La sevillana Sara Fernández era la única deportista andaluza en atletismo presente en estos Juegos, y competía esta mañana en el Stade de France, en la final directa de salto de longitud T12, a la que concurrían nueve deportistas, y en la que contaba con la octava mejor marca de las participantes, 5.01. Su objetivo era intentar mejorar esa marca y lograr un nuevo diploma paralímpico en su trayectoria.
El primer salto de la andaluza en el foso fue de 4.56, lo que la situaba provisionalmente en la octava posición. Mejoró algo en el segundo salto, 4.73, pero que la mantenía aún en el mismo puesto. El tercero fue el mejor de su participación en la final, 4.75, ya que en el cuarto cometió un nulo, en el quinto llegó hasta los 4.71 y en el sexto y último salto se quedó en 4.59.
No fue la mejor actuación de la atleta sevillana de 29 años, que disputaba sus terceros Juegos Paralímpicos, ya que ni se acercó a la marca con la que llegaba a París. Si la hubiera logrado se hubiera situado en quinta posición de la final, dadas las marcas que realizaron las competidoras. Aun así, lograba su tercer diploma paralímpico, tras los logrados en el Río de Janeiro 2016 (8.ª) y Tokio 2020 (7.º).
El oro fue para la ucraniana Oksana Zubkoska, con un mejor salto de 5.78, con la española Sara Martínez segunda, con 5.40, y la argelina Lynda Hamri tercera, con 5.30. Fue una final discreta en cuanto a resultados, teniendo en cuenta que el récord del mundo lo tiene la ucraniana con 6.60, que lo logró en Londres 2012.
📸 CPE