María Esperanza Márquez Escudero

Biografía de María Esperanza Márquez Escudero

Componente de la primera tripulación femenina que España llevó a la competición olímpica de remo, Esperanza nació el 10 de julio de 1973 en Sevilla, siendo la cuarta y última de los cuatro hijos –Pedro, Jaime y Manuel son mayores que ella– que tuvieron sus padres, Pedro y Esperanza. A la edad de 10 años recibió las primeras lecciones de la boga en el río Guadalquivir y dentro de la consolidada estructura del Club Náutico Sevilla, entidad por la que ha competido durante toda su vida deportiva.

Entre el juego, el entretenimiento y la competición, nuestra protagonista empezó ese año de 1983 a sentir la atracción del agua y del remo de la mano de entrenadores como Valle García Pujol, Jerónimo Romero Alonso y Carlos Molina Castillo, con cuyas enseñanzas la hispalense fue adquiriendo un compromiso cada vez mayor con el entrenamiento. Tras cinco años de formación técnica y crecimiento físico, el 16 de julio de 1988 debutó en el Campeonato de España –celebrado ese año en Mequinenza (Zaragoza)– y lo hizo a lo grande, imponiéndose en skiff (1x) para cadetes.

Al año siguiente, la andaluza volvió a subir a lo más alto del podio en el mismo certamen, esta vez en Bañolas (Gerona) y en la prueba de cuádruple scull (4x). Medalla de oro con la que Esperanza despidió la categoría cadete para encarar una importante etapa júnior, pues, debido a sus cualidades, ya debió compatibilizar los entrenamientos de club con las concentraciones nacionales.

Prueba de ello, en 1990, después de proclamarse en Sevilla subcampeona de España de skiff, viajó con el equipo nacional júnior a las regatas internacionales de Brandemburgo (Alemania) –medalla de plata en 4x– y Macon (Francia) –plata en 4x y oro en ocho con timonel (8+)– y, fundamentalmente, al Campeonato del Mundo de Aiguebelette (Francia), donde terminó 11.ª en 4x. En 1991, rozó la medalla en el Nacional disputado en Villarreal de Álava al ser 4.ª en skiff y repitió presencia en el Mundial –en Bañolas– como colofón al periplo júnior, de nuevo teniendo al alcance de la mano la presea: 4.ª en 8+.

Esperanza Márquez se estrenó en la categoría sénior en el año olímpico de 1992, si bien por edad y nivel no pudo aspirar a engrosar las filas del equipo español para los Juegos de Barcelona. Sus Olimpiadas habrían de ser las siguientes y con dicho propósito entrenó duramente durante cuatro años a las órdenes de los técnicos nacionales o bien, cuando estaba en Sevilla, siguiendo las indicaciones de su hermano Manuel. El debut con los mayores allende nuestras fronteras data del 11 de abril de 1992 siendo el escenario el Memorial Paolo d’Aloja, regata internacional que se celebra en Piediluco (Italia) y a la que el equipo español acude cada temporada. En ella, Esperanza fue 4.ª en cuatro sin timonel (4-).

Más tarde, la sevillana fue llamada para integrar el ocho con timonel español en las regatas de Gante (Bélgica) y París (Francia) –en ambas subió al podio– y cerró el año acudiendo a la Copa de las Naciones –actual Campeonato del Mundo Sub-23– con el cuádruple scull nacional, aupándose a un destacable 4.º puesto.

En la Nations Cup encadenaría cuatro presencias, pues además de la citada de 1992, en Glasgow (Reino Unido), participó en Ioannina (Grecia) 1993, París 1994 y Groninga (Holanda) 1995, cosechando en estas tres últimas la 7.ª posición en dos sin timonel, la medalla de plata en doble scull y la 4.ª plaza en cuádruple scull, respectivamente. Dicha plata en 1994 es la única medalla de Esperanza en un gran campeonato y la consiguió al lado de otra sevillana, Nuria Domínguez, quien sería compañera de fatigas en el equipo nacional –que no en competiciones de club, pues pertenecía al Labradores– a lo largo de todo el ciclo olímpico de Atlanta 1996.

Al margen de estas sobresalientes actuaciones en el Mundial sub-23, en este período la sevillana se adjudicó tres medallas de plata en el Campeonato de España absoluto –en skiff en Villarreal de Álava 1993 y Sevilla 1995, y en 2x en Bañolas 1994– y participó en dos ediciones del Campeonato del Mundo sénior –Indianápolis 1994 y Tampere 1995–, siendo 11.ª y 16.ª, respectivamente, en doble scull y junto a Nuria Domínguez.

Estos resultados, junto a otros alcanzados en 1996 –triunfos en 2x en las regatas internacionales de Sevilla y Piediluco– y no sin antes haber pasado por una prueba selectiva en Bañolas, le avalaron para ser seleccionada, al lado de Nuria y la tarraconense Ana Accensi (reserva), para conformar la primera tripulación femenina española de remo en unos Juegos Olímpicos: un doble scull ligero.

Inmensa alegría para Esperanza, que, a sus 23 años de edad, viajó a Atlanta para competir en la sede olímpica del lago Sidney Lanier, en Gainesville, donde debutó el 22 de julio clasificándose 4.ª en la segunda serie de la primera ronda. Dos días más tarde, en la repesca, el barco español tampoco pudo conseguir el pase a las semifinales –pasaban los tres primeros de cada una de las tres regatas y España acabó 4.ª en la segunda serie– y quedó relegado a disputar la final C del día 26, donde Márquez y esta vez Accensi no pudieron escapar del 4.º y último lugar, lo que otorgó a la embarcación española la 16.ª posición general.

En el siguiente ciclo olímpico, Esperanza Márquez continuó en la misma línea de entrenamientos, concentraciones y competiciones con el objetivo de volver a cruzar el umbral de una Villa Olímpica, en este caso, la de Sídney 2000. En estos nuevos cuatro años que se abrieron ante sí, su compañera de fatigas Nuria Domínguez se alejó de los barcos colectivos para centrarse en el skiff en tanto que nuestra biografiada también eligió el esfuerzo colectivo para competir en escenarios domésticos, como el Campeonato de España, permaneciendo en el doble scull ligero en las citas internacionales de mayor enjundia, donde formó pareja con la donostiarra Eva Mirones Sola.

Así, en el Nacional, la hispalense se proclamó campeona de España de skiff en Villarreal de Álava 1997 y subcampeona en Mequinenza 1998. Internacionalmente, tuvo una intensa campaña de 1998, en la que subió a los podios de la Regata Internacional de Andalucía (plata en 1x y 2x), el Memorial Paolo d’Aloja (plata en 2x) y la Copa del Mundo de Múnich (plata en 4x ligero), adicionando a estas cuatro medallas el 9.º puesto en la Copa del Mundo de Lucerna y el 8.º en el Campeonato del Mundo de Colonia, ambos en doble scull ligero.

Sin embargo, la temporada trascendental fue la de 1999, en la que se ponían en juego la mayoría de las plazas olímpicas en el Mundial. Tras una prometedora 10.ª posición en 2x ligero en la Copa del Mundo de Hazewinkel (Bélgica), la retrasadísima clasificación (21.ª) obtenida en la misma prueba en el Campeonato del Mundo de St. Catherines (Canadá), el 29 de agosto, dio al traste con todas las ilusiones y las fuerzas de Esperanza, quien, sin plaza para los Juegos, firmó un año 2000 de menor perfil y en diciembre de 2000 anunció la retirada de la competición de alto nivel.

Sin olvidar y echando de menos aquella vida deportiva tan rica y diferente, Esperanza, diplomada en Turismo, comenzó una nueva vida profesional fuera del remo, llevando durante años la administración de una empresa familiar de tapicería y decoración, que acabó cerrando. Asimismo, se casó con el palista del Club Náutico y actual chef Julio Fernández Quintero, fruto de cuyo matrimonio han nacido dos hijas, Lola y Julia, con quienes viven en Santiponce. Desde 2018 trabaja con su marido llevando la administración del Restaurante Abantal.

Asentada personal y profesionalmente, Esperanza Márquez sigue activa desde el punto de vista físico realizando salidas en bicicleta y más recientemente habiéndose sumado a la corriente atlética de las carreras populares, cuya culminación fue la realización íntegra de la Maratón de Sevilla 2014. Asimismo, ha vuelto a remar, participando en los campeonatos de España de veteranos, donde cuenta sus remadas por victorias, así como en la tradicional regata Sevilla-Betis.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 9 de diciembre de 2020