Noelia Oncina Moreno

Biografía de Noelia Oncina Moreno

Noelia Oncina y la gaditana Esme López comparten la distinción de ser la primera balonmanista andaluza participante en unos Juegos Olímpicos, hecho que se produjo en Atenas 2004 y que quedó adornado para la posteridad con la consecución de un diploma. No fue este, sin embargo y para bien del deporte español, el único logro de Noelia Oncina, quien durante 11 temporadas contribuyó con su juego al ascenso de la selección española a cotas antes inimaginables, tal fue el caso del subcampeonato de Europa en 2008 o la cuarta posición en el Mundial de 2009, su último campeonato internacional.

Natural de Málaga (9 de noviembre de 1976), es la tercera de las cuatro hijas que tuvieron sus padres, José y María José o Pepe y Pepa, como ella los llama. El comienzo de Noe en el balonmano tuvo lugar a una edad muy temprana, con 8 años, y en los campos de su colegio, el Europa de la capital malagueña. Muy posiblemente queriendo imitar a una de sus hermanas mayores –la emulación siempre ha sido un factor de generación de campeones–, nuestra protagonista, jugadora de mediana estatura pero de gran fortaleza, fue creciendo y aprendiendo las técnicas y tácticas del balonmano gracias a las enseñanzas que recibió de Carlos Jiménez –su entrenador hasta que cumplió los 17 años–, Diego Flores y José Luis “el Largo”, siempre dentro de la estructura del club colegial, en el que pasó por todos los escalafones: alevines, infantiles, cadetes –medalla de bronce en el Campeonato de España–, juveniles y, finalmente, sénior.

En la máxima categoría de edad, nuestra biografiada se enroló de forma natural en el proyecto de equipo surgido de la unión del Puertosol, el Europa y otros clubes menores: el Málaga-Costa del Sol. Con una muy buena selección de jugadoras, esta novedosa formación logró al término de la temporada 1994-1995 el ascenso a la División de Honor nacional, un éxito colectivo al que Noelia sumó ese mismo curso el laurel individual de haber sido convocada por el equipo nacional júnior. Aunque su calidad en el ámbito de club y con la selección andaluza habían llamado la atención de los ojeadores y técnicos de la Real Federación Española de Balonmano, hasta entonces la andaluza solo contaba con participaciones en concentraciones nacionales llevadas a cabo en Ciudad Real y Burgos, cuando tenía 13 años, sin convocatoria alguna por el equipo juvenil.

El debut con la camiseta roja sucedió el 9 de septiembre de 1994 en Bordes (Francia), durante un partido amistoso contra la formación gala –España perdió 16-20– y a las órdenes de Carlos Colmenero y Juan Oliver. Con la selección júnior, Oncina jugó un total de 7 encuentros y marcó 12 goles.

No obstante, volviendo al ámbito de club, las alegrías desaparecieron por completo en los tres siguientes cursos deportivos (1995-1996, 1996-1997 y 1997-1998), en los que la entusiasta malagueña vivió dos descensos a Primera División –con el Málaga-Costa del Sol y el Golosinas Fini de Molina de Segura (Murcia), los dos primeros años– y una inestable campaña en el tormentoso Balonmano Sierra Nevada-La Ragua, del que marchó antes de acabar el año cuando los problemas económicos se hicieron insoportables. El equipo, pese a todo, terminó 7.º en la liga de División de Honor.

Tras un breve paso por el atletismo y varios meses fuera del balonmano, Noe Oncina, que pensó incluso en abandonar, fue repescada para este deporte en la campaña 1998-1999 por el almeriense Club Vícar Goya, donde encontró la continuidad y seguridad que necesitaba y la confianza del técnico Miguel Ángel Florido Martínez, quien más tarde la dirigiría en la selección. Para rematar el regreso a las pistas, en enero de 1999 se estrenó con el equipo nacional absoluto.

En Almería, nuestra biografiada vivió una feliz etapa de tres años (1998-1999, 1999-2000 y 2000-2001), ayudando al mantenimiento de la formación andaluza en la máxima categoría estatal (10.º el primer año) e incluso llevándolo a luchar por el título liguero (6.º y 4.º en los dos siguientes, respectivamente). Indudablemente, este escaparate, sus actuaciones con la selección y el nivel mostrado en la pista facilitaron su fichaje por el campeón de liga, el Balonmano Mar Valencia (Osito L’Eliana), conocido desde el curso 2004-2005 por BM Sagunto (Astroc Sagunto y Parc Sagunto) debido a su traslado a esta localidad valenciana.

Allí, Noelia Oncina, la extremo izquierda que todo el mundo quería tener en su equipo, terminó de madurar y alcanzó, por fin, casi todos los éxitos que se pueden conseguir en un club. A lo largo de 10 campañas (2001-2002 a 2010-2011) y a las órdenes de un icono del balonmano femenino en este país, la entrenadora Cristina Mayo Santamaría, las vitrinas de la casa de Noelia Oncina se llenaron con galardones como 2 ligas (2002 y 2005), 1 Copa de la Reina (2008), 5 copas ABF (2002, 2003, 2004, 2008 y 2009) y 3 supercopas (2001-2002, 2002-2003 y 2005-2006), amén de 5 subcampeonatos ligueros (2003, 2004, 2006, 2007 y 2009) y 3 subcampeonatos coperos (2003, 2004 y 2005).

En competiciones europeas, la andaluza actuó ininterrumpidamente desde el último año en Vícar (Copa EHF) hasta su retirada, jugando en el conjunto valenciano bien la Liga de Campeones bien la Recopa de Europa. En el primer torneo continental, Oncina tocó con los dedos de la mano el título europeo en 2003, cuando el Osito cayó en la final a doble partido (30-27 en la ida y 28-36 en la vuelta) ante el Krim Eta Neutro Roberts de Liubliana (Eslovenia), y llegó a semifinales en 2006, siendo eliminado el Sagunto por el Viborg danés.

La feliz historia de Noelia Oncina con la selección española femenina absoluta comenzó un 23 de enero de 1999 cuando el técnico nacional Luis Carlos Torrescusa Maldonado le hizo debutar en un partido de la fase de clasificación para el Mundial de ese año en la ciudad belga de Hechtel. España barrió (32-11) a la formación local y Noelia marcó 6 goles.

Fue el primero de los 174 partidos internacionales –y 406 goles– que disputó a las órdenes de Torrescusa, Cristina Mayo, Francisco José Aldeguer Valenzuela, Miguel Ángel Florido Martínez y Jorge Dueñas Galarza, consecutivamente, en los cuales derrochó entrega en la pista, compromiso con los colores, compañerismo y liderazgo en los numerosísimos torneos, amistosos y campeonatos de primer orden a los que concurrió.

Entre estos últimos, hay que reseñar que la andaluza participó en cuatro ediciones del Campeonato del Mundo: Italia 2001 (10.ª), Croacia 2003 (5.ª), Francia 2007 (10.ª) y China 2009 (4.ª). De ellas, destacar que la 5.ª posición obtenida en Zagreb en 2003, luego de vencer en el último encuentro a Noruega, proporcionó a España el último billete olímpico que se otorgaba para Atenas 2004. Por el contrario, el discreto 10.ª puesto de 2007 cerró la posibilidad de estar en los Juegos de Pekín 2008.

En el Campeonato de Europa, nuestra biografiada asistió a Dinamarca 2002 (13.ª), Hungría 2004 (8.ª), Suecia 2006 (9.ª) y Macedonia 2008, donde, actuando como capitana, conquistó el 14 de diciembre en Skopje una formidable medalla de plata –derrota en la final ante Noruega (21-34)– que representa el mejor puesto de España en el máximo torneo continental, siendo luego igualado en 2014.

Por último, en los Juegos Mediterráneos fue medalla de plata en Túnez 2001 y medalla de oro en Almería 2005, luego de una tremenda final contra Serbia que el equipo español, en el pabellón de Vícar que Noelia conocía tan bien, ganó por 30-29.

Y, cómo no, los Juegos Olímpicos de 2004, de los que Noelia afirmó que “no hay nada parecido a participar en las Olimpiadas, aunque la medalla de plata en Macedonia siempre será un recuerdo imborrable, como también el cuarto puesto del Mundial de China, aunque nos dejó un sabor agridulce”. En la capital griega, Noelia integró el equipo olímpico español junto a otra andaluza, la gaditana Esme López, además de Patricia Alonso, Vanessa Amorós, Maite Andreu, Diana Box, Susana Fraile, Soraya García, Cristina Gómez, Elisabeth López, Marta Mangué, Isabel Ortuño, Susana Pareja, Montse Puche y Eugenia Sánchez, todas ellas dirigidas por Francisco José Aldeguer.

En la primera fase, el conjunto español solo pudo firmar un empate –a 24 ante Angola– y 3 derrotas –ante Francia (20-27), Dinamarca (21-23) y Corea (21-36)–, pese a lo cual, como 4.ª de su grupo, disputó los cuartos de final. Le tocó el cruce ante Ucrania, a la que plantó cara (23-25), aunque salió derrotada. Posteriormente, por los puestos del 5.º al 8.º, batió a China (27-23) y perdió ante Hungría (29-38), lo que le otorgó la 6.ª plaza, entre 10 equipos.

A su regreso del Campeonato del Mundo de 2009 –el 20 de diciembre disputó su último partido internacional, la lucha por el bronce que se llevó Noruega (26-31)–, la malagueña sufrió una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda, una grave lesión por la que tuvo que ser intervenida en enero de 2010 y que significó el principio de fin de su carrera deportiva, antes de lo que ella hubiera pensado.

Operada de nuevo en diciembre de 2010 y más tarde en la primavera de 2011, sin obtener la recuperación de la rodilla, la campaña 2010-2011, que transcurrió de forma inédita para la jugadora, supuso la temporada de la despedida de Noelia Oncina como jugadora en activo, que no del balonmano, ya que en septiembre de 2011, como premio a su labor en la pista durante diez años, accedió al cargo de delegada de la selección femenina, en el que se estrenó en la Copa del Mundo de ese año, en Aarhus (Dinamarca).

Oncina continuó –hasta 2016– vinculada al equipo nacional en la doble faceta de delegada y fisioterapeuta (desde 2013), luego de haber concluido estos estudios (2009-2013) en la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir. Asimismo, ha sido en estos últimos años delegada y entrenadora ayudante de los clubes Mecalia Atlético Guardés, Luxol Handball Club (de Malta), CB Morvedre Sagunto y Sporting La Rioja, siempre al lado de su pareja, el técnico navarro Manuel Etayo, con el que reside en la actualidad en el municipio riojano de Alberite. Por lo demás, en 2013 ingresó en la Real Orden del Mérito Deportivo en la categoría de medalla de plata.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 11 de noviembre de 2020