Víctor
Sojo
Víctor Manuel Sojo Jiménez
24.11.1983
Puente Genil (Córdoba)
Juegos Olímpicos | Deporte | Categoría | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|---|
2004 Atenas (Grecia) | Hockey_Hierba | Masculina | Hockey hierba | Puesto 4 |
2008 Pekín (China) | Hockey_Hierba | Masculina | Hockey hierba | Medalla de plata |
Biografía de Víctor Manuel Sojo Jiménez
El 24 de noviembre de 1983, hijo de Antonio y Dolores, nació en Puente Genil (Córdoba) el que hasta la fecha es el único jugador masculino andaluz de hockey hierba medallista en unos Juegos Olímpicos, distinción que, sin lugar a dudas, no pasaría por su cabeza poseer cuando a los 8 años empezó a jugar al hockey sala en su pueblo después de haber visto a uno de sus hermanos –tiene dos, Lorenzo y Antonio, ambos mayores– en acción. Aquel día recorrió el primer metro de una trayectoria que ha llevado al delantero pontanés a disfrutar, siendo protagonista, de una de las grandes épocas del equipo nacional masculino, artífice de medallas en los tres grandes campeonatos: Juegos Olímpicos, Campeonato del Mundo y Campeonato de Europa.
Titi, como se le conoce en el mundillo, debió descartar el fútbol para tomar el stick y comenzar a jugar en los campos –ninguno de hierba– de Puente Genil y otros allende los límites provinciales, principiando en el Colegio Público Agustín Rodríguez –bajo las enseñanzas de Lola, quien le enseñó los primeros aprendizajes y movimientos– y prosiguiendo en el Club Estudiantes 87, donde creció de la mano de Sergio Casasola, Chanchi, Lalo, Sergi y, de manera significativa, Chiqui, quien obtuvo de Víctor una motivación y un rendimiento competitivo excepcional, por no olvidar a Juan José Cano, profesor del Instituto Manuel Reina e introductor, a finales de los ochenta, del hockey en Puente Genil.
Con los estudiantiles logró la medalla de oro en el Campeonato de Andalucía infantil de sala, celebrado en Almería, pero, para bien del hockey andaluz, este entorno en el que mostraba su calidad y potencial nuestro rapidísimo y hábil protagonista pronto se quedó pequeño. Fue en el Campeonato de España juvenil de hockey sala celebrado en Murcia donde Víctor, siendo infantil, mostró los suficientes argumentos como para atraer la mirada de los técnicos de la Real Federación Española de Hockey, quienes le convocaron a una concentración con la selección sub-16, en Bilbao. En ella, el andaluz no hizo sino refrendar y mejorar en los diferentes entrenamientos las impresiones que había dado en la competición nacional, de forma que fue propuesto a una beca para incorporarse al Centro de Alto Rendimiento y a la Residencia Joaquín Blume de Madrid, cosa que efectuó al principio de la temporada 1998-1999, sin haber cumplido todavía los 15 años.
Sin duda una edad complicada para un cambio tan drástico que, empero, el cordobés supo asumir con seriedad tanto en el campo de juego –su adaptación a la hierba fue óptima– como en los estudios, aún de secundaria.
En Madrid fichó por el CD Complutense, en cuyo equipo juvenil jugó únicamente esa primera temporada, puesto que en la campaña 1999-2000, a pesar de su exultante juventud, ya ascendió al primer equipo en División de Honor. En la parte final de esta síntesis glosaremos toda su trayectoria de club en la máxima categoría, ya que ahora nos ocuparemos de su carrera internacional en las distintas selecciones españolas.
El mismo curso deportivo de su ingreso en la Blume accedió al combinado nacional sub-16, con el que debutó en 1999 –lo dirigía José María Server– proclamándose campeón de Europa en Amberes (Bélgica). Posteriormente, promocionó a la selección sub-18 (juvenil) que dirigía Daniel Martín y con la que compitió consecutivamente en dos campeonatos de Europa, en Lyon 2000 y San Sebastián 2001, obteniendo la medalla de plata y la medalla de oro, respectivamente.
No obstante, su precocidad parecía no tener techo pues en 2001 también fue convocado por Salva Indurain, seleccionador sub-21, para la Copa del Mundo en Hobart (Australia), donde Víctor y España se clasificaron quintos. Y, claro está, solo faltaba el paso al equipo absoluto, el cual se materializó en 2002, con solo 18 años, cuando el técnico nacional Toni Forrellat le hizo debutar en el Torneo de Reyes que se celebra tradicionalmente en enero en el Real Club de Polo de Barcelona y, sobre todo, en la Copa del Mundo, que tuvo lugar en Kuala Lumpur (Malasia) del 24 de febrero al 9 de marzo y donde la formación española acabó 11.ª. Un muy discreto resultado que conllevó la destitución de Forrellat y la llegada del entrenador holandés Maurits Hendriks, quien propiciaría una época gloriosa para el hockey hierba masculino español hasta su cese en diciembre de 2008 para aceptar el cargo de director técnico del Comité Olímpico Holandés. Entre sus jugadores estandartes estuvo el andaluz Víctor Sojo, quien concurriría prácticamente a todos los grandes compromisos por selecciones en esta rutilante nueva etapa.
El cordobés fue seleccionado para dos ediciones de la Copa del Mundo, Kuala Lumpur 2002 (11.º) y Mönchengladbach 2006 (medalla de bronce), así como para cuatro del Campeonato de Europa: Barcelona 2003 (plata), Leipzig 2005 (oro) –batiendo en la final a Holanda por 4-2–, Mánchester 2007 (plata) y Ámsterdam 2009 (4.º). Asimismo, estuvo en cuatro ocasiones en el Trofeo de Campeones, comenzando justamente en el único triunfo del conjunto español en este importante certamen internacional, en Lahore (Pakistán) en 2004, luego de vencer también a Holanda (4-2) en el último partido, siendo Sojo autor del tercer tanto. Posteriormente, Sojo acudió a Chennai 2005 (bronce), Tarrasa 2006 (bronce) y Kuala Lumpur 2007 (5.º).
En total, nuestro biografiado conquistó 7 medallas en las principales competiciones del hockey sobre hierba mundial y europeo, esto es, las seis reseñadas y una séptima que, indubitadamente, reza como la más importante de todas al ser lograda en los Juegos Olímpicos.
Víctor Sojo debutó en las Olimpiadas con solo 20 años, en Atenas 2004, acontecimiento para el que España tuvo que clasificarse, pese a su condición de subcampeón europeo, en el Torneo Preolímpico disputado del 2 al 13 de marzo de ese año en Madrid y donde se repartían siete pasaportes –el equipo español fue segundo. Tras una gira posterior de doce encuentros por Valencia, Barcelona y Alcalá la Real (Jaén), Hendriks efectuó los descartes que consideró oportunos y se decidió por un plantel para los Juegos compuesto por David y Ramón Alegre, Paul Amat, Javier Bruses, Juan Escarré, Álex y Kiko Fábregas, Santi Freixa, Rodrigo Garza, Bernardino Herrera, Xabier Ribas, Albert Sala, Pep Sánchez, Eddie Tubau y los cordobeses Eduardo Aguilar y Víctor Sojo.
Ya en el torneo olímpico, tras acabar primera del grupo A con dos empates (ante Corea del Sur y Alemania, ambos a un gol) y tres victorias (5-1 a Gran Bretaña, 4-0 a Pakistán y 3-0 a Egipto), España cayó en semifinales ante Australia (3-6) y se vio conducida a pelear por la medalla de bronce frente a Alemania –el 27 de agosto en el Centro Olímpico de Helliniko–, con la que protagonizó un duro partido que precisó de prórroga y concluyó con un gol de oro de los teutones (3-4). España, por tanto, quedaba en 4.ª posición.
Cuatro años después, los españoles regresaron al torneo olímpico –esta vez el subcampeonato continental de 2007 sí otorgó la clasificación– con ganas de mejorar en Pekín el ya de por sí notable diploma. Para la ocasión, Hendriks dispuso de nuevo de Sojo, los dos Alegre, Amat, los dos Fábregas, Freixa, Garza, Ribas, Sala y Tubau, junto a los cuales se desplazaron Eduard Arbós, Quico Cortés, Sergi Enrique, Juan Fernández y Roc Oliva. La historia se antojó caprichosamente similar pues la formación nacional volvió a terminar la primera fase en el primer puesto del grupo A con cuatro victorias –Bélgica (4-2), Nueva Zelanda (1-0), China (2-1) y Corea del Sur (2-1)– y una derrota –Alemania (0-1)– y otra vez quedó emparejada con Australia en el cruce de semifinales, aunque esta vez la victoria sonrió a los españoles (3-2).
De esta forma, la anhelada final se hizo una realidad en la tarde-noche del 23 de agosto, jornada agridulce para el hockey español ya que la derrota ante Alemania por un solo gol (0-1) provocó no pocas caras tristes en la ceremonia de entrega de medallas, pese al éxito alcanzado.
Internacional en un total de 164 ocasiones, Víctor Sojo compitió por España por última vez en el Campeonato de Europa de hockey sala de 2010, en Almere (Países Bajos), otra vez entre los mejores (4.º puesto). A posteriori y con un palmarés formidable, decidió dedicarse a sus estudios de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y a seguir disfrutando del hockey en el ámbito de club, en el que su trayectoria ha virado sobre dos equipos, ambos madrileños, el CD Complutense y el Club de Campo Villa de Madrid.
En el cuadro universitario, actuó en dos períodos de cinco (1999-2000 a 2003-2004) y cuatro campañas (2011-2012 a 2014-2015), respectivamente, siempre en División de Honor y sin títulos en hierba, aunque sí destacados resultados bajo techo al ganar el Campeonato de España de hockey sala de 2003 y 2013 y quedar subcampeón en 2000, 2001, 2002 y 2004. En medio de estas dos etapas con el Complutense, tuvo un periplo de siete temporadas (2004-2005 a 2010-2011) en el Club de Campo que solo cabe calificar de sobresaliente pues elevó a sus vitrinas la Recopa de Europa de 2005, dos ediciones de la Copa del Rey (2005 y 2011) y 5 triunfos en el Nacional de sala (2005, 2006, 2007, 2008 y 2010), para un total particular de siete. A ello, hay que añadir dos subcampeonatos de liga de División de Honor (2010 y 2011), el rotundo subcampeonato en la Euroliga de 2011 y el tercer puesto en la Recopa de Europa de 2007, torneo en el que Sojo fue elegido como mejor jugador.
Víctor Sojo Jiménez, graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y máster en alto rendimiento por el Comité Olímpico Español y en profesorado de ESO y Bachillerato, continúa viviendo en Madrid con su mujer, Cristina, y sus hijos, Lucas y Patricia. En la capital trabaja dando clases en el Real Colegio Santa Isabel-La Asunción y ello lo compagina con su pasión por el hockey. Tras unos años como director técnico del club que le catapultó a la elite, el Complutense, en la actualidad es preparador físico y segundo entrenador del equipo femenino que milita en la División de Honor, así como entrenador del juvenil femenino. Además, echa una mano en el Centro de Alto Rendimiento preparando a las chicas que trabajan con el objetivo de estar en los Juegos de Tokio. En 2008 recibió el Premio Andalucía de los Deportes.
Biografía extraída del libro 341 Historias de Grandeza, de los autores Pepe Díaz García y José Manuel Rodríguez Huertas, y actualizada a 26 de noviembre de 2020