El nadador andaluz Carlos Garach sufrió en las aguas del Sena y no pudo concluir la prueba masculina de 10 km en aguas abiertas que esta mañana se ha disputado en París con punto de inicio y final en el Pont Alexandre III, sobre una participación final de 29 deportistas, tras la baja de dos inscritos.
El granadino solo pudo aguantar el ritmo del grupo de cabeza en los primeros compases, ya que al término de la primera (de seis) vueltas, a los 1,5 kilómetros ya marchaba 26.º a 39 segundos de los líderes, el alemán Florian Wellbrock y el húngaro Kristof Rasovszky, que se fueron alternando en la cabeza desde el principio y hasta la mitad de la cuarta vuelta.
Asentado en la citada vigesimosexta posición, la desventaja del andaluz fue creciendo en los siguientes parciales: 2:12 en la segunda vuelta (3,2 km), 4:26 en la tercera vuelta (4,9 km) y 5:14 a los 5,4 km. Definitivamente y antes del cuarto paso por meta (6,6 km), el granadino de 20 años, agotado y visiblemente disgustado, tuvo que poner punto y final a su cuarta participación en estos Juegos -compitió en tres ocasiones en piscina- y abandonó esta exigente prueba, muy diferente a las aguas abiertas que se disputan en alta mar o lagos.
Kristof Rasovszky, de Hungría, que se destacó al paso por la quinta vuelta, se proclamó campeón olímpico, con un tiempo de 1 hora, 50 minutos y 52 segundos, superando en el esprint al alemán Oliver Klemet, medalla de plata y el único que pudo seguir su ritmo. La medalla de bronce recayó en otro húngaro, David Betlehem, a 16 segundos.