esta última campaña, tras su éxito en solitario, también fue llamado a la concentración nacional que se estaba llevando a cabo en el Lago de Bañolas (Gerona) con vistas a formar el equipo júnior que había de participar en el Campeonato del Mundo que ese año visitaba Belgrado (Yugoslavia). Contra todo pronóstico Manuel superó todas las pruebas y, sin haber cumplido los 16 años, remó en el ocho con timonel (8+) español que se clasificó 6.º en aquel certamen.
Por entonces, Bañolas era uno de los centros neurálgicos del remo nacional, lugar habitual de concentración y entrenamiento del equipo estatal desde finales de los años 60, a las órdenes del reconocido entrenador francés Jean Tarcher, y, a su vez, sede del poderoso Club Natación Bañolas, que había alcanzado un realce inusitado con el apadrinamiento del mecenas de origen cubano Pedro Abréu. Por su impulso, se había constituido un centro destinado a la concentración permanente de una treintena de privilegiados, quienes contaban con los mejores medios para entrenar, un gran entrenador –el noruego Thor Nilsen– y un sistema para compatibilizar el entrenamiento, la competición y los estudios. Para ser uno de aquellos elegidos fue llamado Manolo Vera, el cual, con el consentimiento de sus padres, marchó en 1979 para el lago gerundense, una decisión que determinaría su vida personal, académica, familiar y profesional, ya que nunca ha abandonado aquel lugar.
Inserto en este sistema, los resultados positivos llegaron en cascada en las campañas de 1979 y 1980 dentro de la categoría júnior, siendo medalla de bronce en cuádruple scull (4x) en el Campeonato de Europa de Jönköping 1979 y rozando el metal (4.º) en los mundiales de Moscú 1979, en 4x, y Hazewinkel 1980, en 1x, pero por encima de todo hay que reseñar que con tan solo 17 años debutó en los Juegos Olímpicos de 1980 y acabó 5.º en la prueba de cuádruple scull junto a Juan Solano Bustamante, Jesús González Guisande y Julio Oliver Cañadas, a 8 segundos y 81 centésimas de la medalla de bronce en la final disputada el 27 julio en el canal moscovita de Krylatskoye.
Tras las Olimpiadas, Manuel Vera comenzó en 1981 su particular cosecha de podios en el Campeonato de España absoluto siendo un remero insustituible en el engranaje del CN Bañolas, si bien en 1982 compitió puntualmente para el Club Náutico Sevilla. Así, desde 1981 hasta 1990, el hispalense se apoderó de 11 medallas de oro y una de plata, a saber: campeón en 4+ y 8+ en Mequinenza 1981; campeón en 1x y subcampeón en 8+ en Mequinenza 1982; oro en 2x y 8+ en Mequinenza 1983; oro en 4+ y 8+ en Mequinenza 1984; oro en 4x en Mequinenza 1986; oro en 2x y 4x en Villarreal de Álava 1988; y oro en 8+ en Sevilla 1990.
Internacionalmente, en el ciclo olímpico de Los Ángeles 1984 alternó con sumo éxito la participación en el Campeonato del Mundo sénior –7.º en 4x en Múnich 1981, 7.º en 2x en Lucerna 1982 y 13.º en 4x en Duisburgo 1983– y en el Match des Séniors, el mundial sub-23. En este acontecimiento, conquistó en Essen y Viena sendos títulos universales en las ediciones de 1981 y 1982, respectivamente. Mientras en la localidad de Alemania occidental se impuso en cuádruple scull, con Luis Miguel y Julio Oliver y Jesús González de compañeros, en la capital austríaca ganó en doble scull, junto a Julio Oliver. Otros puestos alcanzados fueron la 9.ª plaza en dos sin timonel en Viena y la 7.ª en skiff en 1983, en Candia (Italia).
Tales resultados –y la ratificación del óptimo estado de forma en las regatas previas de Mannheim, Ámsterdam y Lucerna– le condujeron inequívocamente a sus segundos Juegos Olímpicos a bordo del mismo bote, el cuádruple scull, en el que repitieron el andaluz, González y Julio Oliver y se incorporó el otro Oliver, Luis Miguel, en sustitución de Solano. En la sede olímpica del Lago Casitas, el barco español volvió a protagonizar una notable actuación accediendo a la final del 5 de agosto y estando más cerca de las medallas, pese a ocupar la 6.ª y última posición. Únicamente 4 segundos le separaron del bronce, que correspondió a Italia.
Con mayor madurez deportiva y luego de haber superado una importantísima lesión de columna que venía molestándole desde 1984, las prestaciones competitivas de nuestro biografiado continuaron siendo relevantes en las siguientes temporadas tanto en el ámbito nacional como en el internacional, donde destacaron sus comparecencias al Mundial de 1986 en Nottingham (Reino Unido), todavía en 4x (8.º), y al de 1987 en Copenhague (Dinamarca), ya en doble scull (13.º) y teniendo como compañero al pontevedrés José Manuel Bermúdez García.
Sería en este barco donde el espigado remero andaluz llevó a cabo la recta final de la preparación de las Olimpiadas de Seúl 1988, la cual se completó en un clima de profunda división dentro del remo nacional, especialmente visible en la concentración mantenida en México como preámbulo de los Juegos. Pese a todo, de aquel stage emanó la confirmación de que Manolo Vera –al igual que su pareja de boga– desfilaría tras la bandera española en un estadio olímpico por tercera vez, alcanzando tan sobresaliente e inusual cifra con solo 25 años.
La resolución de aquella tercera experiencia fue parecida a las anteriores ya que de nuevo el premio del diploma recompensó la competencia del sevillano, si bien esta vez, en el campo de regatas de Misari, no logró acceder a la final del 24 de septiembre y tuvo que conformarse con vencer en la final B de la víspera y, por tanto, quedar clasificado en la 7.ª plaza general, entre 17 barcos. “En la repesca –en primera ronda solo los vencedores de cada una de las tres regatas pasaban a semifinales y los españoles fueron terceros– teníamos posibilidades y logramos la clasificación –terceros de la primera regata–, que era nuestro objetivo inmediato. Las semifinales eran otro cantar, estaban los mejores y era muy difícil”, recuerda Manolo sobre la competición en Seúl 1988, que ya no se vio afectada por boicots, como las dos precedentes.
Aquella regata en Seúl supuso el punto final de la trayectoria deportiva internacional de Manuel Vera en el remo, aunque durante las siguientes campañas continuó demostrado su calidad innata en los campeonatos de España absolutos y, más tarde, para veteranos, dando también rienda suelta a su vocación deportiva en competiciones de atletismo, ciclismo y triatlón.
Uno de los motivos de la retirada, siendo bastante joven, fue la necesidad de labrarse un futuro profesional y concluir la licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, cosa que logró en 1989. Tras la graduación, trabajó en diversos institutos de enseñanza secundaria, de entrenador de la Federación Catalana de Remo y también –años 1991 y 1992– en el Comité Organizador de los Juegos de Barcelona 1992.
No obstante, a partir de 1993 enfocó su perfil laboral hacia la gestión empresarial. Se licenció en Economía de la Empresa por la Universidad de Barcelona, realizó un máster en Dirección y Administración de Empresas, entró como consultor asociado en un despacho de economistas y también accedió a una plaza de profesor del departamento de Organización de Empresas en la Universidad de Gerona. Más adelante montó su propia consultoría, cuya gestión alterna desde hace años con la dirección general de una cadena hotelera.
Por lo demás, Manolo reside en la localidad gerundense de Rosas junto a su mujer, Marta, y sus tres hijos, Sergio, Javier y Julia.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 9 de diciembre de 2020