María Peláez Navarrete

Biografía de María Peláez Navarrete

Grande del deporte andaluz, María Peláez está considerada la mejor nadadora española de todos los tiempos hasta la madurez de Mireia Belmonte, siendo la primera en haber obtenido un título continental absoluto en piscina de 50 metros, una calurosa tarde de agosto de 1997, en Sevilla, sede del XXIII Campeonato de Europa en el que la malagueña se coronaría en los 200 metros mariposa, su prueba predilecta.

En la persona de esta excepcional deportista concurre otra distinguida circunstancia, tal es su cifra de participaciones en Juegos Olímpicos, cinco, récord absoluto en el ámbito andaluz que comparte con la esquiadora María José Rienda y tope también en el contexto nacional femenino, igualadas ambas andaluzas con la tenista Arantxa Sánchez Vicario.

Nacida el 13 de noviembre de 1977 en Málaga capital, cuarta de cinco hermanos, luego de pasar por la guardería San Ignacio e ingresar en el Colegio de la Asunción, comenzó la convivencia de estudios y natación a raíz de que a la edad de 5 años tomase contacto con este deporte a través de un curso de iniciación llevado a cabo en el Club de Tenis El Candado de la capital malagueña, en cuya piscina ella disfrutaba los veranos en compañía de sus padres, Miguel Ángel y Esperanza, hermanas –Esperanza, Cristina y Alicia– y hermano –Miguel Ángel. Sin embargo, el recorrido disciplinado y el trabajo metódico en el medio acuático comenzarían cuando nuestra protagonista contaba con 10 años de edad a raíz de su adscripción al Real Club Mediterráneo de Málaga, su club de toda la vida, donde empezó a recibir una instrucción de mayor enjundia por parte de Antonio Luis Gómez Moreno.

La progresión de la pequeña María se hizo tan evidente y esperanzadora que la Real Federación Española de Natación le ofreció una beca para estudiar en el Colegio Cerrado de Calderón, vivir en su residencia –pese a la cercanía de la casa familiar– y entrenar en su centro de rendimiento a las órdenes de Fernando Tejero. Corría el año 1990 y María aceptó de buen grado aquella oportunidad –“supuso una renuncia voluntaria a muchas cosas que hice con gusto”.

Con Fernando Tejero entrenaría desde 1990 a 2000, siempre en Málaga, asistiendo el técnico andaluz durante los primeros años al imparable ascenso de su pupila, que destacaba con contundencia en categorías de edad superiores a la suya. Así, como júnior, se alzó con cinco títulos nacionales en 100 y 200 metros mariposa y 200 metros estilos, y, fundamentalmente, con solo 13 años se proclamó campeona de Europa de 200 mariposa en el certamen celebrado en 1991 en Amberes (Bélgica), siendo la primera española en lograrlo.

Asimismo, lució su exultante juventud en acontecimientos absolutos, siendo medalla de oro en 100 y 200 mariposa en el Torneo Ocho Naciones celebrado en 1992 en Estocolmo (Suecia) y logrando en el Mitin Mare Nostrum de Canet (Francia) el récord de España de 200 mariposa (2:14.69), mínima olímpica sorprendente e inesperada que le ocasionó su primera participación en las Olimpiadas, siendo la más joven deportista (14 años) del equipo español.

Como ella rememora, “no existía el planteamiento ir a Barcelona 1992. Fue una sorpresa y a la vez algo muy impactante. Yo era una niña y los Juegos de 1988 casi ni los había visto por televisión”. Solo dos semanas después de haber participado en los Juegos Olímpicos, la andaluza ratificó su supremacía en el estilo mariposa entre las júniors del continente ganando de nuevo la medalla de oro en 200 mariposa, más la de bronce en 100 mariposa, en el XIX Campeonato de Europa júnior, llevado a cabo en Leeds (Reino Unido).

Barcelona 92 fue, por tanto, el comienzo de la travesía olímpica de nuestra biografiada, que se prolongaría hasta 2008 con la presencia en cuatro Olimpiadas más, pero también la continuación de una rotunda trayectoria natatoria que alcanzaría un primer punto de inflexión con el reseñado entorchado europeo absoluto de 1997 y que concluiría en 2010, esto es, luego de veinte campañas en los principales escenarios de la natación.

Para glosar tan prolijo recorrido deportivo, hemos optado por condensar primero las cinco experiencias olímpicas de María Peláez y, posteriormente, relacionar el amplísimo palmarés en los campeonatos internacionales y estatales de forma agregada.

Asimismo y antes de nada, hay que destacar la extensa nómina de entrenadores que ha tenido la andaluza. Residente desde la campaña 1997-1998 en la Blume de Madrid, teniendo como lugar de entrenamiento el Centro de Alto Rendimiento madrileño, en la campaña 2000-2001, tras 11 años al lado de Fernando Tejero y luego de haber firmado sus peores clasificaciones en los Juegos Olímpicos de 2000, cuando su sueño “era una medalla”, María Peláez cambió de entrenador y pasó a manos de Juan Carlos Gutiérrez, con el que permaneció dos años, que fueron muy discretos en cuanto a resultados. Paralelamente, la nadadora del Mediterráneo supo superar, gracias a su tesón y el apoyo de su familia, serias dificultades que a punto estuvieron de hacerle abandonar el alto nivel los meses siguientes a su regreso de Sídney y que mermaron significativamente su rendimiento.

Necesitada de nuevos estímulos, en 2003 se trasladó a Verona para preparar el nuevo asalto olímpico dentro del grupo de entrenamiento del italiano Alberto Castagnetti. Más adelante, en el ciclo de Pekín 2008, la malagueña cambió tres veces de entrenador, estando bajo la tutela de Paul Wildeboer y Juan Fortuny hasta llegar a Juan Camus.

Como ha quedado indicado, aquel 29 de julio de 1992 cuando María Peláez se lanzó al vaso de las Piscinas Picornell de Barcelona para disputar la quinta serie de la primera ronda del 100 mariposa dio el primer paso de una serie de cinco participaciones olímpicas en las que genial nadadora reuniría las acreditaciones de Barcelona 1992 (con 14 años), Atlanta 1996 (18), Sídney 2000 (22), Atenas 2004 (26) y Pekín 2008 (30).

En el cómputo de todas ellas, en pruebas individuales, sobresalió en 200 mariposa llegando en tres de sus cuatro comparecencias en esta prueba a nadar finales B (1992 y 1996) –cuando existían– o semifinales (2004), con una mejor marca de 2:11.66 conseguida en las eliminatorias de Atenas 2004. El mejor puesto fue el 11.º en Atlanta, quedando a 73 centésimas de entrar en la final.

Por su parte, en 100 mariposa siempre se mostró un paso por detrás de las mejores al firmar en sus tres alineaciones (1992, 1996 y 2000) otras tantas eliminaciones en la primera ronda, al igual que sucedió en su única comparecencia en 200 estilos, en 2008. “En Pekín sabía que no volvería a unos Juegos. Sin embargo, no fue un día triste porque estar allí ya fue un lujo. Hubo muchas peripecias en el camino, cambié tres veces de entrenador y a cuatro meses de los Juegos pasé del 200 mariposa al 200 estilos porque aquella prueba la tenía atravesada y sabía que no tenía ninguna opción. Aquel día –el 11 de agosto de 2008 se despidió de los Juegos en el Centro Acuático Nacional de Pekín cerrando la tercera serie de la primera ronda– fue un lujo que me permití, el lujo de volver a estar en los Juegos”.

Colectivamente, haciendo la posta de mariposa en el relevo 4×100 estilos español, compitió en tres ocasiones en las Olimpiadas. En 1992, junto a Nuria Castelló Marugat, Claudia Franco Solana y la también andaluza Rocío Ruiz Sanchís, ocupó la 13.ª posición. En 1996, fue 15.ª en compañía de Eva Piñera Piñera, Claudia Franco Solana y María Olay García. Y, por último, el 21 de agosto de 2004, obtuvo el único diploma olímpico de su carrera merced a la 7.ª posición lograda haciendo equipo con Nina Zhivanevskaia, Sara Pérez Sala y Tatiana Rouba Bioeniarz, luego de haber batido en la primera ronda el récord de España (4:06.90). “Tuve la suerte de llegar a una final y cuando estaba allí pensé: si esto es nadar una final cómo será ganar una medalla”.

En otro orden de cosas, el extraordinario nivel de la malagueña le permitió estar presente en tres ediciones del Campeonato del Mundo (piscina larga), a saber: Roma 1994 (18.ª en 100 mariposa, 22.ª en 200 mariposa y 10.ª en 4×100 estilos), Perth 1998 (23.ª en 100 mariposa y 13.ª en 200 mariposa) y Barcelona 2003 (19.ª en 200 mariposa). En la versión sobre piscina de 25 metros, debutó en la primera edición del campeonato, Palma de Mallorca 1993, y luego concurrió a Río de Janeiro 1995, Atenas 2000 (15.ª en 100 mariposa y 5.ª en 200 mariposa) e Indianápolis 2004 (16.ª en 100 mariposa y 12.ª en 200 mariposa).

En el Campeonato de Europa, asistió a seis certámenes de piscina de 50 metros: Sheffield 1993 (15.ª en 100 mariposa, 4.ª en 200 mariposa y 10.ª en 4×100 estilos), Viena 1995 (12.ª en 100 mariposa, 9.ª en 200 mariposa y medalla de bronce en 4×100 estilos), Sevilla 1997 (12.ª en 100 mariposa, medalla de oro en 200 mariposa, 28.ª en 200 estilos y 10.ª en 4×100 estilos), Estambul 1999 (11.ª en 100 mariposa, medalla de plata en 200 mariposa, 6.ª en 4×100 estilos y 5.ª en 4×200 libre), Helsinki 2000 (18.ª en 50 mariposa, 14.ª en 100 mariposa, 13.ª en 200 mariposa y 6.ª en 4×100 estilos) y Madrid 2004 (21.ª en 100 mariposa y 9.ª en 200 mariposa).

En el campeonato específico de piscina corta, participó en la primera edición, celebrada en 1996 en la ciudad alemana de Rostock. Allí, fue 6.ª en 100 mariposa y se hizo con su primera medalla continental, bronce en 200 mariposa, por detrás de Bárbara Franco –primera campeona española en este acontecimiento– y la sueca Johanna Sjöberg. En los años sucesivos, asistió a Sheffield 1998 (8.ª en 100 mariposa y 4.ª en 200 mariposa), Amberes 2001 (15.ª en 100 mariposa y 6.ª en 200 mariposa), Dublín 2003 (26.ª en 100 mariposa y 6.ª en 200 mariposa), Viena 2004 (23.ª en 100 mariposa y 7.ª en 200 mariposa) y Trieste 2005 (20.ª en 100 mariposa y 12.ª en 200 mariposa), para un total de seis participaciones.

Destacar en los europeos el doble protagonismo histórico de María Peláez al formar parte del cuarteto –con Claudia Franco, Ivette María Tato y María Olay– que en 1995 se adjudicó la primera medalla de un relevo femenino español en un gran campeonato y, como ha quedado dicho, alzarse en Sevilla con el primer título continental de una nadadora española en piscina larga, un triunfo y una ovación del público hispalense que aún resuenan en el Centro Deportivo de San Pablo.

Por último, María Peláez estuvo presente en los Juegos Mediterráneos de Languedoc-Rosellón 1993 (medalla de bronce en 100 mariposa y medalla de plata en 200 mariposa y 4×100 estilos), Bari 1997 (medalla de plata en 100 mariposa, 4.ª en 200 mariposa, medalla de bronce en 200 estilos y medalla de plata en 4×100 estilos), Túnez 2001 (medalla de bronce en 200 mariposa) y Almería 2005 (4.ª en 100 mariposa y 6.ª en 200 mariposa). Asimismo, ganó el oro en 200 mariposa en la Universiada de Palma de Mallorca 1999.

En lo relativo al ámbito estatal, María Peláez posee 52 títulos absolutos repartidos de la siguiente forma: 30 en el Campeonato de España de Invierno (1995, 1996, 1997, 1999 y 2000 en 50 mariposa; 1992, 1993, 1994, 1995, 1996, 1997, 1999, 2000, 2003, 2004 y 2008 en 100 mariposa; 1993, 1994, 1995, 1996, 1997, 1998, 1999, 2000, 2004, 2005 y 2006 en 200 mariposa; 2000 y 2010 en 100 estilos; y 1995 en 200 estilos), 7 en el Open de Primavera (2000 en 50 mariposa; 1999, 2000, 2007 y 2008 en 100 mariposa; y 2001 y 2005 en 200 mariposa) y 15 en el Campeonato de España de Verano (1996, 1997 y 2000 en 50 mariposa; 1993, 1994, 1997, 1998, 1999 y 2000 en 100 mariposa; 1993, 1995, 1997, 1998 y 2001 en 200 mariposa; y 1997 en 200 estilos).

Igualmente, la andaluza batió 33 récords nacionales a lo largo de su carrera. En piscina de 50 metros, mejoró 3 veces la plusmarca en 50 mariposa (la dejó en 28.12, el 26-7-1997 en Barcelona), 5 en 100 mariposa (1:00.54, 9-4-2000 en Madrid), 4 en 200 mariposa (2:10.25, 24-8-1997 en Sevilla), 6 en 4×100 estilos (4:06.90, 20-8-2004 en Atenas) y 3 en 4×200 libre (8:14.46, 27-7-1999 en Estambul). En piscina de 25 metros, batió 5 veces el tope nacional en 100 mariposa (1:00.81, 16-2-2000 en Malmö), 2 en 200 mariposa (2:09.02, 19-12-1999 en Santiago de Compostela), 1 en 100 estilos (1:01.02, 26-11-2009 en Castellón), 3 en 4×100 estilos (4:08.34, 4-5-2003 en Palma de Mallorca) y 1 en 4×100 libre (3:50.56, 3-5-1997 en Gijón).

María Peláez Navarrete se despidió de las piscinas el 5 de diciembre de 2010 durante el Campeonato de España de Invierno celebrado en Palma de Mallorca, ganando la 52.ª y última medalla de oro de su carrera, dejando un gran vacío en la natación andaluza y un gran recuerdo en el deporte español –en 2011 ingresó en la categoría de medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, en la que ya se encontraba desde 1998 en el nivel inferior– y en su tierra andaluza, no en vano en 1999 recibió la Medalla de Andalucía, fue cuatro veces Premio Andalucía de los Deportes (1992, 1993, 1997 y 2008) y en 1998 fue nombrada hija predilecta de Málaga. Además, las piscinas de las localidades de Torrox y Fuengirola llevan su nombre.

Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, trabajó en el Consejo Superior de Deportes hasta finalizados los Juegos de Río y desde entonces ejerce como técnico en la Concejalía de Deportes de Majadahonda (Madrid), donde reside junto a su pareja, el ex saltador de altura y plusmarquista nacional Arturo Ortiz, y la hija de ambos, Miriam, que, como ella reconoce, es su verdadera vocación.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 2 de diciembre de 2020