La selección española masculina de waterpolo, con el andaluz Miguel de Toro, cayó derrotada en la final por la medalla de bronce ante una superior Hungría, por 5-9, y tuvo que conformarse con un agridulce diploma olímpico tras un torneo casi impecable, con pleno de victorias hasta cuartos de final, pero que, lamentablemente, se cerró con una gris actuación cuando la medalla estaba al alcance de la mano.
Los españoles no lograron anotar en toda la segunda mitad y únicamente materializaron en gol 5 de las 15 superioridades numéricas de las que dispusieron en la piscina a lo largo del partido, una circunstancia que resultó letal ante una selección húngara tan experta y consistente, y que transformó sus seis superioridades.
El primer cuarto fue de plena igualdad, concluyendo con empate a 3 tantos, estando España por delante en el marcador con 1-0 y 3-2. En los siguientes ocho minutos, los españoles se mostraron algo erráticos, desaprovechando varias expulsiones de los húngaros sin poder transformar, pese a lo cual el marcador se cerró también con tablas (5-5), destacando que Miguel de Toro estableció el empate a 4.
Tras la reanudación, el desacierto se cebó en los ataques de la selección española, que no logró anotar en ninguna de sus posesiones, mientras los magiares pudieron materializar una vez, lo que les llevó a liderar el marcador (5-6) a falta de los últimos ocho minutos, que fueron ciertamente los definitivos. España ‘desapareció’ y la ventaja húngara se amplió en este último cuarto hasta el 5-9, en pleno naufragio de los los españoles, que continuaron negados en ataque ante un infranqueable Victor Nagy, guardameta.
De esta forma y con este partido, se cerró la actuación española -y, por ende, andaluza- en Tokio 2020, con un balance nacional de 17 medallas, las mismas que en Río de Janeiro 2016.