Salvador Zurita Sánchez

DEPORTISTAS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS ANDALUCES

Salvador Zurita Sánchez
Paralímpico

Salvador
Zurita

Málaga

Salvador Zurita Sánchez

03.12.1961

Málaga

3
Juegos ParalímpicosDeporteCategoríaPrueba
Resultado
1980 Arnhem (Holanda)Baloncesto_en sillaMasculinaBaloncesto en silla
Puesto 11
1988 Seúl (Corea del Sur)Baloncesto_en sillaMasculinaBaloncesto en silla
Puesto 12
1992 Barcelona (España)Baloncesto_en sillaMasculinaBaloncesto en silla
Puesto 6


Biografía de Salvador Zurita Sánchez

Quienes le vieron jugar afirman que ha sido uno de los jugadores con más talento de cuantos han nacido en España. Un Magic en silla de ruedas. Jugador de carácter y con carácter, sus puntos –él afirma que ha llegado a tener una media de 35 puntos por partido– hicieron posible en gran medida el reinado del Ademi de Málaga, incontestable en los años 80, cuyos trofeos fueron logrados, salvo dos, con Salvador Zurita en sus filas.

Nacido el 3 de diciembre de 1961 en Málaga en el seno de una familia humilde, de niño fue una víctima más del virus de la poliomielitis, causa de su discapacidad física. Criado en el barrio de La Palmilla, donde la necesidad siempre fue mayor que la abundancia, el deporte lo fue todo para él: un entorno en el que no sentirse discapacitado, una válvula de escape y un medio por el que pudo “conocer ciudades que hubiese sido imposible haber visto sin ser deportista”.

Con solo 14 años llegó a la recién constituida Asociación Deportistas Minusválidos (ADEMI) de Málaga y a su equipo de baloncesto, el mismo año que el otro gran puntal del equipo en los inmediatos años, Antonio Henares. Al contrario que el de Álora, Salvador ingresó sin haber hecho antes nada de baloncesto y con todo por aprender. El Niño, como le apodaron sus compañeros debido a su corta edad, hizo de la formación, la progresión y la competición un todo y esa primera temporada (1975-1976) puso su granito de arena en el ascenso del imberbe club malagueño a la Primera División, la máxima categoría nacional.

Contando ese año, nuestro protagonista vestiría la oscura camiseta del Ademi durante 18 campañas, hasta la 1993-1994, con la única salvedad de la 1985-1986, cuando militó en el Clumam de Madrid tras unas desavenencias con la entidad malagueña a causa de una sanción disciplinaria. En tan extensa vinculación, la implacable anotación de Zurita –clase 4.5– ayudó, qué duda cabe, a la conquista de 11 ligas (1979, 1980, 1981, 1982, 1983, 1984, 1985, 1987, 1989, 1990 y 1991) y 8 copas del Rey (1979, 1980, 1981, 1983, 1989, 1990, 1991 y 1993), amén de 4 subcampeonatos ligueros (1978, 1988, 1992 y 1993) y dos coperos (1988 y 1992).

La relación con el Ademi y su padre deportivo, Gaspar Anaya, llegó a su fin en la temporada 1994-1995 para aceptar la irrechazable oferta económica del CB Melilla –por entonces patrocinado por Transmediterránea–, club al que marchó junto a su compañero y vecino Manuel Pérez Luna. En la ciudad norteafricana, Salvador permaneció durante tres años (hasta el curso 1996-1997) y ayudó desde su titularidad a que el conjunto melillense llegase a la 4.ª posición en liga y copa el primer año y a la 2.ª en ambas competiciones los otros dos años.

Tras la salida de Melilla, con casi 36 años de edad, el ingenioso jugador regresó al Ademi y abrió una nueva etapa en su carrera deportiva que discurrió íntegramente en Andalucía y se caracterizó por numerosos cambios de equipo, en los que siguió ofreciendo a la par destellos de su capacidad para este deporte y sus dificultades para acatar la disciplina de club. Así, Salvador jugó para Ademi, CD Arrayán de Granada, BSR Marbella y Safemi de San Fernando (Cádiz), donde se retiró en 2011.

Con la selección española, nuestro protagonista actuó en un centenar de ocasiones. Su primera convocatoria le vino cuando tenía 16 años, en la primavera de 1978, para defender a España en el Campeonato de Europa que tuvo lugar en Kerpape, en la comuna francesa de Ploemeur. España acabó 5.ª y el seleccionador nacional, José Barbero, acabó tan contento del rendimiento del joven andaluz que también lo llevó a los Juegos Internacionales de Stoke Mandeville de ese año, un par de meses después y donde el equipo español rozó la medalla de bronce (acabó 4.º).

Al año siguiente, Salvador Zurita debutó en la Copa de Oro, campeonato del mundo de baloncesto en silla cuya tercera edición tuvo lugar en Tampa (Estados Unidos) –España fue 7.º–, y en 1980 hizo lo propio en los Juegos Paralímpicos de Arnhem, cuya experiencia compartió con sus compañeros de club Antonio Henares, Gaspar Anaya y Joaquín Fernández, los sevillanos Ángel Alamillo, Francisco Pérez, Jesús Guerrero y Manuel Cáceres y los no andaluces Antonio Salazar y Juan Berrio.

El equipo español llegó a jugar diez partidos en un torneo que encumbró a Israel –batió en la final a Holanda–, comenzando por una digna primera fase: victorias ante Australia (73-56) e Italia (74-56) y derrotas frente a Estados Unidos (45-79) y Japón (65-70). Pese a todo, la 3.ª plaza lograda en su grupo, por detrás de americanos y japoneses, impidió a los españoles estar en la segunda fase por el título y les condujo a luchar por los puestos del 9.º al 17.º.

En esta parte del cuadro, España perdió ante Bélgica (55-64), venció a Italia (80-64), Brasil (92-44) y Egipto (133-31) y, por los puestos del 9.º al 12.º, cayó ante Alemania Federal (53-65) y se impuso en el último partido a Reino Unido (66-54), lo que la situó en la 11.º posición.

Salvador Zurita ya no regresaría a las Paralimpiadas hasta 1988 –se perdió las de 1984–, si bien participó en la mayoría de las convocatorias de la selección, caso del Europeo de Ginebra 1981 (6.º), los Juegos Europeos de París 1983 (medalla de bronce), los Juegos Internacionales de Stoke Mandeville de 1985 (oro) y 1986 (4.º) y la fase de clasificación para la Copa de Oro de 1986, Gits 1985. De todos estos compromisos, sobresalen el bronce obtenido en los primeros Juegos Europeos y, sobre todo, el triunfo de 1985 en Stoke Mandeville, con cierto sabor a título mundial.

En 1988, nuestro biografiado viviría la impactante experiencia de conocer Corea del Sur gracias a su inclusión en el equipo paralímpico que viajó a los Juegos de Seúl. Luis Albelda, Pedro Alonso, Pablo Beiro, Manuel Cáceres, Joaquín Fernández, Juan Guzmán, Antonio Henares, Iñaki Ibarreta, Eustaquio Mira, Ricardo Núñez, Salvador Núñez y Salvador Zurita compusieron aquel doce que terminó ocupando la discreta 12.ª posición, entre 17 equipos participantes.

Una vez más, la formación española quedó apeada del camino hacia los puestos de honor tras la primera fase, al concluir en 3.ª posición del grupo C –pasaban los dos primeros– con dos derrotas (57-79 ante Holanda y 55-72 ante Israel) y una victoria frente a los anfitriones (84-63). Luego, en la eliminatoria previa de consolación, España se impuso a Brasil (4.º del grupo A) por 65-37 y accedió a la pugna por los puestos 9.º a 12.º, ronda en la que sumó dos derrotas, a manos de Bélgica (43-58) y Reino Unido (34-40).

Dos nuevas concurrencias al Campeonato de Europa –Charleville-Mézières 1989 (10.º) y Ferrol 1991 (6.º)– jalonaron el nuevo ciclo paralímpico de Salvador Zurita, quien otra vez estuvo entre los designados para una nueva edición de los Juegos Paralímpicos, Barcelona 1992, en su caso, los terceros. Luis Albelda, Manuel Cáceres, Diego de Paz, Joaquín Fernández, Eloy Guerrero, Antonio Henares, Iñaki Ibarreta, Juan Lara, Eustaquio Mira, Jesús Torres, Fernando Vila y Zurita formaron aquel equipo de gran nivel cualitativo y que, en las semanas previas a la celebración del acontecimiento, empezó a ser visto como aspirante a las medallas. Por tal motivo, el 6.º puesto logrado y su correspondiente diploma –el primero del baloncesto en silla español– tuvo cierta sensación de fracaso.

Lo cierto y verdad es que las cosas se torcieron desde el principio, ya que las derrotas ante Estados Unidos (62-71), Reino Unido (62-64) y Canadá (45-53) y los triunfos frente a Japón (68-46) y Argentina (58-52) llevaron a España a la 4.ª posición del grupo A, lo que con el nuevo formato de competición –el mismo del presente– conducía al difícil choque en cuartos de final ante la primera del grupo A, Países Bajos. La lógica se impuso y los holandeses –finalistas por cuarta vez consecutiva– se llevaron el triunfo (53-59).

Para cerrar el torneo, en la pelea por los puestos 5.º al 8.º, el combinado nacional cedió ante Reino Unido (54-55) y, por la 7.ª plaza, ganó a Australia (63-59), si bien con posterioridad España fue ascendida a la 6.ª posición por la descalificación de los campeones, Estados Unidos, a causa del dopaje de tres de sus jugadores, y Holanda se llevó el oro que tanto buscaba.

No obstante, aquí no terminó la trayectoria internacional de Salvador Zurita, quien en 1993 vistió una vez más la camiseta nacional en el Campeonato de Europa de Berlín, igualando su mejor posición en este evento (5.º). En la actualidad, Salvador continúa viviendo en Málaga, recordando aquellos tiempos en los fue un genio con el balón en las manos.

Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 20 de octubre de 2020