En el regreso de un andaluz a la final olímpica de los 1.500 metros, el granadino Ignacio Fontes concluyó en 13.ª y última posición en la carrera más rápida de la historia de los Juegos, con nada menos que seis atletas mejorando el anterior récord olímpico, que había registrado hace dos días el keniano Kipsang (3:31.65). Ganó el noruego Jakob Ingrebrigtsen, con 3:28.32 (récord olímpico y de Europa), seguido del keniano Timothy Cheruiyot (3:29.01) y el británico Josh Kerr (3:29.05), los tres ocupantes del podio, destacando que los puestos de diploma estuvieron por debajo de los 3:33.00.
En la penúltima jornada de atletismo y de los propios Juegos, el andaluz fue testigo de una enorme lucha de talentos y, aunque en los primeros compases estuvo en cabeza, el elevadísimo ritmo que se imprimió desde el principio terminó pasándole factura, de forma que desde mitad de carrera estuvo en cola hasta cruzar la línea de meta con un registro de 3:38.56.
En zona mixta declaró a Televisión Española que su debut olímpico «ha sido positivo, por haber llegado a la final, aunque me hubiese gustado estar más cerca de los primeros puestos. Al final, las piernas estaban vacias y emocionalmente he sufrido mucha tensión en estos tres días. El campeonato ha sido muy duro y de mucho desgaste».